Representantes del Gobierno, empresarios y especialistas coincidieron en que la adopción del modelo de la economía circular exige un cambio en la estructura organizacional de las compañías, el fortalecimiento del marco regulatorio y nuevos hábitos por parte de la ciudadanía.
Desde 2019, Colombia trabaja en la Estrategia Nacional de Economía Circular, con la cual busca impulsar la creación de nuevas formas de negocio, la promoción de la simbiosis industrial y las ciudades sostenibles. Andrea Corzo, directora de Asuntos Ambientales del Ministerio de Ambiente, explicó que este modelo económico de circularidad es un instrumento al que el Gobierno le apuesta para que no se pierdan, en los productos o servicios, las cadenas de valor. “Nos imaginamos un esquema en el que las cadenas de valor se engrandecen, se genera más trabajo, nuevas oportunidades y se impacta mucho menos el medioambiente”, aseguró.
Una de las metas es que el 30 por ciento de los plásticos sean incorporados a las cadenas de producción para 2025 y que el ciento por ciento sea de material reciclable para 2030. Beatriz Martins Carneiro, oficial de gestión de programas del Programa las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), resaltó esta labor que realiza el país y aseguró que Colombia juega un papel muy importante en la región porque “ha tomado la voz de liderazgo y ha posicionado la economía circular a nivel nacional”.
Según los expertos, la economía circular es una herramienta fundamental para luchar contra el cambio climático y para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a 2030. Si bien aún falta mucho camino por recorrer, cada día son más las empresas que deciden adoptar este modelo y encuentran en él la posibilidad de darle cumplimiento al ODS número 12: Producción y consumo responsables. Mauricio López, vicepresidente de Andesco y director ejecutivo de la Red Colombia del Pacto Global, destacó que “el empresariado colombiano le está apostando a hacer de la economía circular su forma de actuar”.
Empresas como Urbaser -uno de los líderes mundiales en gestión medioambiental- ha definido que esta estrategia tiene que ir atada al crecimiento de la organización. Por lo cual, destaca que se deben fijar metas claras en términos de sostenibilidad y competitividad para que no se vea a la economía circular como un desafío sino como una inversión. Humberto Rodríguez, director Urbaser Colombia, afirmó que la innovación y la tecnología, además de políticas sostenibles y prorrogables, serán la clave para luchar contra el cambio climático.
Asimismo, compañías como Grupo Familia, Tetra Pak y Natura concentran esfuerzos en que sus operaciones, además de ser rentables sean sostenibles y sustentables. Desde el Grupo Familia, por ejemplo, aseguran que la economía circular hace parte de su esencia. Entienden esta estrategia como esa responsabilidad durante todo el ciclo de vida de sus productos: “Desde la extracción de nuestras materias primas hasta cómo educamos al consumidor en la disposición adecuada de los residuos”, sostuvo Carolina Cossio, directora de Sostenibilidad del Grupo Familia.
Por su parte, Tetra Pak tiene como principio un equilibrio entre el clima, la biodiversidad y la circularidad. De esta manera, han desarrollado una estrategia que minimiza las emisiones y los desperdicios, que promueve el reciclaje y la circularidad, y es responsable con la gestión de los ecosistemas. Por otro lado, en Natura ven este modelo como una gran oportunidad desde el punto de vista financiero. No obstante, son conscientes que también genera la posibilidad de trabajar en la regeneración y en un cambio que permita integrar los conceptos de sustentabilidad en la estrategia organizacional.
Este encuentro digital –organizado por Foros Semana, Tetra Pak, Grupo Familia, Urbaser y Natura– finalizó con un mensaje de reflexión sobre la importancia de promover un cambio desde la misma sociedad, del que todos somos responsables.