Los diálogos de paz con la guerrilla del ELN completan tres meses de estancamiento por cuenta de diferencias entre las delegaciones y que, al parecer, serán difíciles de solucionar.
Aunque Iván Cepeda y Vera Grabe estuvieron en Caracas (Venezuela) para intentar destrabar el diálogo, el ELN insiste en que el Gobierno Petro ha incumplido algunos acuerdos entre las partes y que por esa razón no es posible seguir adelante con la agenda pactada.
Este lunes 22 de abril, las delegaciones anunciaron que se encontrarán nuevamente del 20 al 25 de mayo en Venezuela, pero no dieron a conocer para qué ni mucho menos los resultados de esta reunión extraordinaria que se sostuvo.
La razón de esa falta de información es sencilla: la crisis sigue, el proceso de paz está enredado y el ELN no seguirá dialogando hasta que el Gobierno Petro suspenda unos diálogos regionales con un frente del departamento de Nariño que se iniciaron en 2023 y han sido los culpables de lo que está pasando.
El asunto de fondo es que las delegaciones de paz pactaron en diciembre de 2022 todas las reglas de juego de la negociación, los representantes de cada parte y la logística de la misma. Dicho pacto se denominó el Acuerdo de México y fue presentado en marzo de 2023 para que el país conociera cómo se adelantaría el proceso de paz y las bases del mismo. Ese pacto dio vía libre a la implementación del cese al fuego bilateral y se creó el Mecanismo de Monitoreo y Verificación.
Justamente en una de las visitas del mecanismo al departamento de Nariño, se evidenció que el Gobierno Petro había abierto un diálogo con un grupo del ELN que opera en esa zona y que es comandado por Gabriel Yépez Mejía, alias HH. Esto ocurrió en agosto de 2023 y desde esa época vienen las diferencias entre las partes y se explica por qué ese proceso no avanza.
Desde aquella época, según el ELN, ese “acuerdo rechazado en el cuarto ciclo de conversaciones, donde el Comisionado de paz de ese entonces, se comprometió a dejar de desarrollar su plan de actividades con los frentes del ELN en las regiones y a coordinar su trabajo con la Mesa de diálogos de paz”.
El argumento de Pablo Beltrán y de los otros negociadores de la guerrilla para pedir la suspensión de esos diálogos regionales, obedecía a que, alias HH “estaba llamado a responder en un proceso disciplinario interno por violar la política del ELN de deslinde categórico con el narcotráfico, articulado en operaciones con sectores de la inteligencia estatal”.
Después de ese episodio, el Comando Central del ELN envío una carta al presidente Gustavo Petro donde se le contó que ese diálogo regional estaba fragmentando la mesa de diálogo y se le explicó que ese grupo del ELN en Nariño estaba cometiendo acciones que violaban el cese al fuego bilateral. “En esta carta se denunció que dichas actividades con el grupo de Gabriel Yépez Mejía (H), eran violatorias del Protocolo principal que rige el Cese Bilateral, en los siguientes numerales: #2- no realizar acciones de inteligencia. #8- no desarrollar operaciones de desmovilización individuales y/o colectivas y de desarticulación de ninguna forma a estructuras del ELN. #9- no planear ni desarrollar, ni facilitar que se ejecute alguna operación que conlleve perfidia”.
En enero de 2024 la delegación del ELN reiteró al Gobierno Petro que esa facción en Nariño estaba metida en negocios de narcotráfico, pero el comisionado de Paz, Otty Patiño, decidió seguir adelante y el gobernador de Nariño invitó a alias HH y a ese grupo a un diálogo regional.
Desde ese momento los diálogos están congelados y el Comando Central del ELN puso en duda la continuidad del proceso de paz y calificó la acción del Gobierno como perfidia al incumplir lo pactado entre las pares. “El 19 de marzo, el Comisionado Otty Patiño anunció la conformación de una comisión estatal para adelantar un desminado humanitario en Nariño con el grupo de Gabriel Yépez Mejía (H)”, dice el ELN.
Para la guerrilla ese diálogo paralelo del Gobierno Petro con unos 200 hombres en Nariño es un reconocimiento político a una disidencia de esa guerrilla y ese asunto no se ha podido solucionar. “Esta política de Paz Total del Gobierno, que insiste en el fracasado modelo pacificador impuesto con perfidia, va en contravía del Acuerdo de México, por lo cual el ELN la rechaza. Para salir de esta crisis del proceso de paz, el Gobierno debe renunciar a la perfidia y retornar a cumplir los Acuerdos de la Mesa con el ELN”.
En el marco de todo este escenario, las delegaciones se encontraron en la reunión extraordinaria, pero no hubo avance alguno y las delegaciones se mantienen en sus posturas y con el riesgo de que la negociación se rompa.
En todo caso el único proceso de paz estable del Gobierno Petro era con el ELN y ahora esa situación cambió drásticamente y la paz total cada día tambalea más.