El Gobierno nacional empezó a dar las primeras puntadas de lo que espera que sea la nueva reforma tributaria, la cual, según el presidente Iván Duque, se estaría discutiendo a partir del 20 de julio en el Congreso de la República.
El jefe de Estado, al término de una reunión con varios empresarios del país, la cual se llevó a cabo en la Casa de Nariño el martes de esta semana, indicó que la iniciativa no pretende afectar la clase media del país.
Además, el mandatario colombiano señaló que espera que se realice una constructiva discusión entorno a las necesidades que tiene Colombia, por las afectaciones económicas que ha dejado el coletazo de la pandemia del coronavirus en varios sectores productivos.
“Quiero también destacar el compromiso de los empresarios, con la reactivación, no solamente apostando a que el país tenga un buen crecimiento este año, sino también valorar el respaldo a que tengamos a partir del 20 de julio en el Congreso una discusión sana y clara sobre cómo conseguir recursos fiscales para proteger a los más vulnerables”, sostuvo Duque.
“Se deben estabilizar las finanzas públicas de la nación y haciéndola sin tener ninguna afectación ni a la clase y media ni a las más vulnerables, sino todo lo contrario buscando la mayor eficiencia y participación también del sector empresarial en ese propósito”, agregó el mandatario en su intervención.
De acuerdo, con información conocida en primicia por Semana, la nueva reforma tributaria deberá recaudar al menos unos 10 a 12 billones de pesos, de acuerdo con el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).
En ese orden de ideas, y a partir del documento que tiene en su poder Semana, el cual es la hoja de ruta económica del Ejecutivo de aquí a 10 años, se deja claro que los múltiples picos de contagio de la pandemia obligaron al país a implementar nuevamente medidas de confinamiento en el 2021, lo cual impactó los ingresos de los menos favorecidos y del tejido empresarial.
“Lo anterior ha hecho más necesario extender los diferentes programas sociales y de reactivación productiva para proveer soluciones en estos dos frentes”, se desprende del documento. Y va más allá al explicar que para atender estas solicitudes temporales se requieren recursos económicos cuyas fuentes son principalmente ingresos transitorios y endeudamiento por parte del Gobierno.
Lo que está analizando el Gobierno nacional por la difícil situación económica que ha venido atravesando el país es que para solucionar ese panorama, se plantea un incremento de impuestos temporales y una mayor toma de deuda por parte del país. Decirlo es fácil, pero para conseguir ese objetivo se requerirá un fuerte mensaje de que la economía nacional es estable y confiable.
Por último, el Gobierno, por medio del Ministerio de Hacienda, enfatizó en que es necesaria una reforma fiscal de dos etapas, que permita que el país siga teniendo acceso a endeudamiento público externo y se mantenga la confianza inversionista.