Una gran división se presenta a esta hora al interior de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia tras la sorpresiva renuncia de Amelia Pérez Parra a la terna para el cargo de fiscal general de la Nación. SEMANA pudo conocer que un grupo de magistrados insiste en continuar con la sala plena programada para este martes mientras que otro grupo asegura que la inesperada dimisión obliga a suspender la sesión.
Una alta fuente le confirmó a SEMANA que la renuncia de alguna de las ternadas, por protocolo, generaría la suspensión inmediata del proceso de elección, por lo que lo más probable es que suspendan la sesión programada para las 9 de la mañana de este martes.
Tras presentar su carta irrevocable ante el presidente de la Corte Suprema, Gerson Chaverra, la exfiscal Amelia Pérez se dirigió directamente a la Casa Nariño, en el centro de Bogotá, donde le comunicó su decisión al presidente de la República, Gustavo Petro Urrego.
El jefe de Estado deberá designar a una nueva persona para la conformación de la terna, en la cual ya se encuentran Ángela María Buitrago y Luz Adriana Camargo.
De esta forma quedará suspendida la elección de la terna del fiscal general para el período 2024-2028. El pasado 31 de octubre, Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia dio por iniciada la discusión formal frente a la terna.
“Es menester señalar que conforme a lo establecido por la Corte Suprema de Justicia, a partir de hoy el presidente de la República no podrá reemplazar ni modificar la terna”, detalló en esa oportunidad el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Fernando Castillo Cadena.
De esa forma se fijó que el respectivo cronograma para el estudio de la terna que incluía la apertura de un micrositio web el 7 de noviembre para que la ciudadanía presentara sus observaciones frente a las tres postuladas.
Para esto, se abrirá un micrositio en la página web de la Corte Suprema de Justicia para que presenten sus respectivos comentarios y observaciones. Igualmente, fueron publicadas las hojas de vida de las ternadas.
¿Por qué renunció?
En una carta de dos páginas presentada ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Gerson Chaverra, la exfiscal presentó sus argumentos para dimitir: “Obedece al surgimiento e interferencia de factores extraños a una tranquila y pacífica elección, los cuales han sido atravesados por episodios perturbadores, como, por ejemplo, el cuestionamiento a opiniones ajenas a la suscrita difundidas en las llamadas redes sociales, pero que, absurdamente, han sido a mí atribuidas sin fundamento alguno, en una anormal postura de querer explicar el inexistente delito de opinión”.
Dice, además, que tales opiniones son elaboración exclusiva y excluyente de un tercero, pero que sus consecuencias, “increíblemente, deben ser asumidas por persona distinta a quien las emitió, en un claro desconocimiento del principio universal del derecho penal, según la cual, la responsabilidad es estrictamente individual y/ o personal”.
En segundo lugar –según Pérez–, “los inéditos episodios emergidos en este proceso de elección han tocado las puertas de la quizá principalísima virtud de todo ser humano, bien igualmente personalísimo como es la dignidad, injustamente ultrajada y vituperadas por circunstancias completamente ajenas a quien adquirió la condición de sujeto pasivo de tales despropósitos”.
Al parecer –dice la excandidata a fiscal–, “asistimos, la suscrita y todo mi entorno familiar, a una revictimización que parece no tener fin, aparte de la violencia de género fundamentada en trinos cuya autoría es completamente ajena a la suscrita”.
La tercera razón de su renuncia, de acuerdo con Amelia Pérez, es “la imperativa necesidad y obligación de dejar a salvo de todo riesgo y peligro a lo más preciado que existencialmente tengo”. Se refiere a Manuel Antonio y Nicolás Gregorio, sus hijos, y a su compañero permanente de vida, como la llama en la misiva.
Precisamente, los trinos en redes sociales de Gregorio Oviedo, el esposo de Pérez, contra la prensa y especialmente las mujeres, generaron un rechazo entre los magistrados de la Corte Suprema que, sin duda, le quitaron el respaldo a la hora de votar.
Y siguió: “Debo advertir a usted que en todo este penoso y vergonzoso periplo hubo expresiones populares espontáneas que expresaron su apoyo a la posibilidad de que uno de los suyos (al menos, así lo interpreto) llegara a dirigir la Fiscalía General de la Nación en un momento histórico para este país”.
A ellos –añadió–, “gratitud perenne e infinita y sinceras disculpas por no haber tenido la oportunidad de contribuirles en medio de la crisis que se padece”.
Agradeció también a los 23 magistrados de la Corte Constitucional y a quienes le brindaron su apoyo.
Terminó su carta explicando que lo único que la guio desde el primer momento de su designación fue el de “tratar de contribuir a la consecución o, al menos, tratar de morigerar sus causas, de esos bienes supremos que nuestra Carta Política consagra y protege como son la justicia social y una paz duradera para todo nuestro pueblo”.