Son al menos 17 los guardianes del Inpec asesinados en lo corrido del gobierno del presidente Gustavo Petro, a pesar de la promesa de que Colombia sería la “capital mundial de la vida”. Justamente por esa promesa, los mismos guardianes del Inpec le sacan factura al primer mandatario, particularmente cuando se conoce de otro asesinato en Barranquilla.
Los propios guardianes advierten que el dragoneante Valentín Eduardo Payares fue asesinado en la mañana de este jueves cuando salía de su trabajo en el sur de Barranquilla. Se movilizaba en su carro cuando sicarios en moto lo alcanzaron y dispararon de manera repetida. El funcionario lo llevaron a un centro médico donde confirmaron su muerte.
“Atentado criminal silenció a nuestro compañero, un gran PJ Valentin Payares Pertuz, saliendo de trabajar de la penitenciaría del Bosque. En el gobierno que mejor hemos cumplido nuestras funciones, van 17 trabajadores de Inpec asesinados. Presidente Gustavo Petro, no hay reciprocidad”, señaló Óscar Robayo, funcionario del Inpec.
La Policía llegó al sitio del crimen para recaudar los elementos de prueba necesarios que ayuden a establecer o identificar a los responsables del asesinato. Recogen videos de seguridad, declaraciones y rastros que ayuden en la investigación. Los agentes acordonaron el sitio y el vehículo en el que se movilizaba la víctima.
El crimen ocurrió entrada la mañana y cuando la víctima entregaba turno de servicio en la cárcel de Barranquilla. Los asesinos lo abordaron y frente a decenas de personas que se dirigían a su trabajo, le dispararon; no le dieron tiempo siquiera de reaccionar cuando quedó reducido por las balas.
El reclamo de los guardianes por la jornada de violencia en contra de los funcionarios es claro: no pueden ejercer con tranquilidad su labor, si persiste la amenaza de los asesinos, únicamente por cumplir con sus funciones. Están acorralados por la delincuencia que se quiere tomar las cárceles del país.
El Inpec ofreció condolencias a la familia del funcionario, que era integrante de la policía judicial en el instituto, apoyaba las investigaciones por hechos de corrupción y actividades ilegales en el interior de las cárceles. “Acompañamos a sus seres queridos en este difícil momento y solicitamos a las autoridades competentes dar con los responsables de este lamentable suceso”, dijo el Inpec.
La Fiscalía recibió el reporte de las autoridades y abrieron una investigación que se suma a la cantidad de procesos sin ninguna actuación en el ente acusador y que mantienen en la impunidad la serie de hechos criminales en contra de la vida de los funcionarios del Inpec, cuando se supone que Colombia se convertiría —con la llegada del gobierno del cambio— en la “capital mundial de la vida”.