El caso de Diego Palacio se ha convertido en uno de los tire y aflojes más importantes de la nueva Jurisdicción Especial para la Paz. El exministro del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, condenado por cuenta del escándalo de la Yidis-política, había sido el primer alto funcionario de esa colectividad en buscar acogerse a la JEP. Sin embargo, este viernes un juez negó la posibilidad de recobrar la libertad por esa vía."No entendemos con qué rasero a uno de los responsables del club El Nogal lo dejan en libertad, mientras que a mi hermano le niegan ese beneficio", le dijo Guillermo Palacio a Semana.com. Y es que, curiosamente, el mismo juez que le concedió la libertad condicional a Herminsul Arellán Barajas, el cerebro del ataque en el corazón de Bogotá, se la negó a Palacio.Le puede intersar: Palacio, Uscátegui y Arias Cabrales, los primeros en llegar a la JEPUno de los argumentos por los que se creía factible su llegada al alto tribunal  -que se está conformando- es que la justicia especial tiene que ver con que los delitos condenados por la Corte Suprema de Justicia tenían como fin asegurar la reelección de Uribe con el propósito de continuar la seguridad democrática, prioridad de ese gobierno. El expresidente había alcanzado éxitos militares notables frente a la guerrilla, especialmente de las FARC, pero consideraba que para terminar la tarea de derrotarla necesitaba estar cuatro años más en el poder. El propio presidente, en su momento, hablaba de que “la cabeza de la serpiente aún está viva”, para defender su necesidad de seguir en la Casa de Nariño.También puede ver: “Si veo garantías, me acogeré a la JEP”: Diego PalacioY es que con el clima político que imperaba en 2006 la reelección de Uribe se asociaba con la continuidad de la seguridad democrática y con mantener la ofensiva contra las FARC. Testimonios de la época demuestran que el imaginario colectivo relacionaba la reelección con el conflicto interno y con la seguridad democrática.Palacio perdió la primera prueba de fuego a la hora de demostrar que la JEP sí tiene competencia sobre su caso. Sin embargo, mientras no estén claras las reglas de funcionamiento del tribunal para los agentes de Estado distintos a fuerza pública, es incierto el panorama judicial que le espera al exministro y si podrá o no apelar la decisión y postularse nuevamente.