El truncado regreso de Salvatore Mancuso a Colombia pasó de ser un lío de consecuencias políticas y diplomáticas a tener un tinte judicial. Una tutela interpuesta por Marina Isabel Rodríguez Fielizzola, hermana de un pastor evangélico asesinado por los paramilitares en Chibolo (Magdalena), acaba de ser admitida por la Corte Suprema de Justicia. El caso quedó en manos del despacho del magistrado Gerson Chaverra, quien decidió vincular a la acción al presidente Iván Duque y al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso. La tutela, además, va dirigida a la embajada de Colombia en Estados Unidos, los Ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores, y la Fiscalía General de la Nación.
Ahora, todas estas autoridades, así como el exjefe paramilitar serán notificados para que se pronuncien acerca de los trámites que se han adelantado en procura de que el exparamilitar regrese a Colombia a cumplir sus compromisos de Verdad, Justicia y Reparación de las víctimas. Durante la acción también estarán llamados a pronunciarse el tribunal superior de Justicia y Paz de Barranquilla, así como el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Cartagena, en donde se lleva un proceso sensible contra Mancuso por el delito de lavado de activos. Este es uno de los procesos clave que tiene la justicia colombiana contra el exjefe paramilitar. Este juzgado de Cartagena prepara el juicio en su contra por haber supuestamente blanqueado dineros a través de las empresas de Enilce López, La Gata, después de la desmovilización. Esta orden de captura no se activó tempranamente porque el juez tuvo que enviarle el proceso a la Jurisdicción Especial para la Paz, que tardó dos años estudiándolo. El pasado 3 de junio la JEP rechazó a Mancuso y con ello el expediente debió volver a la justicia ordinaria, pero es un enigma qué ocurrió después. #AVANCE: La defensa del exparamilitar Salvatore Mancuso da otro paso para evitar que su cliente sea deportado a... Publicada por Revista Semana en Martes, 1 de septiembre de 2020 En cuanto a dos requerimientos de captura internacional del tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla estos se basaron en órdenes de captura por unos 750 crímenes, entre homicidios, desapariciones y desplazamientos. Ninguno de los dos requerimientos llegó ante un juez en Estados Unidos, pues la embajada advirtió un reparo insalvable. Fuentes de Estados Unidos le confirmaron a SEMANA que la embajada las rechazó por tratarse de crímenes admitidos por Mancuso por línea de mando, un tipo autoría que la justicia de Estados Unidos no reconoce, pues su sistema de justicia solo determina responsabilidades de carácter individual. Aunque con estas órdenes de captura se activaron circulares rojas de Interpol para captura en cualquier parte del mundo, no sirvieron para que se estudiara de fondo la extradición. En la acción de tutela, la víctima señala que el envío de Mancuso a Italia “haría nugatorios los derechos fundamentales a obtener justicia, verdad y reparación”. Hacen, además, un ampliado recuento de crímenes cometidos por el exjefeparamilitar en Colombia. Aunque la Corte Suprema de Justicia negó por inviable que como medida cautelar se ordenara a Estados Unidos el traslado de Mancuso a Colombia, ya que una acción de tutela no tiene el alcance para hacer un reclamo de esta envergadura a un Estado extranjero, el magistrado comenzó a estudiar la gestión de Colombia a fondo para pronunciarse frente al reclamo. En este momento la carrera es contra el tiempo, pues Mancuso tiene un equipo de abogados que están insisitendo en la deportación a Italia, mientras que el Departamento de Seguridad ordenó su traslado a Colombia amparado en una decisión discrecional por conveniencia para Estados Unidos. Esta tensión seguramente provocará un nuevo pronunciamiento de los jueces en Estados Unidos y, ahora, de los jueces de Colombia que entrarán a mirar con lupa el trámite.