Este martes, la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, instaló la primera reunión de la comisión asesora de política de drogas, que cuenta con la participación del expresidente César Gaviria y el general (r) Óscar Naranjo.  En el encuentro, la titular anunció un revolcón en la política de narcóticos al señalar que el Gobierno propondrá la despenalización de la dosis mínima de drogas sintéticas.  En caso de que el Legislativo apruebe la iniciativa, se autorizaría el porte y el consumo mínimo de drogas de diseño como las metanfetaminas y el éxtasis. En el país solo está autorizada esta medida para la marihuana y la cocaína. "La Corte Constitucional aún no ha hecho ningún pronunciamiento sobre el asunto y la propuesta en el nuevo Estatuto Antidrogas parte de homologar la cantidad de droga ya permitida por decisión judicial, con una cantidad del mismo equivalente en drogas sintéticas", explicó Correa, quien en días pasados aludió a la importancia de propuestas de solución más audaces ante la prevención del consumo de drogas ilícitas y la problemática del narcotráfico. La iniciativa se entregará al Congreso bajo el respaldo del Estatuto Antidrogas, un proyecto en construcción que, antes de llegar al Congreso, pasará por la Fiscalía y las cortes. Daniel Mejía, director del Centro de estudios sobre seguridad y drogas de la Universidad de los Andes (CESED), habló con Semana.com sobre la propuesta. "Hay que definir niveles críticos de dosis mínima. No es tarea fácil, pero es algo que cualquier política pública tiene que hacer, para que no se llenen de consumidores las cárceles, las estaciones de Policía y los centros de reclusión durante las noches. Son consumidores, pero no son consumidores problemáticos", explicó el experto, quien insistió en que se debe definir una dosis mínima por debajo de la cual no es delito la tenencia de drogas. En su criterio, no criminalizar el consumo es un paso adelante. "Es difícil ofrecer programas de rehabilitación cuando a los consumidores se les trata como delincuentes", agregó. Mejía anotó que despenalizar la dosis mínima para las drogas sintéticas es una regulación nueva en el país. "Es importante anticiparse y saber que el consumo y el fenómeno de las drogas sintéticas están creciendo".  Frente a las drogas sintéticas, el experto indicó que se trata de mezclas de productos como "remedios para la gripa". "No provienen de plantas ni laboratorios, se producen en la cocina de la casa con poco conocimiento farmacéutico y se les hace procesos químicos. Por eso, todos los días salen nuevas drogas de diseño", explicó.  Con respecto a la oposición, en su opinión personal, Mejía reconoció que aunque "siempre existirán grupos religiosos y extremadamente conservadores", se debe entender que no funcionó "la prohibición para sacar las drogas de las manos de los consumidores".  "Hay años de evidencia de lucha contra las drogas que comprueban que esto no funciona criminalizando a los consumidores, sino tratándolos como personas", apuntó. "Si hay un adicto criminal, debe estar encarcelado por sus crímenes, no por consumir", reiteró Mejía al recordar que el caso europeo demuestra que el problema de las drogas se debe contemplar como un problema de salud pública porque "es mucho más eficiente para controlar el crimen organizado".  "Es una cuestión de ser pragmático en la política de drogas", concluyó. Tras darse a conocer la propuesta, el Partido Conservador emitió un comunicado en rechazo de la iniciativa. "La despenalización de la droga es un salto al vacío", dijo esa colectividad.  Su presidente, Efraín Cepeda, aseguró que el Gobierno no contará con los votos de la bancada conservadora para la aprobación del Estatuto. "El Partido Conservador no acompañará un estatuto antidrogas que pretenda las despenalización", dijo.  "Para el partido, esta es una decisión que afectaría a toda la sociedad, en especial a la juventud. No me imagino un escenario de despenalización en colegios y universidades, el solo pesarlo es como dar un salto al vacío", insistió el político.