En menos de 20 días se han registrado dos accidentes de helicópteros de la Fuerza Pública en Colombia, causando la muerte de varios miembros de la tripulación. El más reciente incidente ocurrió este jueves, 22 de febrero, cuando un helicóptero de la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional perdió comunicación mientras sobrevolaba el suroeste antioqueño.
La aeronave, un UH-60 Black Hawk con matrícula PNC0614, despegó de Medellín con destino a Tuluá, en el Valle del Cauca, para realizar labores de mantenimiento. Sin embargo, se perdió del radar al cruzar la vereda San Pablo, en Caramanta, Antioquia.
Tras recibir informes de un fuerte estruendo, las autoridades encontraron la aeronave siniestrada y confirmaron la muerte de los cuatro miembros de la tripulación: el mayor Juan Carlos Morales, el capitán César Andrés Rodríguez y los subintendentes Rafael Antonio González y Féder Alejandro Celis.
El alcalde de Caramanta, Juan Esteban Correa, lamentó el siniestro y, en conversación con SEMANA, explicó que todavía se adelantan las labores en terreno para esclarecer las causas que desencadenaron la emergencia.
“Es un terreno montañoso, de difícil acceso, de mucha altura, que en las mañanas se presenta mucha nubosidad. Entonces puede haber muchos factores externos que hayan incidido en lo ocurrido”, dijo el mandatario local.
Los cuatro uniformados que fallecieron luego de un trágico accidente del helicóptero fueron los mismos que en el UH-60 Black Hawk se encargaron de realizar la búsqueda de Mane Díaz, el papá del jugador del Liverpool Luis Díaz, cuando estuvo secuestrado por la guerrilla del ELN el año pasado.
En esta operación, que estuvo a cargo de la Policía por 10 días seguidos y en la que estuvo al frente el general William René Salamanca, director de la Policía Nacional, la tripulación que lamentablemente falleció fue la encargada de realizar los sobrevuelos de ubicación y de inteligencia.
Este trágico suceso se suma al accidente de un UH-60 Black Hawk, de matrícula 2188, del Ejército Nacional el pasado 5 de febrero en Unguía, Chocó, en el que perdieron la vida el mayor Karol Felipe García, el teniente Jhon Barbosa, el sargento Javier Reino y el capitán Darío Bernal Toloza, dejando además tres uniformados heridos.
El helicóptero despegó de la base militar binacional de Cuti, en Unguía, y tenía como misión abastecer a la Unidad España 2 y transportaba víveres para las tropas.
La Oficina de Seguridad Aérea de la Aviación Policial llevará a cabo la investigación sobre las circunstancias que rodean el accidente del helicóptero de la institución, con la posibilidad de solicitar apoyo a la empresa fabricante, Sikorsky Aircraft Corporation, de Estados Unidos.
En cuanto al accidente del helicóptero militar, se indicó desde la institución castrense que se abrirá una investigación interna para poder establecer las causas del accidente y de esta manera determinar responsabilidades; asimismo, establecer si se trató de sobrepeso al transportar los víveres para las tropas.
Aunque los hechos son aislados, sí hay preocupación por las aeronaves que transportan al personal policial y militar que, incansablemente, recorren el país para hacerles frente a estructuras criminales, combatir la delincuencia y salvaguardar el territorio nacional.