Abril y mayo serían los meses en que mayor precipitaciones se podrían presentar en Bogotá, partiendo de los registros históricos de las lluvias en la capital del país en años anteriores.
Con este aumento en las lluvias se prenden las alertas de posibles deslizamientos de tierra en diferentes puntos de la ciudad. En diálogo con SEMANA, el director del Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (Idiger), Guillermo Escobar, afirmó que los lugares más afectados en la ciudad podrían ser aquellos en donde se presentan asentamientos de viviendas irregulares, lo que podría generar los movimientos en masa.
“Bogotá tiene nueve localidades que se encuentran en laderas, que van desde la parte norte de Usaquén hasta los cerros surorientales de Ciudad Bolívar y Usme, pero tampoco podemos dejar de lado que Suba también tiene una condición de ladera. En estas localidades, lo que ha venido desarrollando el sistema de emergencia es un proceso de sensibilización y concientización para que la población cada vez tenga menos afectaciones”, aseguró Escobar.
En ese proceso, el Distrito evaluó 924 predios durante el año anterior y producto de esas evaluaciones se determinaron algunos puntos que son inestables y se generaron varias actas de recomendación de reubicación o de restricción de estos lugares, “esto con el objetivo que en las temporadas invernales, las persones no se asienten en estos lugares que pueden ser críticos”, precisó el director del Idiger.
Las localidades en donde más se evaluaron predios para analizar su estabilidad fueron Ciudad Bolívar con 368, San Cristóbal con 109 y Santa Fe con 87. Este proceso de prevención podría evitar que en la capital del país sucedan hechos lamentables como el ocurrido en la madrugada del 8 de febrero en Dosquebradas, Risaralda, donde un movimiento en masa le causó la muerte a 16 personas y dejó 35 heridos.
“Tenemos que estar preparados para que en las diferentes temporadas de lluvias podamos seguir en Bogotá con indicadores de cero víctimas fatales. Sin duda, hemos tenido afectaciones en viviendas, en infraestructura, en algunos cuerpos de agua, pero seguimos trabajando para disminuir la afectación en las personas y eso lo logramos acatando esas actas de evacuación”, complementó el director Escobar.
En lo corrido de 2022 se han atendido 151 eventos asociados a lluvias, especialmente por la concurrencia de encharcamientos, afectación de arbolado, granizadas y vendavales. Así mismo, se han identificado 273 puntos críticos en las localidades de ladera, lugares que presentan monitoreo constante en cuanto a las condiciones de lluvia y el comportamiento del suelo.
De otro lado, otra de los mayores afectaciones que se podría presentar en medio de la temporada de lluvias que se avecina, es el encharcamiento de agua y/o inundaciones en diferentes corredores viales de la ciudad, principalmente por la cantidad de basura que obstaculizan los sistemas de alcantarillado.
“Las basuras constituyen uno de los mayores factores de afectación frente a las lluvias. Bogotá drena de manera natural de oriente a occidente y cuando las personas arrojan escombros o así sea el papelito más mínimo al sistema de alcantarillado o cuerpos de agua, pues cuando viene esta temporada de lluvias, el proceso de discurrir se hace mucho más demorado y nos afecta”, dijo el funcionario.
Aunque arrojar basura a las calles podría considerarse un mal menor por parte de las personas, la realidad es otra, porque todo esto, además de los encharcamientos, también podría ocasionar represamiento de los cauces de cuerpos de agua y finalmente traer consecuencias mayores.
A la largo de 2021, de acuerdo con el Idiger, se presentaron 3.035 eventos asociados a las lluvias en la ciudad, que van desde caída de árboles, encharcamientos e inundaciones, movimientos en masa, vendavales y hasta crecientes súbitas, siendo las localidades de Usaquén, Suba y Engativá las más afectadas.
“El año anterior tuvimos 3.035 situaciones que ameritaron el concurso de las entidades del sistema distrital de emergencias, la principal de ella tuvo que ver con encharcamientos, luego viene el tema de afectación de arbolado y le sigue la que en todo el país genera mayor afectación y está referida a los procesos de fenómenos de remoción en masa y deslizamientos, así como los asociados a los desbordamientos de los cuerpos de agua”, subrayó el director del Idiger, Guillermo Escobar.
Así las cosas, a lo largo del año anterior, el Idiger entregó ayudas a 607 familias, que corresponden a 1.253 personas y 4.065 ayudas físicas. En estas ayudas humanitarias se invirtieron más de 260 millones de pesos.