En las últimas horas, el Ejército Nacional, la Policía, con la dirección de Carabineros, la Fuerza Aérea Colombiana y la Fiscalía General de la Nación, asestaron un nuevo golpe contra las disidencias de las Farc, al destruir una masiva refinería ilegal ubicada en zona rural de Nariño.
La operación para acabar con esta refinería fue llevada a cabo en medio de una operación del Plan Ayacucho.
Este complejo, dedicado a la destilación de crudo, estaba compuesto por válvulas artesanales en el tramo entre los kilómetros 78 al 98, además compuestas por piscinas artesanales con capacidad para almacenar grandes cantidades hurtadas de este hidrocarburo.
Al momento del operativo, el cual no dejó disidentes capturados, en la refinería se estaban destilando hasta 20.000 galones de crudo hurtados al oleoducto Transandino, uno de los más importantes de la región.
“Estas válvulas ilícitas serían de las disidencias de la Segunda Marquetalia, con su estructura Oliver Sinisterra y el comando coordinador de occidente, estructura Urías Rondón en zona rural de Tumaco y Barbacoas en Nariño”, sostuvo el general Carlos Alberto Padilla, comandante (e) de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules.
El Ejército detalló que en el complejo hallaron material empleado para conectar las refinerías, el cual fue destruido de forma controlada por el Equipo de Explosivos y Demoliciones (Exde). Este procedimiento, asegura la institución, no causó daños en el medio ambiente.
Se prevé que con la destrucción de esta refinería se reduzcan los ingresos económicos ilícitos de las disidencias de las Farc, usados para financiar sus actividades terroristas.
De acuerdo con las Fuerzas Militares, el combustible extraído de manera ilegal es usado principalmente para el procesamiento de hoja de coca en los laboratorios de la región del Nariño, “pero también era vendido para contrabando. Los delincuentes lograban sacar crudo avaluado en $3.500 millones, dinero con el que compraban armamento.”, indicó el Ejército.
Gobernador de Nariño pide que se implemente el cese al fuego
El gobernador de Nariño, John Rojas, reiteró que el departamento es una de las regiones más golpeadas históricamente por la violencia, y le pidió al ELN que cumpla con lo que ha manifestado y materialice el cese bilateral del fuego “y de hostilidades en los territorios donde tienen una marcada presencia”.
Rojas también denunció que en las últimas semanas se han reportado más de 17 desplazamientos forzados tras las confrontaciones entre diferentes grupos armados que se disputan el control de este territorio.
“Como autoridades regionales, debemos manifestar que esto no debería ocurrir, ya que existe un proceso de diálogo de paz al que debemos otorgarle rapidez y credibilidad, pues de ello dependerán las decisiones que tome esta guerrilla”, sostuvo.
En esa línea, Rojas le pidió al ELN cesar las intimidaciones contras las comunidades en los municipios donde hace presencia.
“Es necesario que ambas partes definan cuál será el papel de la comunidad en este proceso de paz, ya que esto permitirá construir una propuesta nacional que aborde todas las necesidades que, durante años, han enfrentado las comunidades sumidas en la pobreza debido al conflicto armado”, sostuvo el gobernador, tras señalar que se deben implementar alivios humanitarios que permitan a los pobladores desplazarse sin temor a quedar en medio de enfrentamientos.
El mandatario de los nariñenses aseguró que apoya los diálogos y solicita que esta voluntad de paz no quede en el papel.
De otro lado, el comisionado de Paz, Danilo Rueda, dijo que el proceso de paz ha ido avanzando en los últimos meses y pronto estarán anunciando las novedades del mismo. Igualmente, recordó que luego del acuerdo firmado en México en marzo de este año, establecieron dos compromisos principales: el cese al fuego y la participación de la sociedad en la construcción de la paz.
Por esta razón, Danilo Rueda aseguró que “vamos a lograr un humo blanco en ambas materias, al finalizar este ciclo que termina el 8 de julio”.
Asimismo, según las declaraciones del funcionario, faltan tres o cuatro semanas para que el país conozca nuevos anuncios en materia de la ‘paz total’ que busca alcanzar el Gobierno Nacional y que ha sido tan polémica.
En medio de su pronunciamiento poco fue lo que pudo revelar entonces de dicho proceso, pero aseguró que pese a que cada municipio tiene sus especificidades, trabajan en una planeación similar a la de Medellín y con base en eso han desarrollado los apresamientos y las condiciones básicas para la fase dialógica.