Diana Patricia Gómez llegó a un centro de atención inmediata de la localidad de Bosa sin signos vitales. Antes de ser trasladada al lugar médico, Gómez se había enfrentado a la realidad que han vivido en Bogotá más de 6.000 ciudadanos durante el 2018: el robo de bicicletas. Pero a diferencia de la mayoría de estas víctimas, la historia de Diana terminó en tragedia. Esta semana, delincuentes la interceptaron para robarle su vehículo y en medio de un forcejeo le dispararon indiscriminadamente, sin decirle nada, sin escucharla. Diana tenía dos hijos adolescentes y trabajaba en el Instituto de Recreación y Deporte (IDRD). Precisamente, se dirigía hacia un establecimiento educativo de la entidad. La mujer transitaba en compañía de otras dos funcionarias del IDRD. Le faltaban tres minutos de camino cuando fue abordada por los atracadores. Puede leer: Más de 835.000 bogotanos prefieren la bicicleta para movilizarse Las primeras versiones de las autoridades aseguran que durante el recorrido, Diana llevaba arrastrando su bicicleta, estas dos personas se le acercaron y la amenazaron. Ella se habría resistido al asalto. Entonces, uno de los hombres sacó un arma de fuego y le disparó en el pecho. Herida, tendida en una calle del sector Villa Natalia en el sur de Bogotá, ante la mirada atónita y nerviosa de quienes se encontraban cerca del lugar, Diana luchó por su vida. En cuestión de minutos fue trasladada por la Policía al centro de salud, pero en el camino perdió la batalla. En Bogotá todavía había sol cuando su vida se oscureció. Diana había dedicado dos de sus 36 años a la Institución y según su familia era una mujer dedicada a su trabajo que tenía entre sus planes más grandes tener una casa propia. Ahora, quienes truncaron ese sueño son un objetivo de la Policía de Bogotá que ofreció 20 millones de pesos a quienes entreguen información que les permita capturar a los delincuentes que al parecer pertenecen a la banda de atracadores Los niche. Especial: Bogotá se mueve en bicicleta Por el momento, las cámaras de seguridad y los testimonios de algunos testigos que observaron el crimen y la fuga de los asaltantes, hacen parte de la investigación que adelantan las autoridades. La Policía publicó, luego de los hechos, un retrato hablado de una de las dos personas que participaron en el asesinato. Según el general Hoover Penilla, comandante de la Policía de Bogotá, el hurto de bicicletas se ha convertido en una actividad frecuente en la ciudad. "Salen en las mañanas a buscar dónde acechan a su posible víctima y esperan a que se encuentren en condiciones de desfavorabilidad", dijo. Según el general, a pesar de que Bogotá lidera la reducción de homicidios en el país, casos como el de Diana no dejan de ser contradictorios. "Es triste que a alguien le disparen en el corazón por robarle una bicicleta", dijo en medio de lágrimas la madre de Diana, Luz Marina. Ella y el resto de la familia, intentan comprender los hechos en los que su hija cayó al suelo mientras sin éxito, los vecinos intentaban auxiliarla. Le puede interesar: ¿Por qué Duque iba a la fija al proponer seguridad para Bogotá? Con los hechos, Diana se convirtió en el segundo rostro de una tragedia que enluta a familias de Bogotá. Hace un año, en la localidad de Kennedy fue asesinado Dairo García, un joven de 33 años a quien también intentaron hurtarle su bicicleta. Su caso se convirtió en un símbolo de este tipo de robos. De hecho, esta semana fue presentado en el Congreso un proyecto de ley para proteger la vida de los biciusuarios que lleva su nombre. Colectivos de ciclistas, Fiscalía, Policía, MinTransporte, Secretaría de Movilidad de Bogotá y Secretaría de Seguridad, participaron en el desarrollo de la iniciativa del partido Mira con el que que buscan, entre otras cosas, crear un Registro Único Nacional de Bicicletas -RUNB, para la identificación, seguridad, control y protección de los biciusuarios en todo el país. Se espera que con la ley, se realice con mayor eficiencia una extinción de dominio a locales o establecimientos donde se comercialicen bicicletas hurtadas o sus partes, crear una red entre biciusuarios y autoridades y, un programa de rutas seguras en las que estas sean vigiladas constantemente para proteger a los usuarios que transitan en estos vehículos; así lo explicó la representante a la Cámara por Bogotá Irma Herrea. "Debemos pensar mas allá y acabar con la cadena criminal que hay en torno al hurto de bicicletas en el país. El proyecto es un salvavidas para los ciclistas de Colombia que enfrentan la muerte cada día pedaleando", explicó la congresista. Le sugerimos: Los Lisos, la banda que usaba una niña con Síndrome de Down para cometer sus robos Según la Secretaría de Seguridad de Bogotá, en la capital en los primeros siete meses del 2018, el robo de bicicletas aumentó respecto al año anterior en más de 1.933 casos, alcanzando los 4.011 robos. Suba, Engativá, Kennedy, Usaquén y Teusaquillo son las localidades de la capital en la que más se presentan este delito. Y en toda la ciudad han muerto al menos 24 personas durante este año también por el hurto de bicicletas. Por eso, la entidad pidió al Congreso tener medidas más concretas. Por su parte, el secretario de Seguridad, Jairo García, le exigió al Capitolio apoyar las propuestas de la Fiscalía para endureder las medidas sobre los delincuentes reincidentes. "Le pedimos al Congreso que el tema de las armas blancas no sea considerado como un delito solo del Código de Policía sino también como un tema penal", dijo. Sin embargo, el camino que tendrán que recorrer las autoridades para controlar estos delitos será largo, tiene que ser de doble vía. No será fácil proteger la vida de ciclistas como Diana Patricia sin la ayuda de los ciudadanos. Puede interesarle: Justicia por mano propia, 6 de cada 10 bogotanos justifica los linchamientos El caso de Diana ha despertado la solidaridad de decenas de ciudadanos que pidieron que su crimen no quede impune.