El Pacto Histórico es la primera gran parte de la máquina bien aceitada que trabaja a favor de Gustavo Petro. La alianza tiene un comité político con presencia en toda Colombia. Todos los lunes este grupo se reúne para coordinar la actividad de los congresistas vigentes y electos.
La campaña es una organización compuesta por células que toman las decisiones políticas, estratégicas, programáticas y de agenda. La primera es el comité de jefatura de debate, liderado por Alfonso Prada, exsecretario general de la Presidencia de Juan Manuel Santos y uno de los personajes clave dentro de la candidatura de Petro.
Este equipo lo integran representantes de los partidos que adhieren a la campaña. Hasta el momento, hacen parte los congresistas Luis Fernando Velasco, Roosvelt Rodríguez, Temístocles Ortega, Clara López, Jorge Londoño, Katherine Miranda, Sandra Ortiz y José Luis Correa. Miranda, congresista de la Alianza Verde, se encargó de fortalecer la estructura de la campaña en Bogotá para aumentar la votación y tender puentes entre los representantes a la Cámara electos en la capital.
Prada, junto con Eduardo Noriega de la Hoz, exsecretario general de la Alcaldía de Bogotá de Petro, son el puente entre el Pacto Histórico y la campaña presidencial. De esta forma, el también exdirector del SENA coordina las dos instancias políticas más grandes dentro de la candidatura.
Existe también un comité programático, el cual está compuesto por 33 grupos de trabajo temáticos. Entre ellos se constituyeron equipos en salud, educación, desarrollo rural integral, hidrocarburos, vivienda y relaciones internacionales, entre otros. Fuentes internas aseguran que Petro decide sobre sus propuestas, posicionándose como el principal líder del comité.
Esta delegación también está a cargo de nutrir de documentos e información a la jefatura de debate. De esta forma, se agiliza la preparación para debates, entrevistas y demás pronunciamientos públicos. Dentro de la campaña se conoce como un equipo que trabaja de forma ardua, cuya principal tarea es profundizar el programa de gobierno.
La cúpula de la campaña se encuentra dentro del comité estratégico que preside el mismo Gustavo Petro. Al interior se encuentran el gerente de la campaña, el jefe de debate, el equipo de agenda, los estrategas de comunicación, el jefe jurídico, el director nacional de control electoral y el director de logística en territorio.
Ricardo Roa es el gerente de la campaña y, por ley, es quien se encarga del frente financiero. Esta figura no es nueva entre sus coequiperos, ya que tuvo roles cruciales dentro de la Alcaldía de Bogotá del líder de la izquierda. Este ingeniero mecánico de la Universidad Nacional fue nombrado como gerente de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), que hace parte del Grupo Energía Bogotá, en su administración.
El senador Armando Benedetti –quien se ha convertido en mano derecha del candidato– coordina la agenda. Suele encargarse de una buena parte de la logística de la plaza pública y es quien le ha quitado al aspirante la costumbre de llegar tarde a sus compromisos.
La estrategia de comunicaciones está en cabeza del español Antoni Gutiérrez-Rubí, quien ha asesorado a varios políticos en España y Latinoamérica. Uno de sus más recientes trabajos fue en Argentina, donde asesoró al presidente progresista Alberto Fernández. Es de perfil bajo, pero con una garantizada efectividad en otros países. Su enfoque es lograr sacar a relucir el optimismo de la candidatura por medio de sentimientos como la alegría y el positivismo.
Bajo las órdenes de Gutiérrez-Rubí, el equipo de prensa es liderado por Lorena Arboleda, una experimentada periodista que también trabajó para la Coalición Centro Esperanza en esta contienda. Junto a ella está Germán Gómez, quien también trabaja en comunicaciones del senador Benedetti.
El representante Germán Navas Talero es el jefe jurídico de la campaña. Fue compañero de Petro en el Polo Democrático y nunca hizo parte de las controversias que marcaron la salida del partido del ahora candidato presidencial. Representa a la izquierda dentro del comité en un momento en el que muchos criticaron la adhesión de Prada, santista y de centro.
Gustavo García, excandidato al Senado por la Centro Esperanza e hijo del senador Guillermo García Realpe, es el director nacional de control electoral. Por otro lado, el representante David Racero es el director logístico en territorio.
Francia Márquez, candidata vicepresidencial, tiene una silla en todos los comités. Además, cuenta con su propio equipo de campaña, coordinado por el senador Alexánder López Maya. La líder social tiene su propia agenda, para la cual se preparan por separado las rutas, la seguridad y los eventos. Adicionalmente, existen seis coordinadores regionales, un enlace internacional y 32 gestores logísticos en cada uno de los departamentos.
La campaña de Petro, liderada organizacionalmente por el gerente Roa, es toda una empresa y opera como tal. Según Alfonso Prada, es una campaña altamente profesional.
“Es una campaña de altísimo nivel técnico. Yo que he estado en campañas del presidente Santos, de la ola verde con Antanas Mockus y estuve en las campañas de Luis Carlos Galán en su época, creo que esta es la campaña más profesional en la que he estado. Con una estructura organizacional muy sólida y con comunicación entre todos, lo que hace que haya funcionado tan bien”, dijo, en conversación con SEMANA.
Prada aseguró que no es necesariamente obra suya, ya que lleva poco tiempo en la campaña. “Encontré esto muy organizado, ese es el liderazgo de Gustavo”, agregó.
En su administración en Bogotá, Petro se ganó la fama de ser un jefe polémico. Al parecer, sus actuales colaboradores tienen una versión muy distinta del candidato presidencial.
“Tengo la mejor experiencia de todas. Fui escogido durante su alcaldía para ser el presidente de las dos empresas más importantes del distrito capital. Por ello hay un voto de confianza importante y una cercanía. Un entendimiento e interacción de confianza. Por eso he decidido hacer parte de su equipo, aportando desde lo administrativo, financiero y técnico”, sostuvo Roa para este medio.
Además, se trata de un candidato receptivo a lo que dicen sus asesores, pero con una voz firme dentro de las decisiones que se toman. Según Prada, en medio del tecnicismo del equipo, Petro cuenta con un “olfato especial” que también guía la toma de decisiones.
“Él hace mucho caso sobre las recomendaciones estratégicas que se hacen. Claro, como él preside el comité estratégico, delibera. Opina a fondo en cada uno de los temas. Muchas veces está de acuerdo, muchísimas no está de acuerdo. Su olfato es muy especial. Las campañas tienen dos tipos de liderazgo, uno eminentemente profesional y técnico, y otro de olfato. Tenemos un justo equilibrio”, indicó el jefe de debate.