SEMANA: ¿Cuál es la verdadera situación de David Murcia en este momento? ¿Cuándo estaría regresando a Colombia? Robert Abreu: La verdadera situación es la siguiente. Él cumple su sentencia el 11 de noviembre, según informa el récord del buró de prisiones de Estados Unidos. Como él no es ciudadano ni residente en Estados Unidos, automáticamente pasa a custodia del servicio de inmigración de los Estados Unidos para un proceso de deportación. Esto es algo común y corriente que hacen con todas las personas extraditadas a Estados Unidos una vez cumplan su sentencia. Ese proceso dura un promedio de dos a tres semanas. Algunas de las cosas que se hacen durante ese tiempo es que validan que tengan pasaporte vigente colombiano y coordinan con las autoridades para cuando lo vayan a recibir, en qué vuelo, etcétera. Al cabo de dos o tres semanas debería estar de regreso a Colombia. Aunque yo he visto demorarse hasta un mes, dependiendo de cuántos casos hay delante de él. SEMANA: ¿Cuáles fueron las condiciones con las que Estados Unidos finalmente lo sentenció y le otorgó beneficios de pena? R.A.: A él lo extraditaron y la Fiscalía de Estados Unidos pidió inicialmente 20 años por el lavado de activos. Obviamente tuvimos como inconveniente que varias personas en el caso decidieron cooperar con las autoridades americanas y básicamente decidieron ser testigos en contra de David. No obstante, después de muchos meses de trabajo, se logró demostrarle ciertas cosas a la Fiscalía que no eran como ellos decían, no eran cien por ciento verídicas. Se negoció una sentencia de 9 años de prisión, la cual David aceptó, sin que en ningún momento se sentara con las autoridades de los Estados Unidos. De esos 9 años le rebajaron todo el tiempo que duró detenido en Colombia bajo la orden de extradición. Además, le rebajaron el tiempo que estuvo detenido en Estados Unidos antes de la sentencia. Y el buró de prisiones terminó rebajándole alrededor de un 15 por ciento por buen comportamiento. Así que en total de los 9 años terminó cumpliendo 6 años y 2 días aproximadamente de la sentencia. SEMANA: ¿Qué pasó con esas acusaciones contra Murcia por nexos con Macaco y Chupeta? R.A.: Puedo decir que en las pruebas que el Gobierno norteamericano me entregó a mí como abogado defensor, yo no he visto ninguna que lo vincule a él con ninguna de esas personas que usted menciona. SEMANA: ¿Se descarta el nexo de DMG con capos del narcotráfico? R.A.: No hay ninguna prueba de que David Murcia Guzmán recibió directamente una valija de dinero de un narcotraficante. Pero como él es el jefe de la organización hubo quizá personas que sí recibieron algo de dinero indebidamente. Ese dinero hace parte de DMG, y cuando deciden acusar a ese grupo, una que otra persona dice que recibió dinero y salen argumentando que David tenía conocimiento de eso. Como abogado es muy difícil comprobar que eso es verdad o no. Una cosa es una prueba física, en donde tienes un video, una fotografía, y otra cosa es alguien diciendo: "Él sí sabía porque yo lo vi". Pero prueba directa, contundente, no existe. El manejo de DMG era tan grande que hubo muchas irregularidades adentro de la misma. Por ejemplo, yo he visto en la serie de pruebas que me entregaron que está interesado quizá en comprar un terreno, o un edificio, o una propiedad. Y yo he visto y escuchado llamadas donde antes que le den el precio a él, le suben dos o tres veces el valor para robarle la plata. Entonces, como había tanto dinero en esa empresa hubo muchas personas que se aprovecharon del flujo de dinero para robar. Y sí, aparentemente uno que otro sí aceptó grandes cantidades de esas personas, pero no hay ninguna prueba que vincule a David Murcia directamente recibiendo esa plata. SEMANA: El delito por el que él termina respondiendo es lavado de activos, pero ¿qué vinculación tiene con Estados Unidos específicamente? R.A.: A él le propusieron una inversión en Estados Unidos, a través de una cuenta de inversión en Nueva York. Además, le propusieron la compra de varios inmuebles aquí en Miami, varios apartamentos para ser específico. Él autorizó esa inversión. Sin embargo, por la forma que se cambiaron los pesos a dólares, Estados Unidos alegó que hubo uso del mercado negro de pesos y que recibieron dinero en México del narcotráfico. Hay dos alegaciones, una es la de recibir dinero en México, que no tiene nada que ver con Estados Unidos. Pero en realidad lo piden allá por la forma en que se cambiaron los pesos a dólares, en la forma en que se invierte en Estados Unidos se consideró que fue un lavado de activos. Ahora, él no tuvo nada que ver en la forma en que se cambió su dinero pero como él dio la autorización lo consideraron parte de la conspiración. SEMANA: ¿Parte del acuerdo al que él llegó con EE.UU. incluyó plata? R.A.: Firmamos un documento de reintegro con la Fiscalía. En esa transacción que le propusieron a David se enviaron 2 millones de dólares en una cuenta de inversión en Nueva York. Y se compraron varias propiedades aquí en Miami, varios apartamentos en la zona Brickell. En total, suman alrededor de 7 millones de dólares. Como parte de la negociación, nosotros (David, el fiscal y yo) firmamos un acuerdo en donde se entregó ese dinero a EE.UU., se pidió que fuera reintegrado a las víctimas de DMG, fue una cosa que David pidió específicamente, no está en el acuerdo, pero nos dijeron que iban a ver qué podían hacer. Yo no tengo más información, ha sido imposible obtener información, y no he oído nada de que en Colombia hayan recibido ese dinero para reintegrarle algo las víctimas. Pero eso fue el propósito de entregar ese dinero, por eso ejecutamos ese documento. SEMANA: Murcia ha insistido de una manera vehemente en que es un perseguido político. Usted, que es su abogado ¿cómo calificaría este proceso en Colombia y en Estados Unidos? R.A: Yo veo el caso de él de la siguiente forma: David Murcia, nunca tuvo interés en hacer negocios con Estados Unidos, de hacer absolutamente nada con Estados Unidos. Tenía un imperio hecho en Colombia, en Panamá y en muchos otros países de América Latina. A él le presentan esta oportunidad de este negocio y los consejeros que tenía a su alrededor le dicen que lo debería hacer, que debería invertir. Esa fue la razón de la inversión, no que él decidió un día "voy a invertir en Estados Unidos". En la forma en que le plantean eso, en la forma en que se llevó a cabo, yo tiendo a pensar que le prepararon el camino para este indictment. Creo que quizá el Gobierno colombiano, la Fiscalía colombiana, pensaron que si lo llevaban a Estados Unidos, -y quiero aclarar que no estoy diciendo que el Gobierno colombiano preparó el caso de esa forma-, pero se preparó de una forma en que pensaban que él iba a Estados Unidos a cumplir 20 años y se iban a deshacer de él por ese tiempo. Pero como le digo, una serie de pruebas se desestimaron, una serie de testimonios y terminó en 9 años que se convirtieron en 6, y ya en un par de semanas él va a estar de regreso en Colombia. Así que, hasta cierto punto, quizá tenga un carácter político. SEMANA: ¿Cuáles fueron esas evidencias que ustedes desestimaron y que representaban más gravedad al proceso de Murcia? R.A.: Con mucho gusto le contesto esa pregunta cuando él ya esté en Colombia y me autorice. SEMANA: ¿Hubo algún tipo de negociación? R.A.: Hubo un pa‘ lante y pa‘ atrás como se dice, desestimando alguna evidencia, desestimando algunas declaraciones, corrigiendo una serie de cosas de lo que pensábamos que eran errores por parte de la investigación. Apenas se pudo aclarar todo eso llegamos a un acuerdo sobre culpabilidad, que son los 9 años que le mencioné anteriormente. SEMANA: ¿El caso deriva en consecuencias para otras personas? R.A.: No creo porque Estados Unidos tiene 5 años a partir de que se cumpla el delito para encausar a la persona, y ya han pasado más de los 5 años desde ese robo de DMG. Así que yo creo que ya ese es el fin de los encausamientos en los Estados Unidos con referencia a DMG. SEMANA: Cuál es la situación jurídica de Murcia en Colombia, ¿llegaría a pagar la sentencia completa de 22 años? R.A.: Tengo entendido que cumple los 22 años. Yo intenté en la negociación que la Fiscalía de Estados Unidos le pidiera al Gobierno colombiano que le hicieran valer el tiempo que iba a estar detenido en Estados Unidos. Pero nunca el Gobierno colombiano estuvo de acuerdo. Mi pensamiento es que llegue a cumplirse esa sentencia y rebaje de algún modo. Habrá que verlo entonces con los abogados colombianos cuando llegue allá.