La industria farmacéutica del país podría estar en graves aprietos. Hace unas semanas PhRMA, el gremio de las multinacionales de este sector en Estados Unidos, pidió a la Oficina de Comercio de ese país (USTR) incluir a Colombia en la lista ‘negra’ de países que tienen prácticas de propiedad intelectual inadecuadas.Las razones de PhRMA para hacer esa solicitud son varias. Según un análisis del docente José Julián López, director del Centro de Información de Medicamentos (Cimun) de la Universidad Nacional de Colombia (UN), esta asociación “se enfrenta a varios problemas de propiedad intelectual y acceso a mercados”, sobre todo después de que salió a la luz –en septiembre del 2014- el decreto que permite la entrada de nuevos laboratorios y productos al cerrado mundo de los medicamentos biotecnológicos.Pero ese no sería el único reparo de la PhRMA con Colombia. También manifiestan inconformismo por un par de artículos del Plan Nacional de Desarrollo que permiten que algunos medicamentos prioritarios puedan ingresar al mercado con un precio proporcional a su valor terapéutico.Ahora, la Oficina de Comercio de EE. UU. analiza la petición de la PhRMA y, a través del informe 301 -que se dará a conocer antes del 30 de abril- publicará los resultados del comportamiento de los países con el gremio estadounidense. Sus calificaciones son en tres niveles: Watch List (Lista de observación), Priority Watch List (Lista de vigilancia prioritaria) y Priority Foreign Country (Países extranjeros prioritarios).Durante años, Colombia ha estado clasificada en la categoría Watch List. Sin embargo, la PhRMA solicita que en este año el país sea clasificado en la Priority Watch List.Para el profesor José Julián López, esta es una manera que usan estas grandes empresas extranjeras para ejercer presión en los países que apuestan por el derecho a la salud.Según su análisis, la USTR utiliza el informe 301 para presionar a las naciones que toman medidas regulatorias o legislativas en favor de la población (por ejemplo, derecho a la salud o acceso al conocimiento), “ya que afectan negativamente los intereses comerciales de las industrias estadounidenses”.Y no es para menos. El decreto que abrió la competencia de los biotecnológicos fue celebrado, según Germán Velásquez, uno de los colombianos más prestigiosos en el tema de la salud, “como una decisión valiente frente al poder de presión de las transnacionales farmacéuticas, dueñas de un monopolio multimillonario alrededor del mundo”, como escribió en un análisis de Semana.com.¿Problemas para Colombia?El presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), Gustavo Morales, aseguró que desde cuando se conoció la propuesta manifestaron que no estaban de acuerdo, pues –para él- Colombia ha tenido muchos avances en el tema de protección a la propiedad intelectual.“Sin embargo, los estadounidenses sienten que la protección de patentes en el país no es suficiente. Y nosotros creemos que eso no es cierto”, manifestó a Semana.com.Pero ¿qué consecuencias podría traer esto para Colombia? Según Morales, si el país quedara en la lista ‘negra’ de la Oficina de Comercio de EE.UU., se podrían dificultar las relaciones futuras entre ambas naciones.“Si algunas de las razones de estar en la lista es porque se violó el Tratado de Libre Comercio, donde hay normas específicas sobre la propiedad intelectual, podría haber pleitos internacionales a futuro”, manifestó.Eso no es todo. Si Colombia apareciera en el listado, según el presidente Afidro, indirectamente se enviaría una señal a los inversionistas extranjeros del sector farmacéutico de que en el país no hay medidas suficientes de protección.“Ojalá el país no salga en la lista porque no es bueno. Eso como un preaviso, una especie de advertencia que Colombia deberá atender para que no pase a mayores”, puntualizó. Sólo a finales de este mes se conocerá cuál será el panorama futuro de la industria farmacéutica en el país.