Marta Lucía Ramírez se convirtió en la primera mujer vicepresidenta del país. Un hecho histórico que generó una alta expectativa por su larga trayectoria diplomática y política. Ha sido ministra, embajadora, senadora y dos veces candidata presidencial. Sin embargo, la segunda al mando ha protagonizado varias polémicas que han terminado por impactar directamente al presidente Duque. Algunas han sido por temas de forma, y otras más de fondo y con el funcionamiento de la Casa de Nariño y la relación con los ministros. A pocos meses de iniciar el Gobierno, se refirió a Duque como el “presidente Uribe” y desde ese momento sus críticos han aprovechado cuaquier lapsus para cuestionarla.
Las redes sociales han jugado en su contra. El pasado 20 de julio, en la instalación del Congreso, ella misma dejó en evidencia al presidente Duque refiriéndose a la senadora Aida Avella como “la vieja esa”. La vicepresidente borró el trino, y Duque tuvo que salir a explicar que fue una expresión coloquial, y no pretendía faltarle el respeto a la congresista. Otra decisión de la vicepresidenta que causó controversia fue por una carta que le envió al comandante de las Fuerzas Militares, el general Luis Fernando Navarro, en la que sugería reglamentar el servicio militar igualitario entre hombres y mujeres. La Vicepresidencia salió al momento a aclarar la información, diciendo que se había malinterpretado y que lo que se sugería era incentivar el desarrollo de las mujeres militares y de Policía. Cuando inició la pandemia, dijo una frase que muchos sectores calificaron de infortunada dada la grave crisis económica que enfrentan millones de hogares. Dijo que no hay que “estar atenidos a ver qué hace el Gobierno”. En su defensa dijo que cuando lo mencionó se refería a que cada uno debe actuar con responsabilidad y pidió excusas.
De todos, el episodio más cuestionado fue cuando se conoció que su hermano pagó una condena por narcotráfico hace 23 años en Estados Unidos. El hecho lo desconocía la opinión pública y el propio presidente Duque. Marta Lucía Ramírez dijo que se lo había contado a los jefes que consideraba debían saberlo y esto tampoco cayó muy bien. Al respecto, Duque ha dicho que le impactó la situación, la entendió y la acompañó, pero reconoció que le hubiera gustado saberlo previamente.
También ha tenido que dar explicaciones por negocios comerciales junto a su esposo con el narcotraficante Memo Fantasma. Ante la publicación del portal Insight Crime, la vicepresidenta denunció al periodista y algunos lo interpretaron como un intento de censura. Finalmente retiró la demanda y explicó que se trató de un negocio legal que cayó en manos equivocadas y que en su momento no había referencias judiciales de Memo Fantasma. En las últimas semanas, la vicepresidenta creó un portal llamado Marta Lucía Responde, donde explica en detalle todos los episodios por los que ha sido criticada. El hecho llama la atención porque nunca antes se había visto que un alto mando del gobierno creara un portal para responder cuestionamientos. También el presidente Duque tuvo que dar marcha atrás con un decreto que le otorgaba unas funciones muy amplias a un consejero de la vicepresidenta, pues se iba a convertir en el supervisor de la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, muy cercana a Marta Lucía Ramírez. La ministra iba a renunciar si dicho consejero se convertía en su jefe, algo atípico en la estructura de la Casa de Nariño, pues el jefe de los ministros es el presidente. El decreto cambió por completo y el problema se solucionó. A pesar de las salidas en falso, nadie pone en duda las calidades profesionales y la larga experiencia de la vicepresidenta. Es una mujer competente y que conoce el Estado. Además, el presidente Duque siempre la ha respaldado.