Desde la noche del lunes se empezaron a escuchar rumores de la renuncia del general Juan Carlos Rodríguez, como comandante de la Policía Metropolitana de Cali, pero solo hasta hace poco minutos el director de la institución, general Jorge Vargas, confirmó su salida y anunció la llegada de quien quedará al frente de uno de los retos más grandes que se afrontan en esa región, por cuenta de las violentas protestas que ya completan 20 días.
Pese a que se han tejido muchas hipótesis frente a la salida de Rodríguez, que van desde amenazas, solicitud de su renuncia por supuesta falta de planeación en la estrategia operacional y descontento por el hecho de que enviaron a tres generales con mayor jerarquía que él a apoyar su región, el general Vargas manifestó que la decisión está argumentada en temas familiares.
“El señor general Juan Carlos Rodríguez, quien voluntariamente pidió el retiro, me manifestó que lo hizo por unos temas familiares, los cuales respetamos y le damos las gracias por todo su trabajo en la Policía Nacional”, fueron las palabras de Vargas, quien resaltó la labor que desempeñó el alto oficial durante más de 30 años de servicio a Colombia.
Por otro lado, le dio la bienvenida a quien asumirá el cargo, el general Juan Carlos León, quien se desempeñaba como comandante de la región de Policía número siete. “Ha sido comandante de varias unidades operativas durante toda su carrera profesional, tiene una vasta experiencia en seguridad ciudadana y convivencia”, señaló el director de la Policía haciendo hincapié que su hoja de vida le dan buenas bases para enfrentar los retos que está viviendo la ciudad de Cali. “Sé que tendrá una relación armoniosa con las autoridades, con la comunidad y con todos los policías para brindar seguridad a esa hermosa ciudad”, puntualizó.
La renuncia del alto mando se da en un momento de coyuntura. Su retiro habría estado motivado por temas personales, como lo anunciaron hoy oficialmente. Sin embargo, ese argumento es cuestionado, pues es difícil pensar que decidió dejar su misión de restablecer el orden. Algunas de las fuentes consultadas por SEMANA consideran que esta es una postura políticamente correcta para no evidenciar lo que habría de fondo y allí nacieron las siguientes hipótesis.
Amenazas:
Desde el pasado 28 de abril, cuando arrancó el paro nacional, en las redes sociales empezó una arremetida contra la fuerza pública. Entre los mensajes que circularon se conocieron amenazas de muerte a servidores públicos; de hecho, en lo corrido de las manifestaciones, solo en el Valle 300 policías han resultado heridos.
A su vez, se han hecho señalamientos en los que indican que Rodríguez habría cometido delitos de lesa humanidad dentro de la jornada. Frente a lo anterior, cabe recordar que el pasado 10 de abril el mismo oficial manifestó que todo corresponde a falsos e irresponsables señalamientos que “son parte de una estrategia de desinformación en redes sociales, que no solo busca difamar mi buen nombre y mi labor como policía de Colombia, sino también desestabilizar la institucionalidad, infundir temor y manipular a la sociedad sin importar la consecuencia que pueda conllevar”.
Por otro lado, ese día a través de un comunicado, el oficial dejó claro que en sus 32 años en la Policía Nacional (desde 1989 que ingresó a la Escuela de Cadetes General Santander), “no he sido objeto de ningún antecedente penal, proceso judicial en curso o condena por delitos de lesa humanidad y homicidio”.
Le pidieron la renuncia:
Al parecer, sus superiores habrían identificado falta de planeación a la hora de atender la emergencia, lo que habría incrementado el inconformismo de la ciudadanía, por lo que para volver a ganar su confianza tomaron la decisión.
Cabe recordar que el alcalde también solicitó en las últimas horas la renuncia protocolaria de todos los miembros de su gabinete, con la misma finalidad.
Se sintió sin mando:
Altas fuentes consultadas confirmaron que desde hace unas semanas el general Rodríguez estaba inconforme con la decisión de que tres generales más llegaran a su metropolitana, pues al parecer sentía que los tres oficiales de mayor antigüedad le quitaban autonomía en sus decisiones. Por lo cual decidió dar un paso al costado.
Sin embargo, hay quienes aseguran que, pese a que existía un mando jerárquico, Rodríguez nunca perdió la titularidad de su comando y era él quien lideraba las decisiones y operaciones; los otros generales apoyaban los planes estratégicos.
Rodríguez estará en el cargo hasta el próximo fin de semana. En Cali permanece el subdirector general de la Policía, Hoover Alfredo Penilla. El director de la Dijín, el general Fernando Murillo dijo que ya se regresó a Bogotá para liderar las investigaciones a nivel nacional.
Por su parte, para la recuperación de las vías, el general Juan Libreros, director de Tránsito y Transporte a nivel nacional, viajó de Providencia a Pereira para liderar los operativos de restablecimiento de la movilidad.
El general Rodríguez llegó a la comandancia de la Policía de Cali en enero de 2021. Previamente había ocupado la dirección de Contrainteligencia de la institución.
También fue comandante de la Policía en el departamento de Nariño y ocupó la subcomandancia de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá. En diciembre de 2019 fue ascendido al grado de brigadier general.
Cuando asumió el cargo en enero pasado, manifestó que su tarea era trabajar por la seguridad de los más de 2,5 millones de habitantes de la ciudad.