Desde hace años, Ecuador se convirtió en sinónimo de inestabilidad en la región. El dramático aumento de la inseguridad y el crimen organizado trajo consigo una descomposición social que se hizo norma. Luego, las crisis políticas y la incompetencia de los mandatarios dejaron al país en vilo. Ahora, con un intento por arreglar las graves coyunturas que hay en el territorio, este domingo se elegirá un nuevo mandatario.Tales elecciones son más que atípicas.
Ocurren dos años antes de lo establecido, pues hace unos meses el presidente Guillermo Lasso, asfixiado por la tensión interna y bajo amenaza de destitución a causa de acusaciones por malversación de fondos, decidió decretar los comicios anticipados de la presidencia y la totalidad del Congreso, en una medida conocida como “muerte cruzada”.
La primera vuelta se realizó el pasado 20 de agosto y dio como ganadora a la candidata del correísmo, Luisa González, que obtuvo el 33 por ciento de los votos, seguida por Daniel Noboa, un aspirante de centroderecha, que llegó al 23 por ciento. Sin embargo, esta elección está empañada por la ausencia de Fernando Villavicencio, candidato asesinado por el crimen organizado, quien se destacó por sus investigaciones y acusaciones contra el narcotráfico que azota a Ecuador.
Cada candidato representa una orilla política distinta. González, la ganadora de la primera vuelta, de 45 años, es la elegida del expresidente de izquierda Rafael Correa y ha sido asambleísta y consejera del antiguo mandatario. Promete seguir con el legado del correísmo y hacer de la seguridad su prioridad.
“Voy a retomar el control del país que nos han arrebatado”, dijo en un discurso. Pero sabe que un año y medio no es suficiente para hacer todo lo que se necesita.En la otra esquina está Daniel Noboa, de 35 años, quien podría ser el presidente más joven de la historia nacional y es apoyado por los partidos de centro y de derecha.
Es hijo de Álvaro Noboa, uno de los hombres más ricos de Ecuador, que intentó ser el primer mandatario de la nación en cinco ocasiones, pero fracasó en ellas. Al igual que su rival, sus propuestas giran en torno a la seguridad con vigilancia ciudadana y clasificar a las bandas como narcoterroristas.Las encuestas muestran un panorama muy reñido.
Por ejemplo, el CNE de Ecuador pone a Noboa por delante con 41 por ciento, mientras que González queda atrás con 36 por ciento. Telcodata arrojó un empate técnico entre los dos candidatos, cada uno con el 36 por ciento.
Otra firma, Negocios & Estrategias, ubica en primer lugar a Noboa con un 39 por ciento y a González con el 38 por ciento.Es muy probable que las elecciones sean más reñidas de lo que se creía en principio, cuando se asumía que González iba a tener una gran ventaja.
Sin embargo, las alianzas de Noboa con movimientos anticorreístas lo impulsaron y lo pusieron como favorito. No obstante, en las últimas semanas la candidata de izquierda volvió a recortar la diferencia y hoy es difícil creer en una victoria holgada para alguno, salvo una sorpresa mayúscula de último momento.
Ecuador tendrá que transitar por un duro proceso de transformación si quiere tomar la senda de la tranquilidad y la prosperidad que tanto necesita.
El panorama actual es inquietante: los ciudadanos salen a las calles temiendo ser asaltados o asesinados en un país donde la tasa de homicidios se duplicó en 2022, cuando alcanzó las 26 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. El destino ecuatoriano a corto plazo está en medio de las elecciones más disputadas de los últimos años.