Muertes por desnutrición, polémicas por actuaciones en el departamento y una realidad que necesita ser atendida, son frases que resumen una parte de lo que sucede al norte del país.
Por eso, durante tres días, una comitiva de la dirección nacional del ICBF, junto a las autoridades locales, adelanta la visita a diferentes comunidades del departamento de la península; Riohacha, Uribia y Manaure hacen parte del recorrido. Y allí, la directora general, Concepción Baracaldo, ha liderado el trabajo de las UBA, que son las Unidades Básicas de Atención y que tiene como objetivo, la identificación, captación y gestión oportuna de niñas y niños con desnutrición aguda o riesgo y de mujeres gestantes con bajo peso.
“Estamos aquí en el territorio revisando de primera mano las acciones que adelantan nuestras Unidades de Búsqueda Activa en las rancherías de La Guajira. Hoy visitamos la comunidad Caricari, donde hicimos entregas de alimentos de alto valor nutricional, agua y alimentos especializados para los niños y niñas con riesgo de desnutrición”, sostuvo Baracaldo.
En ese sentido, se logró la identificación de cinco menores de edad en riesgo de desnutrición. Esto se confirma porque las Unidades Básicas de Atención (UBA) realizan la toma de medidas de peso y talla, que también sirven para identificar oportunamente los casos de desnutrición aguda y severa y remitirlos al sector salud cuando sea necesario.
“Este ejercicio se realiza en el marco de las acciones adelantadas por el ICBF en cumplimiento de la Sentencia T-302 y el Plan de Choque contra la desnutrición, que se adelanta desde finales del 2022, buscando fortalecer las acciones de prevención en los niños y niñas de La Guajira, permitiendo hacer de Colombia potencia mundial de la vida”, expresó la entidad a través de un comunicado oficial.
El ICBF atiende a más de 100 mil menores en La Guajira
En Colombia, atender la desnutrición aguda es tarea de varias autoridades. Esto porque se entiende que la problemática es multifactorial. Entonces, según el requerimiento, hay entidades encargadas; por el acceso a agua potable y las condiciones de saneamiento básico, responde el Ministerio de Vivienda; por el acceso a los servicios de salud, el Ministerio de Salud, la Superintendencia de Salud y las EPS; por la mejoría en las vías de comunicación, especialmente en los territorios más alejados, el Ministerio de Transporte; por el acceso a educación, el Ministerio de Educación y así sucesivamente. Cabe señalar que también hay responsabilidades que asumen las autoridades locales.
En cuanto a la alimentación, son varios los programas de nutrición para La Guajira.
“Dadas las limitaciones para acceder directamente a los alimentos, una vía de hacerlo es a través de estrategias que faciliten su acceso físico, con programas como los de transferencias condicionadas (DPS), los proyectos productivos para autoconsumo (DPS) y los programas y servicios que incluyen un componente alimentario (ICBF – PAE)”, explicó en su momento el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
En aplicación real, esto significa que el Instituto atiende, en lo relacionado con este tema, a cerca de 110 mil niñas y niños de cero a cinco años. En detalle, 96.500 hacen parte del programa de primera infancia, que se direcciona desde las UCA, Unidad Comunitaria de Atención, diseñadas para los indígenas mediante la modalidad propia e intercultural. En términos prácticos, a estos menores se les garantiza el 70% del requerimiento nutricional diario.
Además, con especial atención hay 6.700 niñas y niños. Esto porque están en riesgo de desnutrición. A ellos también se les entrega un componente alimenticio de apoyo para la familia y componentes especiales para que recuperen el peso rápidamente. Asimismo, desde la regional se adelantan programas educativos, para que mientras los menores se recuperan, se inculquen soluciones más integrales y más a largo plazo.