Las disidencias de Iván Mordisco que delinquen en el departamento del Cauca, luego de que fuera lanzada operación militar Perseo en su contra en la región de El Plateado, enviaron emisarios vestidos de civil e hicieron correr una dura advertencia a los pobladores para que no vendieran ningún producto a los militares o asumirían las consecuencias después de que el Ejército se fuera del lugar.
En un documento de inteligencia de la fuerza pública- conocido por SEMANA- fue recopilada la información con la orden que dieron los cabecillas, que fue transmitida voz a voz, en el corregimiento considerado como uno de los fortines de la estructura narcotraficante.
Los pobladores no podían entregar a los uniformados comida, elementos de aseo, o medicamentos, porque de hacerlo, sus vidas correría peligro al igual que sus negocios. “Inicialmente, los comerciantes tuvieron que aceptar esa cobarde imposición, aunque las tropas llevaban suficientes provisiones para mantenerse, la actitud de los pobladores de El Plateado y el Cañón del Micay fue cambiando de manera paulatina”, señala el documento en poder de SEMANA.
De acuerdo con el documento, alias Giovanny y alias el Mocho, cabecillas de las disidencias en el Cauca, fueron los que enviaron emisarios para que atemorizaran a los comerciantes de el Plateado y el caños del Micay. Pero con el paso de los días y al hacer presencia permanente los efectivos de las fuerza pública, los comerciantes accedieron a venderle productos a los militares.
En la mencionada zona además se han entregado 80 toneladas de ayudas humanitarias que fueron donadas por la Unidad de Atención y Reparación Integral de las Víctimas. La operación Perseo fue lanzada por el gobierno nacional en una de las convulsionadas zonas del Cauca, que se ha visto afectada por la presencia permanente de las disidencias de las Farc, que lanzan ataques contra la fuerza pública y la población civil.
Una de las complejidades que ha tenido la fuerza pública para ingresar a esta zona y al cañón del Micay, es la instalación de minas antipersona por parte de las estructuras Carlos Patiño, Dagoberto Ramos y Jaime Martínez que delinquen con mayor fuerza en el Cauca, desde donde buscan controlar negocios ilícitos como narcotráfico.
En medio de las operaciones militares, el Ejército ubicó uno de los puestos de mando de las disidencias de las Farc que estaba acondicionado con 20 cámaras de vigilancia, desde donde se monitoreaban los movimientos de los pobladores y además se custodiaba una fábrica de explosivos para atacar a militares y policías.
“Destacar que desde hace meses se venía haciendo reconocimiento de este sitio, dónde se pudo evidenciar cómo los integrantes de la Carlos Patiño llevaban a mujeres y menores de edad, poniéndolos en peligro ante la presencia de los explosivos que fabricaban en este punto”, indicó el coronel Alexander Da Silveria, Comandante del Grupo de Caballería Mecanizado N.°3 General José María.