La situación de desplazamiento sigue golpeando con fuerza al país, en gran medida, por el recrudecimiento del conflicto armado en especial en departamentos como Cauca y Chocó.

Así lo informó la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), que reveló un informe sobre las tendencias del desplazamiento forzado en el país con las cifras más importantes sobre este flagelo en el territorio nacional.

Según este reporte, cerca de 64.800 personas han reportado haber sido desplazadas en Colombia en, al menos, 136 eventos masivos entre enero y octubre de 2021, lo que representa un aumento del 198 % con respecto a 2020.

Además, el informe reveló que, de este grupo, cerca de 53.100 personas siguen a la deriva y con incertidumbre de lo que pueda pasar en su futuro. Según el reporte, continúan en el casco urbano de diferentes ciudades tratando de establecerse o tener, al menos, un empleo formal.

Igualmente, de las 64.800 personas que reportaron haber sido desplazadas, 11.700 decidieron retornar a sus lugares de origen a pesar de que muchas aseguran que no cuentan con las garantías de seguridad necesarias para su regreso.

Por zonas del país, el informe reveló que Chocó es el departamento con el mayor número de personas reportadas en confinamiento forzado, en un total del 65 %.

Zonas como Bojayá, Alto, Medio y Bajo Baudó son donde más fuerte golpea este flagelo, especialmente por la presencia de grupos armados ilegales.

El informe reveló, específicamente, que en municipios como Bojayá, Medio San Juan, Istmina y Alto, Medio y Bajo Baudó, en Chocó, existe un aumento de confinamientos del 17 %, comparado con 2020.

Según el reporte, entre enero y octubre de 2021, se recibieron reportes de 51.400 personas se mantienen en confinamiento forzado de las cuales 38.400 son indígenas y 9.900 afrocolombianos, según explicó Infobae.

Igualmente, el informe reveló que Buenaventura, en Valle del Cauca, también tiene un alto porcentaje de personas en confinamiento forzado. En total, 15.000 personas se han visto afectadas por el confinamiento y el desplazamiento masivo.

Además, zonas como Roberto Payán, Maguí Payan, Barbacoas y Tumaco, en el departamento de Nariño, han reportado un aumento en los desplazamientos masivos debido a los enfrentamientos entre bandas criminales.

“Otros eventos que llaman la atención y requieren seguimiento es el Resguardo Indígena Llanos del Yari Yaguará II que está ubicado en tres municipios fronterizos La Macarena (meta), Calamar (Guaviare) y San Vicente del Caguán (Caquetá), donde se desplazaron 53 personas de la comunidad indígena debido a amenazas contra el líder de la comunidad”, aseguró la OCHA, según publicó Infobae.

Vale la pena recordar que en agosto de este año, estimaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF) reportó un aumento de la violencia y el desplazamiento forzado en Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, sur de Colombia.

Tras cinco años de recrudecimiento de la violencia en la subregión del triángulo de Telembí -ubicada en el sur de Colombia, cerca de la frontera con Ecuador- la población de esta zona vive una de sus peores crisis humanitarias en los últimos 20 años.

Esta subregión, integrada por los municipios de Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, se encuentra en crisis por consecuencia de los combates entre los diferentes grupos armados que se disputan el territorio.

Médicos Sin Fronteras (MSF), organización que se encuentra en esta región de Colombia desde el año 2015, trasladó su equipo de atención de emergencias al municipio de Barbacoas en 2020 por los constantes desplazamientos de familias vulnerables, así como por nuevos confinamientos en zonas rurales. Después del Acuerdo de Paz firmado en Colombia en 2016, zonas que antes eran controladas por un solo grupo armado ahora son disputadas por nuevos grupos.

De acuerdo con estimaciones de MSF, en el primer semestre de 2021 fueron desplazadas 21.106 personas en Barbacoas, Roberto Payán, Magüí Payán y Tumaco. Adicionalmente, más de 6.000 personas han sido obligadas a confinarse en sus casas o en sus veredas por consecuencia de la inseguridad, amenazas de los grupos armados, así como por el riesgo que representa la instalación de minas antipersonales.

Teniendo en cuenta que según censos del gobierno colombiano en esta subregión viven aproximadamente 90.000 personas, se calcula que cerca del 23 % de la población ha sido desplazada de sus hogares.

Luis Ángel Argote, coordinador de MSF en Nariño, asegura que la situación ha empeorado: “Actualmente estamos viendo a cientos de familias llegando a las cabeceras municipales de Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, en donde las alcaldías han habilitado algunos albergues, pero estos no han sido suficientes. Hoy vemos hacinamiento, así como condiciones precarias de vida: en muchos no hay acceso al agua, así como tampoco a comida ni medicamentos”.