Yuval Noah Harari, el famoso historiador, filósofo y autor de ‘Sapiens‘, ‘Homo Deus‘ y ‘21 Lecciones para el siglo XXI‘ acaba de fijar posición sobre la amenaza global del Covid-19. Y lo hizo a fiel a su estilo franco y directo. En un artículo publicado en la última edición de la revista TIME el pensador analiza la situación crítica que ha generado la pandemia y sostiene que “En la batalla contra el coronavirus, la humanidad carece de liderazgo”. De hecho, ese es el título de su cáustico texto. El artículo ha recibido una cascada de críticas y aplausos. Harari nunca deja a nadie impávido. Esta vez, no deja de ser una paradoja que su reflexión aparece en una de las revistas más importantes e influyentes de Estados Unidos y que allí el autor, sin pelos en la lengua, afirma que “en los últimos años, Estados Unidos ha renunciado a su papel de líder mundial”. Para Harari, la humanidad afronta una crisis profunda no solo por cuenta de Coronavirus sino también por la falta de confianza entre los humanos. Concretamente el autor señala que hay la desesperanza germinó entre entre las personas respecto a los científicos, entre los ciudadanos frente a los gobernantes, y entre los países. "En los últimos años, los políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia, en las autoridades públicas y en la cooperación internacional. Como resultado, ahora nos enfrentamos a esta crisis desprovista de líderes mundiales que pueden inspirar, organizar y financiar una respuesta global coordinada", dice. "Sin la confianza y la solidaridad mundial, no podremos detener la epidemia de Covid-19": Harari Al respecto argumenta que que en 2014, durante la epidemia de ébola, Estados Unidos jugó un papel de liderazgo cohesionador, un rol muy similar al que tuvo el país durante la crisis financiera de 2008 cuando abanderó a suficientes países para evitar el colapso económico mundial. "Pero en los últimos años, Estados Unidos ha renunciado a su papel de líder mundial. La actual administración de EE. UU. ha recortado el apoyo a organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud y ha dejado muy claro al mundo que EE. UU. ya no tiene amigos reales, solo tiene intereses", sostiene Harari. Específicamente, el historiador señala que cuando estalló la crisis del coronavirus a finales del año pasado Estados Unidos se hizo el los oídos sordos manteníendose al margen sin que hasta ahora asuma el papel preponderante que se requiere. "Incluso si finalmente trata de asumir el liderazgo, la confianza en la administración actual de los EE. UU. Se ha erosionado hasta tal punto que pocos países estarían dispuestos a seguirla. ¿Seguirías a un líder cuyo lema es "Yo primero"? El vacío dejado por los Estados Unidos no ha sido llenado por nadie más. Justo lo contrario. La xenofobia, el aislacionismo y la desconfianza ahora caracterizan a la mayoría del sistema internacional" 

No es la primera vez que este historiador israelí llama la atención respecto a que los problemas globales demandan soluciones trasnacionales, medidas que implican tanto a pueblos como a sus gobiernos. En su más reciente libro –best seller mundial– 21 Lecciones para el Siglo XXI el autor señala ninguna nación por sí sola puede evitar la guerra nuclear, detener el cambio climático o regular la inteligencia artificial. Para Harari esos son los tres grandes riesgos que afronta la humanidad y sobre los cuales se requiere una acción coordinada a fin de no sucumbir en tales peligros. La tesis ha sido discutida en todo el mudo y la coyuntura de la crisis global por el Covid-19 da más sustento a esa preocupación pues para muchos científicos la pandemia del coronavirus no es otra cosa que una consecuencia más del cambio climático.  En su artículo para TIME el autor también cuestiona en cierto grado la medidas aislacionistas que están tomando muchos país, Colombia uno de estos. Harari sostiene que la cuarentena y el bloqueo son esenciales para detener la propagación de epidemias, pero señala que esas deben ser medidas temporales, nunca prolongadas en el tiempo. En sístensis el autor señala que sin la confianza y la solidaridad mundial, no será posible detener la epidemia de coronavirus. Y recuerda que la solución, de acuerdo a la experiencia de la humandidad, está justamente en el esfuerzo contrario al aislacionismo: en la integración y la cooperación global.  "En la década de 1970, la humanidad logró derrotar al virus de la viruela porque todas las personas en todos los países fueron vacunadas contra la viruela. Si incluso un país no pudo vacunar a su población, podría haber puesto en peligro a toda la humanidad, porque mientras el virus de la viruela existiera y evolucionara en algún lugar, siempre podría propagarse de nuevo a todas partes" Y agrega, a modo de conclusión, que estamos acostumbrados a pensar en la salud en términos nacionales, perdiendo de vista que "brindar una mejor atención médica a los iraníes y chinos también ayuda a proteger a los israelíes y estadounidenses de las epidemias. Esta simple verdad debería ser obvia para todos, pero desafortunadamente se escapa incluso a algunas de las personas más importantes del mundo", dice, sin mencinar el nombre obvio: Donald Trump. "Cuando los humanos se pelean, los virus se duplican. Por el contrario, si la epidemia resulta en una cooperación global más estrecha, será una victoria no solo contra el coronavirus, sino también contra todos los patógenos futuros".