Diez meses han pasado desde el atroz asesinato de la DJ Valentina Trespalacios, cuyo cuerpo sin vida fue hallado con evidentes signos de tortura dentro de un contendor de basuras en la localidad de Fontibón, en el occidente de la capital de la República. Por estos hechos fue detenido, cuando intentaba fugarse, el ciudadano estadounidense John Nelson Poulos, quien sostenía una relación con la joven de 23 años.
Este lunes, después de muchos ires y venires, iniciará formalmente el juicio contra Poulos por los delitos de feminicidio agravado y ocultamiento de elementos materiales probatorios. En la diligencia judicial, que se llevará a cabo frente al juez décimo de conocimiento de Bogotá, la Fiscalía General expondrá su teoría del caso.
Acto seguido empezarán a declarar los testigos de la Fiscalía, entre los que se encuentran los agentes que recibieron la alerta por el hallazgo de un cuerpo en el contenedor de basura, los peritos que realizaron el estudio del cadáver.
Igualmente, declararán los familiares y amigos más cercanos de la joven quienes expondrán la relación tóxica, y el comportamiento posesivo de Poulos quien en más de una ocasión le revisó a la DJ sus conversaciones de WhatsApp y la cuestionó por las publicaciones hechas en su cuenta de Instagram.
Con estas declaraciones se buscará deslumbrar la forma en cómo Poulos contrató incluso a un detective privado para que le realizara seguimientos a la joven en un evento de música electrónica que se realizó en Bogotá. Esto con el fin que recopilara información sobre las personas con las que se veía y su comportamiento.
Igualmente, se presentarán los videos de las cámaras de seguridad de diferentes establecimientos que registraron las últimas horas de vida de la joven. En todas ellas se ve en compañía de Poulos.
“La Fiscalía lo acusa a usted de generar agresiones a Valentina Trespalacios, sufrimientos por los golpes en la cara y extremidades, así como el estrangulamiento que le generaron la muerte, así como violencia psicológica por sus constantes celos y amenazas, así como que había contratado un investigador privado para controlarla”, advirtió el delegado del ente investigador en la lectura del escrito de acusación.
Igualmente, se manifiesta que con sus actos afectó la vida e integridad de Valentina mientras sostenían una relación sentimental. “Lo acusa por ejercer actos de instrumentalización de la mujer, contratar a un investigador, tener casos celotípicos, controlar las decisiones de amigos y las decisiones que una mujer toma en su vida”, aclaró el fiscal. “Esto es violencia de género”.
En el escrito de acusación se indica que el ciudadano estadounidense, entre el 19 y 22 de enero de 2023, convivió en el apartamento que había alquilado por medio de una aplicación en el norte de la capital de la República. Durante estos días, como revelan las historias de Instagram publicadas por la joven, estuvieron en diferentes eventos en Bogotá.
Pese a que a su llegada al país Poulos le aseguró que quería quedarse definitivamente a vivir en Colombia y comenzar una nueva etapa en la relación, lo cierto es -y como arrojaron las pruebas- que el estadounidense solamente alquiló por cuatro días el apartamento 802 del edificio Kapodocia, en la calle 101 con 21.
En la madrugada del 22 de enero, según revelan las pruebas técnicas, la golpeó en el cuerpo de manera violenta y en repetidas oportunidades y, acto seguido, procedió a estrangularla. Posteriormente, y con toda la sangre fría, empacó su cuerpo en una maleta de viaje, metiéndola a la fuerza y dejando su cabeza por fuera.
Tras ocultar todo con una sábana, la sacó del apartamento, subió la maleta a un carrito de supermercado y entró al ascensor para posteriormente dirigirse al estacionamiento donde se encontraba un vehículo que también había arrendado y con el cual se movilizó en su estadía en Bogotá.
Pocas horas después, arrojó la maleta en un basurero. Después, eliminó varias conversaciones que estaban en WhatsApp para posteriormente botar el celular en un parque cercano. “En su proceso de huida de Colombia, se dirigió al aeropuerto El Dorado con la finalidad de abordar un vuelo con destino a la ciudad de Panamá”.
En el escrito de acusación de diez páginas, la Fiscalía General sostiene que -teniendo en cuenta las declaraciones de familiares y amigos de Valentina, así como las pruebas periciales- permiten concluir que John Poulos era un celopata y controlador. “Le inspeccionaba y vigilaba las redes sociales a Valentina Trespalacios Hidalgo con la finalidad de conocer quiénes eran sus seguidores y amigos, luego le hacía reclamos por su comportamiento o el de sus amistades hacia ella”.