El director de la Dijín de la Policía Nacional, general Fernando Murillo Orrego, se presentó ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) para explicar la presencia de agentes de la Institución durante las diligencias del exjefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, situación que llevó a suspender en dos oportunidades las audiencias.

El oficial respondió frente al incidente de desacato que le abrió la Sección de Ausencia de Reconocimiento por no atender las medidas cautelares que exigían que las audiencias de Otoniel eran reservadas. Frente a esto, el general aseguró que existía un motivo de seguridad nacional que obligaba la presencia de agentes de un grupo especial de la Policía a estar en la sala y estar pendientes del narcotraficante.

En este sentido, según se pudo conocer, el general Murillo puso de presente el riesgo inminente de fuga o de un intento de rescate que existe, hecho por el cual se adoptaron varias medidas con el fin de minimizar estas posibilidades.

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) abrió un incidente de desacato y citó a declarar al general Fernando Murillo Orrego, director de la Dijín de la Policía Nacional, por las acciones que han llevado a interrumpir en dos oportunidades la declaración del exjefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel.

Ante las preguntas de los magistrados de la Sala, el director de la Dijín puso de presente los casos del jefe de la banda criminal ‘Cordillera Sur’, Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba, y el de la excongresista Aida Merlano, quienes se fugaron de la cárcel. Debido a esto, citó que estos casos no se pueden repetir bajo ninguna circunstancia.

Por informes de seguridad se sabe que existe un plan para rescatar a sangre y fuego a Otoniel, situación por la cual se extremaron las medidas de seguridad y protección. Estas se han modificado frente a las salidas del exjefe del Clan del Golfo a diferentes diligencias judiciales.

En su intervención, el general Murillo Orrego aseguró que los protocolos exigen aumentar las medidas de protección, hecho por el cual los agentes de policía están siempre fuertemente armados, esposar a Otoniel de pies y manos y dejarlo así durante todas las diligencias y que un agente siempre esté junto a él, para que no pierda de vista sus movimientos.

Por la presencia de los agentes de la Policía en dos oportunidades se tuvo que suspender la declaración de Otoniel. La primera interrupción se presentó el 10 de marzo, cuando Otoniel iba a declarar en el subcaso que hace referencia a los falsos positivos que se registraron entre 2008-2010 en el departamento del Casanare. En esa oportunidad, el narcotraficante fue trasladado esposado de pies y manos por cuatro agentes de la policía que estaban fuertemente armados.

Pese a las constantes peticiones de la magistrada que presidía la sesión para que los cuatro agentes se retiraran de la sala, los mismos indicaron que no podían hacer eso puesto que existían motivos de seguridad nacional. Esto llevo a cancelar la audiencia al considerar que no existían las garantías procesales.

Debido a esto, el pasado 12 de marzo, la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la JEP emitió medidas cautelares para ordenarle a la Policía Nacional garantizar la reserva y privacidad del interrogatorio de Otoniel. Igualmente, se le hizo un llamado de atención al director de la Dijín.

“Ordenar al director de la Dirección Nacional de Investigación Criminal e Interpol de la Policía Nacional (Dijín), mayor general Fernando Murillo Orrego, que se abstenga de realizar actuaciones que afecten la reserva de las diligencias judiciales con la presencia de personal uniformado o ajeno al convocado en las providencias en las salas de audiencia, y en general acciones que obstaculicen la práctica de testimonios u otras diligencias del señor Dairo Antonio Úsuga David ante la JEP o la CEV y garantice su reserva”, dice el documento.

El pasado martes 21 de marzo, la audiencia programada por el caso 04 ‘Situación territorial de la región de Urabá’ también tuvo que suspenderse puesto que varios agentes de la Dijín no dejaron cerrar la puerta de la sala de audiencias. En ese momento también se argumentó un motivo de seguridad nacional.

Por considerar que no existían las garantías para continuar la audiencia, se aplazó de manera indefinida. En esa oportunidad, igualmente, se le envió una petición a la Policía para que explicara los motivos de estas interrupciones.