Las Fuerzas Militares les agradecieron a la Defensoría del Pueblo y la Iglesia católica por la labor que hicieron como mediadores en la liberación de la sargento Ghislaine Karina Ramírez y sus hijos, secuestrados hace cuatro días por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Arauca.
La Octava División del Ejército Nacional opera en Arauca, Casanare, Vichada y Guainía, por lo que estará a cargo de brindarles bienestar a la uniformada y a sus hijos. “Fue liberada la sargento segundo Ghislaine Karina Ramírez, sus hijos y mascota, quienes fueron secuestrados por el GAO ELN el día 3 de julio en el departamento de #Arauca”, declaró la División al informar que la sargento y sus hijos se trasladarán a una base militar.
Este viernes 7 de julio, el ELN entregó a una comisión de la Defensoría del Pueblo a la sargento segunda del Ejército Karina Ramírez y a sus dos hijos menores de edad, secuestrados en el departamento de Arauca por integrantes del Frente Domingo Laín Sáenz.
En fotografías, se ve el momento en el que la sargento es recibida por una comisión de la Defensoría del Pueblo. Alrededor de la militar se encuentran más de diez guerrilleros del ELN, incluso a una de las subversivas se le ve sosteniendo a la mascota de los hijos de la sargento, una golden retriever. Fuentes Militares confirmaron que, en estos momentos, la uniformada y los pequeños se encuentran en poder de organismos humanitarios.
La suboficial, según se conoció, viajaba el pasado lunes festivo 3 de julio hacia el municipio de Fortul, en el departamento de Arauca, con sus dos pequeños hijos, de seis y ocho años, cuando fue interceptada por integrantes de la guerrilla del ELN, quienes sin importarles la presencia de los menores, los secuestraron, generando el rechazo de todos los colombianos.
Gerardo Ramírez, padre de la sargento y abuelo de los dos menores de edad, declaró en exclusiva a SEMANA que está contento por la liberación de su hija y nietos, luego de estar secuestrados por el ELN. También les agradeció a los medios de comunicación el apoyo mediático que tuvo el caso, lo cual, para él, fue vital para que ella retornara a la libertad.
“En el momento que más solo me sentía, ustedes me acompañaron”, declaró Ramírez al agradecerles a los medios por el apoyo que hubo en torno a la liberación de su hija. Posteriormente, indicó que ya tuvo posibilidad de hablar con su hija. “Ella se puso a llorar. Me dijo que iba a Arauca con la Defensoría y después me llamaba con calma”, declaró.
Ramírez declaró que la alegría de él y su familia fue indescriptible. Cuando la sargento fue liberada, tuvo una comunicación telefónica corta con sus padres. Ella solamente les dijo que estaba bien, rumbo a Arauca, a la sede de la Defensoría. No pudo contener las lágrimas en la llamada.
Del mismo modo, la madre María Nancy Chitiva también estuvo en dialogó con SEMANA. En primer lugar, agradeció la liberación de su hija, luego de estar rezando incontablemente por el bienestar de ella y sus nietos. “Tengo mucha paz y yo sé que pronto esto va a acabar, pero hubo momentos en los que me angustiaba por los niños”, afirmó Chitiva. Si bien declaró que su hija había sido entrenada para estos asuntos, su preocupación era más que todo por sus nietos.