Semana.com: Usted tiene la tarea de medir la deforestación en el país. ¿Qué siente cada vez que recibe este informe?Omar Franco: La generación de este informe es tal vez una de las tareas del Ideam que los colombianos menos conocen. Pero también es una de las que realizamos con mayor pasión, dedicación y empeño. Cada vez que el equipo de profesionales finaliza un periodo de monitoreo y me avisan que está listo para publicarlo me entra una sentimiento de zozobra y luego de tristeza al saber que miles de hectáreas de bosque han desaparecido en todas las regiones del país. No hay una que se escape de esta problemática. Ahora, luego siento algo de esperanza porque confío en que esta información servirá para tomar mejor decisiones y tal vez revertir este panorama.Semana.com: ¿Cómo le fue a Colombia en el último informe?Omar Franco: A nivel nacional se identifica un total de 124.035 hectáreas deforestadas en el año 2015. Esto representa una reducción de un 12% en la superficie deforestada si lo comparamos con el año anterior (2014), cuando en el país se perdieron 140,356 ha de bosque natural. Esta es una noticia alentadora, pero no debemos bajar la guardia. Aunque la deforestación bajó, los bosques que se pierden aceleradamente en regiones como el Caribe, son reducidos en área e importantes para mantener servicios como el agua. Semana.com: ¿Dónde se produce la mayor parte de la deforestación?Omar Franco: La generación de datos que ha realizado el IDEAM para los últimos 25 años de monitoreo (1990-2015) de la deforestación en el país, nos han permitido identificar que la Amazonía y los Andes son las regiones más afectadas por la deforestación. El noroccidente de la Amazonia colombiana, es el sector que acumula cerca del 50% del total de la deforestación nacional. Este sector es el que hemos venido denominando el “arco de la deforestación” que comienza en el piedemonte del putumayo en límites con el Ecuador, continua en Caquetá, todo el Sur del Meta y finaliza en el sector occidental del Guaviare. En este “arco” la mayor superficie deforestada se concentra en el departamento del Caquetá, una de cada cinco hectáreas deforestadas en Colombia ocurre en este departamento.Semana.com: ¿Porque la deforestación sucede de manera tan agresiva en la Amazonia?Omar Franco: Desde la época de la Colonia y en nuestra historia republicana los colombianos tradicionalmente nos hemos asentado en las regiones de los Andes y el Caribe. Hoy cerca del 70% de la población del país está concentrada en estas dos regiones por lo cual todo el aparataje institucional y productivo también se concentra allí. Por mucho tiempo se consideró a la Amazonia, el Pacifico y la Orinoquia como frentes de colonización, haciendo que estas regiones se mantuvieran apartadas del desarrollo económico y con presencia estatal muy rezagada, lo cual permitió el surgimiento y consolidación de intervenciones ilegales sin control efectivo tales como cultivos ilícitos, minería ilegal, afectación en Parques Nacionales y las reservas forestales nacionales. La amazonia contiene el 67% del bosque del país y sobre ella operan toda esta clase de intervenciones ilegales.Semana.com: ¿Cómo mide el Ideam la deforestación?Omar Franco: Medir la deforestación es un esfuerzo enorme. Tenemos un Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono (SMBYC) que establecimos con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), gracias al apoyo de la Fundación Gordon y Betty Moore, Ecopetrol S.A. El SMByC es un sistema robusto que genera monitorea los bosques y cuantifica la deforestación a partir de la integración de datos de imágenes de satélite e información de campo. El Sistema opera conforme a estándares reconocidos internacionalmente, dentro de ellos los de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático -CMNUCC. La misma Convención, órgano máximo en materia de política internacional de cambio climático, ha evaluado al SMBYC concluyendo que los métodos, datos e información utilizados proveen información transparente, consistente y precisa con altos estándares de calidad.Semana.com: ¿Qué tecnologías se usan?Omar Franco: El sistema de monitoreo de bosque utiliza tecnología de punta para la generación de los datos de monitoreo. Por ejemplo, ahora estamos en la capacidad de utilizar todo el catálogo de imágenes de satélite Landsat disponibles para un año de monitoreo. Es decir, para nuestro más reciente reporte anual del año 2015 utilizamos cerca de 1250 imágenes, cuando hace cinco años apenas lográbamos procesar cerca de 100 imágenes por periodo de monitoreo. Este incremento exponencial de capacidades se ha dado en gran parte a la capacidad de nuestros técnicos y el intercambio con grupos internacionales (por ejemplo U. Maryland, U. Boston, NASA, CSIRO en Australia, JAXA en Japón, etc.) que nos ha permitido generar algoritmos hechos a la medida de las necesidades del país. También, ha sido el reflejo de la inversión en tecnología de procesamiento que el IDEAM ha emprendido en los últimos tres años, en este tiempo con recursos del país hemos invertido más de un millón de dólares en nuestro Centro de Datos, poniéndolo a la altura de los mejores del país.Semana.com: ¿Qué produce la deforestación?Omar Franco: De acuerdo con los datos más recientes generados por el IDEAM, a 31 de diciembre de 2015 el país contaba con cerca de 59,6 millones de hectáreas de bosque natural, de hecho es el tipo de cobertura que más tenemos en el país, el 52,2% del territorio emergido es bosque, pero también por ello es el tipo de ecosistema que más presiones sufre a lo largo y ancho del país.Semana.com: ¿Presiones cómo cuáles?Omar Franco: Podríamos decir que el bosque en Colombia se está perdiendo principalmente por la potrerización, es decir, la transformación de uno de los boques más biodiversos del planeta a nuevas áreas de pastos, dedicados o no a la ganadería. También, la deforestación en el país está mediada por la ocurrencia de fenómenos ilegales como la extracción ilícita de minerales (principalmente oro de aluvión) y los cultivos de uso ilícito (principalmente coca). Para el año 2015 cerca de 8.000 hectáreas de bosque natural fueron deforestadas directamente por minería ilegal de oro, y se evidenció que cerca del 31% de la deforestación estuvo asociada a la ocurrencia de lotes de coca.Semana.com: ¿Y qué más?Omar Franco: Otro factor relevante es el desarrollo de infraestructura vial no planificada, esta situación es evidente en el occidente del departamento del Guaviare donde desde finales de 2012 se desarrolla ilegalmente, y sin mediar ningún proceso de licenciamiento ambiental, la denominada vía “marginal de la selva” que pretende conectar el piedemonte amazónico con la Orinoquia colombiana. Asimismo, la influencia del fenómeno del niño y la utilización de malas prácticas de manejo del bosque influenciaron la ocurrencia de incendios forestales en muchas áreas del país.Semana.com: ¿Cuál es el riesgo que enfrentan los bosques en Colombia?Omar Franco: La deforestación acumulada en Colombia en los últimos 25 años ya alcanza los 6.36 millones de hectáreas, si colocáramos toda esta área en un solo lugar seria tan grande como todo el departamento de Antioquia. Este proceso de deforestación ha activado dos factores de riesgo muy peligrosos para el país: 1) La pérdida de conectividad del bosque, y 2) la degradación de suelos por erosión.Semana.com: ¿Qué problemas genera eso?Omar Franco: El primero de ellos podría alterar los flujos de los servicios que presta el bosque a la sociedad, generar efectos devastadores en los patrones de biodiversidad, por darle un dato, actualmente solo se mantiene un sitio de conexión directa entre los bosques amazónico y andinos, este es el Área de manejo Especial de La Macarena conformado por los PNN Cordillera de los Picachos, Tinigüa y Sierra de La Macarena, el DMI Macarena y la Reserva Forestal de la Amazonia, este corredor protegido permite la “conexión” entre los Andes y la Amazonia, pero está siendo rápidamente afectado por la deforestación, generando fragmentación de ecosistemas, pronunciando el efecto borde y generando la pérdida de hábitats.Semana.com: ¿Y la degradación de suelos?Omar Franco: Desde el IDEAM publicamos la situación del país frente a este fenómeno y logramos por primera vez alertar al país del riesgo evidente de la deforestación. Cuando todos nosotros pensamos en erosión en Colombia se nos viene a la mente zonas de departamentos del Caribe como La Guajira, Cesar, Sucre o áreas andinas como Boyacá, Huila, Tolima o Cauca, sin embargo el efecto de la deforestación acumulada en estos últimos 25 años ha generados también nuevos frentes de erosión moderada y en muchos casos severa asociados a los hotspots de deforestación en Putumayo, Meta, Guaviare y Caquetá, que están mediados por malas prácticas de manejo y conservación de suelos.Semana.com: ¿Si la deforestación sigue, cuál es el riesgo para el país?Omar Franco: La superficie de bosque en Colombia viene disminuyendo, frente al constante aumento de la población y por ende de la demanda de alimentos y tierras productivas. Ante este panorama solamente la incorporación del bosque como parte de nuestro ideario de país permitirá su conservación y manejo sostenible. El riesgo es perder todos los bienes y servicios que obtenemos del él y papel crítico que juega para conservación misma del planeta, no habrá un planeta viable sin bosques.Semana.com: ¿Por qué son importantes los bosques?Omar Franco: Los bosques son importantes para el planeta y también para el bienestar humano. Son reguladores del clima, pero también fuente de bienes, servicios y medios de subsistencia proveyendo aire y agua limpias, conservación de biodiversidad y mitigando el efecto del cambio climático.Los bosques absorben y almacenan grandes cantidades de Carbono tanto en su estructura como en el suelo mismo; conservan la mayor parte de la biodiversidad del planeta; proveen agua limpia, alimento y son fuente de medios de vida; reducen la vulnerabilidad ante desastres y eventos extremos; además de ser espacios espirituales para comunidades ancestrales, y de recreación y cultura para todos nosotros.Adicionalmente, el 43% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el país están asociadas con cambios en el uso del suelo, incluida la deforestación. Si atacamos esta problemática de forma efectiva, ya estaremos dando un gran paso para cumplir con nuestra meta internacional de reducción de emisiones.Semana.com: En el acuerdo de Paris Colombia se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en donde la deforestación tiene una participación importante. ¿Cuál es la estrategia para cumplir con esta meta?Omar Franco: El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha invertido esfuerzos considerables en la consecución de recursos de cooperación provenientes de socios internacionales que están convencidos del enorme potencial que tiene Colombia para contribuir, desde la reducción de la deforestación, en la lucha global contra el cambio climático. Además de este gran logro, se están impulsando estrategias que van desde el fortalecimiento de los operativos y acciones de control, hasta la generación de alternativas productivas sostenibles en territorios críticos de deforestación como la Amazonía.La labor del IDEAM es y seguirá siendo indispensable para cumplir con las metas de país frente a la deforestación y sus emisiones por tres razones: i) estamos haciendo un monitoreo cada vez más oportuno en dónde está ocurriendo la deforestación y quiénes la causan, información fundamental para tomar acciones más rápidas y acertadas; ii) cuantificamos qué significan los cambios en los bosques del país en términos de emisiones de gases de efecto invernadero y iii) entregamos una línea base de información confiable, transparente y robusta para habilitar la implementación de programas de cooperación que ayuden al país a financiar la lucha contra la deforestación.Semana.com: ¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de las veces que ha estado en los bosques colombianos?Omar Franco: Salvo muy pocas excepciones en el mundo, en ningún otro país pueden encontrarse riquezas naturales, culturales y espirituales de tan alto valor asociadas con los bosques como en el nuestro. Ningún colombiano debería dejar de reflexionar sobre qué puede hacer desde su posición para contribuir a su conservación, a su uso racional, independientemente de la posibilidad de estar cerca o no de ellos. La compra de productos de madera legal y la denuncia de acciones que atenten contra los bosques son parte de estas decisiones personales que son el principio del cambio.