Como reconocimiento al arduo trabajo realizado por los 40 hombres desplegados por el Ejército Nacional para la instalación de un puente militar en la vía nacional que conecta a Pailitas con Curumaní, en el departamento del Cesar, la institución hizo un reconocimiento mediante la imposición de la medalla Fe en la Causa.
La condecoración se realizó en el mismo sitio donde los ingenieros militares, este sábado 26 de febrero, pusieron en funcionamiento la estructura modular, la cual tardó menos de 72 horas en ser habilitada tras el ataque perpetrado por el ELN.
El puente Los Trujillos comunica los municipios Curumaní y Pailitas, en el departamento del Cesar, por lo que su rehabilitación permitió la inmediata circulación de, especialmente, vehículos de carga que en su mayoría transportaban alimentos, insumos agrícolas y suministros industriales.
El mayor general Carlos Iván Moreno Ojeda, segundo comandante del Ejército; el mayor general Mauricio Moreno Rodríguez, jefe de Estado Mayor Generador de Fuerza; el mayor general Gerardo Melo, comandante de la Primera División; el brigadier general Olveiro Pérez Mahecha, comandante del Comando de Ingenieros, y el brigadier general Néstor Enrique Caro Gutiérrez, por instrucciones del general Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, comandante del Ejército Nacional, les impusieron la medalla militar Fe en la Causa a los cerca de 40 uniformados que mediante sus capacidades diferenciales para atender esta clase de emergencias lograron recuperar la movilidad en este importante corredor vial que conecta gran parte de la región Caribe con el interior del país.
Terminado el acto, y en un recorrido por el puente, un Acrow triple simple reforzado, de 27 metros de largo y con capacidad para resistir hasta 52 toneladas de peso, algunos conductores de vehículos de carga y viajeros agradecieron el trabajo realizado por los militares.
Al terminar la jornada, la tropa y los altos mandos compartieron un pequeño refrigerio para celebrar y dar por terminados los trabajos que hoy mantienen la circulación y el tránsito vehicular de manera normal en esta región. Además, los ingenieros militares y la maquinaria comenzaron su retorno hacia Valledupar, Bucaramanga y el Centro Nacional de Entrenamiento en Tolemaida.
Además de la obra, el Ejército reforzó su presencia en la zona con varios dispositivos especiales con el objetivo de garantizar la seguridad en este sector y así permitir que la ciudadanía continúe con sus actividades comerciales y cotidianas.
¿Cómo fue el atentado al puente?
Aproximadamente a las 4:30 a. m. del pasado miércoles se presentó un atentado terrorista que destruyó el puente Los Trujillos, a cuatro kilómetros del casco urbano del municipio de Pailitas, en el departamento del Cesar. En consecuencia, quedó totalmente incomunicado este tramo de vía conocida como la Ruta del Sol.
Esta es una vía muy transitada, pues promueve la conectividad entre el centro del país y la Costa norte de Colombia. Por esa razón, el Instituto Nacional de Vías (Invías) tuvo que habilitar durante varios días una ruta alterna para los transportadores: el corredor El Burro-El Banco-Cuatro Vientos-Bosconia, con el fin de seguir garantizando la conectividad en esta zona del país.
El represamiento de vehículos en la vía se presentó en las primeras horas de la mañana del pasado miércoles, por lo que fueron tomadas algunas medidas iniciales, como la suspensión de salida de buses desde Barranquilla hacia el interior del país.
Estos hechos se presentaron durante el paro armado anunciado por el ELN, el cual tuvo una duración de 72 horas. “Contra Duque y su mal Gobierno, el Ejército de Liberación Nacional decreta paro armado en todo el territorio nacional. Se llevará a cabo a partir de las 6:00 horas del 23 de febrero, hasta la 6:00 horas del 26 de febrero de 2022″, señaló el ELN en un panfleto.
En el escrito, la guerrilla advirtió que dentro de esas horas solamente podían movilizarse por razones humanitarias “relacionadas con actividades funerarias o emergencias hospitalarias”. Aunque parezca increíble, el ELN recomendó que, por “seguridad”, los ciudadanos se queden en sus viviendas o lugares de trabajo durante el paro armado y evitar desplazamientos innecesarios.