El 1.° de junio, según confirmó la directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Ghisliane Echeverry Prieto, empieza la temporada de ciclones tropicales, eventos climáticos que pueden ser muy peligrosos y, peor aún, en circunstancias como las que hay en Providencia, donde aún no se han sacado los residuos de la reconstrucción de la zona, luego del desastre natural ocurrido en el pasado con el paso de huracanes como Iota.
Se trata de un tema que ojalá no tome de nuevo desprevenidos a los colombianos, principalmente para el archipiélago de San Andrés y Providencia, que claramente es una de las zonas más vulnerables a los eventos climáticos.
La temporada de ciclones se extenderá hasta el 30 de noviembre, con un pico entre septiembre y octubre, y con el 85 % de probabilidad de que los eventos sean más altos que en los años anteriores, confirmó la directora del Ideam.
Las autoridades climáticas y de transporte en Colombia, que hacen parte de la mesa técnica de monitoreo, en esta oportunidad tendrán activadas las alertas, ya que habrá más eventos ciclónicos y más fuertes. “Empiezan como ondas tropicales. Se pueden convertir en tormentas o en huracanes”, agregó Echeverry Prieto.
Una particularidad en el clima existe en la actualidad, que lleva a que la temporada de ciclones que se inicia sea de sumo cuidado. “Llevamos tres meses con los océanos calientes (fenómeno de El Niño). Eso significa que el océano Atlántico lleva una larga temporada con anomalías técnicas”, dijo la directora del Ideam.
No hay derecho
Después de casi cuatro años, desde el paso devastador del huracán Iota, el poderoso evento que alcanzó la categoría 4 en el océano Atlántico en 2020 y se convirtió en el más intenso de la temporada de huracanes en el Atlántico en ese año, en Providencia hay aún vestigios que ahora se pueden convertir en un riesgo.
Así lo manifestó Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo Desastres, al señalar que hay 60.000 toneladas de residuos de la reconstrucción que aún no han sido sacados de la isla. “Esos residuos son basuras con lixiviados y necesitan un tratamiento especial para extraerse”. En otras palabras, todo en Colombia sale más caro, por la demora en hacer las cosas.
Justamente, las zonas más expuestas en nuestro país a este tipo de eventos son San Andrés, Providencia y La Guajira. Este último, con unas condiciones particulares, relacionadas con la forma geográfico de su territorio: población dispersa y planicie.
Como mínimo, los ciclones traen consigo lluvias, pero dependiendo de la intensidad de los vientos no se descartan otros eventos extremos.
¿Y el transporte aéreo?
El coronel Andrés Felipe Vargas, nuevo subdirector de la Aeronáutica Civil, señaló que ya tienen una articulación con las aerolíneas y los actores del sector del transporte aéreo, para poder anticiparse a cualquier hecho que ponga en riesgo el transporte nacional.
Los refugios no están en condiciones óptimas
Una de las preocupaciones que expuso el director de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres fue la del tema de los refugios, que en Providencia son 5, y estarán sometidos a estudios estructurales, toda vez que hasta el momento no estarían en las condiciones óptimas, según dijo Carrillo.
Pronósticos de 25 tormentas
Según el reporte entregado por el Ideam, durante la temporada se esperan 25 tormentas tropicales, de las cuales 13 se podrían convertir en huracanes, mientras que 7 de ellas amenazan con alcanzar fuerza mayor, según los cálculos.
En consecuencia, el tema no es un asunto menor. Colombia, tradicionalmente lista para anunciar preparativos, luego, cuando llegan los eventos, termina mostrando que, en realidad, estaba desprevenida.