El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) denunció que miembros del Ejército borraron un mural que pintaban con las caras de varios miembros del Ejército cuestionados por supuesta responsabilidad en casos de falsos positivos. ‘¿Quién dio la orden?‘ era el título del mural que tenía las caras del general Nicacio Martínez, el general (r) Mario Montoya Uribe, el general Adolfo León Hernández Martínez, el general Marcos Pinto Lizarazo y el general Juan Carlos Barrera Jurado, todos miembros del Ejército cuestionados por su posible relación con casos de ejecuciones extrajudiciales.
El mural, que estaba cerca a la calle 80 con Avenida Suba, zona aledaña a la Escuela Militar, hace parte de una iniciativa de Movice junto con 11 organizaciones sociales llamada la Campaña por la Verdad con la que se busca generar conciencia sobre esta situación por la que varios miembros del Ejército están respondiendo en la Justicia Especial para la Paz. Según Sebastián Bojacá, miembro de la Comisión Colombiana de Juristas que acompañaba el acto, cuando artistas gráficos trabajaban en el mural, miembros del Ejército llegaron al lugar y, sin que mediara ninguna medida de la policía, también presente, borraron parte de la pintura. Puede leer:Graduación en la cárcel La Modelo: nostalgia de un tropiezo convertido en triunfo “Pasan 6 militares todos con fusil corriendo, y cuando una comunicadora pregunta sobre su reacción ellos manifiestan que no sabían quiénes eran y tenían que defenderse”, explicó Bojacá y agregó: “Había 6 militares, luego llegan 20 en una camioneta. Habían por lo menos 20 uniformados, dos oficiales y 6 personas vestidas de civil y otras encapuchadas que nos tomaron fotos. Trajeron tres baldes y un rodillo para pintar las caras y los cuerpos”. El vocero también manifestó que luego aparecieron varios miembros de la Policía que le hicieron comparendo a la comunicadora y a uno de los artistas por violar el Código de Policía. Supuestamente, les dijeron que la fachada hacía parte del espacio público pero el abogado se defiende diciendo que tenían un acuerdo con el dueño del inmueble y que el mural estaba siendo pintado en propiedad privada. “Nosotros estábamos desarrollando el mural en una propiedad privada, que no entra en espacio público”, señaló el jurista. El abogado prometió que van a apelar los comparendos porque consideran que no violaron ninguna norma del Código de Policía. Además, llamó la atención sobre los miembros del Ejército que hicieron la pintura pero no fueron sancionados. “Vamos a apelar el comparendo. El procedimiento es irregular porque hay terceros ordenando a los policías que pongan un comparendo”, explicó. Según el relato, a las 10:00 p.m. quedaron borradas las caras pero en la mañana toda la pared estaba pintada de blanco. “Queremos replicar el mural pero sabemos que la censura es una de sus armas. Hay una verdad que debe conocer todo el país, quién dio las órdenes”, concluyó Bojacá. "Hacemos un llamado a la @PGN_COL a la @FiscaliaCol y a la @DefensoriaCol a estar atentas a este caso de censura de la libre expresión. A proteger la integridad de artistas que estaban realizando el mural e integrantes de organizaciones acompañantes", señaló la entidad en un comunicado. José Miguel Vivanco, director de la organización Human Rights Watch se refirió al tema y trinó: "Es un flagrante caso de censura. La Procuraduría debería abrir una investigación disciplinaria. ¿Quién habrá ordenado este abuso?". Hasta el momento las autoridades no han dado su versión de los hechos.