El presidente Juan Manuel Santos volvió a referirse al tema de las ‘chuzadas’ por parte de miembros del Ejército a los voceros del Gobierno en la mesa de diálogos frente a las FARC en La Habana, revelado por Semana.com, y fijó fecha límite para que se sepa qué sucedía realmente tras la fachada de un restaurante ubicado en el sector de Galerías, en el nororiente de Bogotá.Será el próximo 15 de febrero el día tope que tendrá el inspector general del Ejército para entregarle al jefe de Estado un informe detallado acerca de la legalidad de la operación, algo que Santos supone que “no debe ser difícil de realizar”.“Este gobierno no cohonesta, no tolera, no admite y mucho menos se beneficia de interceptaciones ilícitas”, sostuvo el jefe de Estado, quien también previno que hay “varios que buscan pescar en río revuelto”. "No me ha temblado la mano para combatir el uso ilegal de la inteligencia", destacó.El mandatario reveló que los militares a cargo de la fachada ‘Andrómeda’ dijeron estar actuando en el marco de la ley y que la operación fue lícita, pero “habrá que ver si lo que dicen los encargados es o no cierto”.Los oficiales a cargo de la inteligencia en el Ejército, brigadier general Mauricio Ricardo Zúñiga, y el director de la CITEC de esa misma institución, brigadier general Jorge Zuluaga, fueron relevados de sus cargos por cuenta de la investigación. “Pudieron incurrir en falta de criterio, pero por ahora en nada ilícito”, dijo en referencia de por qué no habían informado del allanamiento al ministro de Defensa.Santos dijo querer poner dichas acusaciones “en contexto” y defendió el uso legal de la inteligencia por parte de los organismos de seguridad el Estado: “Hacer inteligencia no es sólo un deber, sino una obligación”, señaló al inicio del acto de rendición de cuentas del Ministerio de Justicia.Puntualmente, respecto de las fachadas, el presidente manifestó que se trata de operaciones encubiertas dentro de la Ley de Inteligencia y que, por ello, no tienen nada de irregular.Aseguró también que ha hablado el martes y el miércoles en varias ocasiones con el fiscal general, Eduardo Montealegre, quien le manifestó que se recibieron informaciones por parte de la ciudadanía acerca de movimientos extraños en el local, lo que desembocó en el allanamiento.Santos dijo que esperará el resultado de la investigación y, en especial, qué hallará la Fiscalía en los computadores. Dijo que no se guían por el “Estado de opinión” y que el suyo es “un gobierno que respeta las decisiones judiciales y no las cuestiona”.