Un profundo rechazo causó en el corregimiento Villagorgona de Candelaria, Valle del Cauca, el asesinato de la niña Sofía Delgado, de 12 años.
Por este hecho fue capturado Brayan Campo, quien posteriormente confesó el crimen. La menor había desaparecido 19 días atrás cuando fue a comprar algunos productos a una tienda, ubicada a escasos metros de su casa, la cual era atendida por el hombre.
El pasado jueves, cuando se conoció el hallazgo del cuerpo de la menor y se supo que Campo era el principal sospechoso, decenas de ciudadanos indignados arremetieron en horas del mediodía contra la casa en la que residía junto a su esposa y le prendieron fuego, causando graves daños materiales.
Posteriormente, máquinas del cuerpo de bomberos de Candelaria debieron llegar a la vivienda ubicada en el barrio La Victoria para detener la conflagración.
Tras lo ocurrido, Leidy Reyes, la dueña de la casa en la que vivían Campo y su esposa, lamentó las afectaciones causadas a la vivienda.
“Ver mi casa así me deja con muchísima tristeza. Me gustaría hacer un llamado a la comunidad para que por favor cesen las acciones en mi casa”, sostuvo al Canal 2 de Cali.
La mujer, además, pidió a las autoridades que la acompañen a instaurar acciones legales contra las personas que incendiaron la casa.
“Confiando en las autoridades correspondientes para colocar las respectivas denuncias, para que la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Candelaria pueda acercarse a nosotros”, expresó.
Previamente, Reyes aseguró que se equivocó al arrendarle la vivienda a Campo y a su esposa.
“Hicimos un proceso, un filtro. Lastimosamente, nos equivocamos, somos humanos. Vimos la opción, nos pareció una pareja normal, con una bebé, y les arrendamos con los papeles correspondientes”, expresó al Canal 2.
Enviado a la cárcel
El pasado viernes un juez envió a la cárcel a Campo tras reconocer ante la Fiscalía General que asesinó a Sofía Delgado.
Por ello, la Fiscalía lo acusó de cuatro delitos: feminicidio agravado, secuestro simple agravado, secuestro simple tentado agravado y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio.
Según conoció este medio, Campo le dijo a un fiscal que asesinó a la pequeña con un objeto contundente al interior de una tienda de mascotas. Posteriormente, se encargó de esconder su cuerpo en un cultivo de caña.
El hombre luego suministró las coordenadas donde estaba el cadáver y funcionarios de la Policía, finalmente, hallaron los restos en una zona de la vía Candelaria-Florida.