Los episodios de inseguridad en Bogotá parecen cruzar una raya más triste con cada caso que se conoce. Una familia en Bogotá vive en este momento un doble drama: por un lado, fueron víctimas de un aterrador robo en que los encañonaron a todos –incluida su pequeña de siete años– por llevarse el carro; y, por el otro, la pérdida irreparable de uno de los miembros de su hogar, Minnie.
La perrita shih tzu estaba en el asiento de atrás del carro cuando se produjo el robo. Tatiana Lopera y su esposo, Diego Piza, estaban regresando el pasado domingo 24 de octubre de un viaje con su familia. Al llegar a su casa, cuando ella estaba abriendo la puerta para ingresar el carro al garaje, dos sujetos los sorprendieron. Los criminales, armados, querían robarse el vehículo de Diego y para ello lo intimidaron a él y a su familia de manera violenta.
Piza le contó a SEMANA que salió del vehículo y le pedía al ladrón que le dejara bajar a su hija que se encontraba en la parte de atrás del automotor. Aseguró que su temor siempre estuvo presente, pensado en que en cualquier momento el ladrón, en medio de la tensión de la situación, accionara su arma de fuego.
La situación era muy difícil. La niña tenía puesto el cinturón de seguridad aún y por eso no fue rápido bajarla del auto. El ladrón no les creyó al comienzo que había una pequeña en el carro y abrió la puerta con desconfianza para buscarla. “La prioridad era la niña y la sensación que le queda a uno es de impotencia, de saber que su hija está en manos de una persona que no le va a doler jalar el gatillo. Mucho miedo sentí, pero logré mantener la calma para que las cosas no se tornaran más difíciles”, señaló Piza.
Tatiana, la mamá de la pequeña, recuerda esos momentos de angustia. “La niña estaba atrás con la perrita. El ladrón la baja forzadamente al piso y ella sale con el cinturón puesto. El hombre se pone nervioso. La perrita, al ver a la niña en riesgo, comienza a ladrar y lo intenta morder”, cuenta la mamá.
Los papás alcanzan a coger a su niña rápidamente, pero el ladrón en ese momento le pega a la perrita y la empuja dentro del carro. “Yo comencé a pedirle que me dejara sacar a Minnie, pero él ya estaba muy nervioso y no permite nada más”. Así, los ladrones terminaron llevándose el carro con la mascota adentro.
Ambos padres, con miedo de que se produjera una balacera, se quedaron quietos. “Sí temí que el ladrón terminara disparando su arma de fuego contra mi hija. En el momento en que la niña estaba enredada en el cinturón de seguridad yo simplemente lo miraba y veía que estaba muy nervioso y asustado el delincuente, y que en medio de esos nervios podría estar disparando el arma de fuego”, enfatizó Piza.
Diego recuerda que eran dos personas armadas quienes los sorprendieron, uno por la parte del copiloto y otro por el lado del conductor. “Una vez revisadas las cámaras de seguridad nos damos cuenta que fue el factor oportunidad la manera como actuaron los delincuentes en este caso”.
La familia no ha podido recuperarse del dolor de perder a Minnie. La perrita había llegado a la familia en junio del año pasado cuando todo el país vivía duros momentos por cuenta del confinamiento. La mascota es hija del perro de la mamá de Tatiana, Napoleón.
Aunque Tatiana y Diego no tenían en sus planes tener perro, la pandemia los hizo cambiar de idea. Tantos días encerrados en casa les hizo pensar que había llegado el momento de tener esa compañía. Su niña con apenas siete años no había podido volver al colegio como antes, pues todas las clases habían cerrado por la pandemia.
Por casualidad de la vida, Napoleón acababa de ser papá. Minnie finalmente llegó en junio. “Era la compañía de mi hija. El carro estaba asegurado, nos van a responder. Nosotros estamos bien. Las cosas materiales al final pasan, pero la perrita es una pérdida enorme”, señala Tatiana.
La mujer narra cómo Minnie cambió a su familia. Llegó en un momento único y todos aprendieron a adaptarse a ella. La perrita al comienzo sentía celos de la niña y luego terminaron siendo inseparables. “Yo la adoro. Para mí es haber perdido un hijo. Es como si se llevaran a otra hija”, cuenta Tatiana.
Minnie, para ella, es una perrita muy “faldera”, sobreprotectora. “Si me sentaba todo un día, ella todo el tiempo estaba ahí conmigo. Manteníamos para arriba y para abajo”, cuenta.
Como eran inseparables, ese día iba con ellos en el carro. No era algo inusual. “Nosotros la llevamos a todo lado. Es muy chiquita, es muy juiciosa. Mantenía con la perrita en el carro, si iba a hacer mercado me la llevaba”, cuenta Tatiana.
La mujer ha inundado las redes con fotos de Minnie. Espera que los ladrones tengan piedad y se la devuelvan, o que si la dejaron en algún lado, alguien los llame y puedan reencontrarse. Hasta ahora no ha habido ninguna esperanza. Apareció un perro perdido que se parecía, pero al final resultó ser de otra familia que ya se reencontró con él.
La pequeña está muy afectada por el impacto del robo y por la pérdida de su gran amiga. Si usted la ha visto, puede comunicarse con Tatiana al 3012636530.