En los últimos días, se conoció el caso de Camilo Restrepo, un ingeniero a quien habrían drogado para robarlo con una sustancia conocida como “droga Z”, que es comúnmente utilizada por los criminales debido a su efecto sedante, que les permite hurtar las pertenencias de sus víctimas sin resistencia.

Restrepo se encontró con un familiar en horas de la noche en un establecimiento para jugar billar, cuando, al parecer, dos mujeres los abordaron suministrándoles la droga, esto con el objetivo de robarlos.

Aunque su familiar pudo escapar, el ingeniero fue retenido por las presuntas atacantes, y su cuerpo fue posteriormente encontrado en la sede de Medicina Legal de Bogotá, donde fue reportado como no identificado, pues no tenía documentos. El hombre habría sido atropellado por un vehículo, debido al estado en que se encontraba por la droga.

Estos casos no son ajenos a la población, pues en el país es común que los ladrones usen sustancias como la escopolamina o la burundanga para aprovecharse de sus víctimas, las cuales quedan en estado de indefensión.

Por lo general, los delincuentes agregan la escopolamina a las bebidas, de esta forma quien está ingiriéndola no identifica ninguna anomalía. Foto: Getty Images | Foto: Getty Images

SEMANA consultó a Julieth Sánchez Doncell, médica toxicóloga y especialista en toxicología clínica, quien explicó qué son estas drogas, cuáles son los efectos que tienen en el organismo y por qué son tan peligrosas cuando se utilizan con estos fines delictivos.

SEMANA: ¿Qué son las “drogas Z”?

Julieth Sánchez Doncell: Son medicamentos formulados, deben ir bajo prescripción médica, y son los medicamentos que nosotros conocemos como hipnóticos sedantes, sobre todo como inductores de sueño. Estos los usamos con mucha precaución, porque generan dependencia cuando se emplean a largo plazo.

SEMANA: ¿Dentro de estas están la escopolamina o burundanga?

J.S.D.: En Latinoamérica tenemos muy acuñado el término escopolamina, o burundanga, y ahora que se empiezan a conocer estas “drogas Z”, que es el término para referirse a lo que se hace en la práctica delictiva. La burundanga o escopolamina empezó en los años 80, o más atrás solo como escopolamina, pero hoy en día se hacen combinaciones de medicamentos como las benzodiazepinas u otros hipnóticos sedantes, que la idea no es nombrarlos para acercarlos más a la población.

SEMANA: ¿Y qué tanto se sigue usando la escopolamina?

J.S.D.: La escopolamina es este árbol que llaman comúnmente ‘borrachera’, y tiene una hoja que parece una trompeta de ángel. La gente cuando dormía debajo de estos árboles se levantaba diciendo que habían quedado completamente dormidos y no se acordaban de qué era lo que había pasado, es porque dentro de esta flor vienen unas semillas, y en ellas hay un polvo blanco, que es lo que se usa para escopolamina.

Yo no te puedo decir que no la sigan usando, pero la realidad es que, si la usan, la forma de detección se da más que todo en Medicina Legal, y realmente conseguirla es muy engorrosa. Es mucho más engorroso que conseguir uno de estos medicamentos que son bajo fórmula médica.

SEMANA: ¿Cuáles son los efectos de estas sustancias?

J.S.D.: Tú entras en un estado de sumisión química, lo que quiere decir que accedes a hacer cosas que, generalmente, no accederías a hacer, y tiene el fin de manipular tu voluntad.

Producen una cosa que se llama amnesia anterógrada; es decir, que tú no recuerdas lo que estás haciendo ni una hora antes de que te administran la medicación, y lo acompaña de un efecto de sedación, y, en algunos casos, de desinhibición.

Por eso, cuando se nos va la mano puede pasar que el paciente empiece con cuadros como de psicosis: súper alterado, teniendo alucinaciones, una desorientación temporal. Y, algunas veces, después caen a la baja, se duermen, y les llegan a dar cocaína para contrarrestar este efecto de las benzodiazepinas.

Entonces, cuando hacemos los exámenes nos damos cuenta de que están positivos para benzodiazepina y para cocaína.

SEMANA: ¿Cómo pueden suministrarlo los delincuentes?

J.S.D.: Pueden incurrir a dártelo de muchas maneras, pero la principal debe ser por vía oral. Se escucha que “me echaron en una revista”, “me echaron un polvo en la calle”, y la realidad es que para hacer este estado de sumisión tan marcado debe ser bajo la ingestión por líquidos o sólidos de estas sustancias.

Se usa mucho el café en los pacientes mayores, porque disimula muy bien el sabor. Entonces, pueden usar un hidrocarburo para marearte, y en ese momento llega alguien a auxiliarte y te dice “no, mire, tómese este poquito de agua”, y es ahí, en el momento del auxilio, donde otra persona -que seguramente es parte de este complot- te administra uno de estos medicamentos de sumisión química.

La puerta de entrada, generalmente, no es el robo sino cuando estamos de fiesta. La droga más utilizada de sumisión química a nivel mundial es el trago. Hay un estudio que se hizo en el Hospital Infantil San José, en el que se encuentra que la sustancia que más se usa es el etanol, el trago, seguida por las benzodiazepinas en todo lo que se refiere a víctima de agresión por robo.

SEMANA: ¿Qué prevenciones se pueden tomar?

J.S.D.: Realmente la primera prevención es: no descuide su bebida alcohólica, no se emborrache de manera indiscriminada. Y ya viene la parte como de autocuidado, de no recibir bebidas extrañas cuando te sientas mareado. Uno tiene un tiempo muy corto para avisar, llamar a la familia y decirle: estoy mareado, estoy en tal parte, recójanme, sin acceder de pronto a ir a la casa de alguien a que te pueda auxiliar.