Luego de varios intentos de los defensores de Dairo Úsuga, alias Otoniel, de detener su extradición, finalmente este miércoles 4 de mayo enviaron al temible narcotraficante a Estados Unidos, donde será juzgado por la justicia de este país.

Su extradición ha causado todo tipo de respuestas y las redes sociales han convertido en tendencia los videos e imágenes que circulan en los medios de comunicación. En ellos se puede observar cómo Otoniel fue llevado a cumplir su sentencia al país norteamericano.

Sin embargo, algunos comentarios cuestionan si la extradición de Otoniel es buena o mala y hay quienes aseguran que su testimonio no fue escuchado ante la justicia colombiana y muchos merecen saber la verdad de algunas de las atrocidades cometidas por el narcotraficante.

Ante esto, Lucas Arnau publicó un trino en el que criticó dichos cuestionamientos sobre la extradición del máximo cabecilla del Clan del Golfo.

A través de su cuenta de Twitter, dijo: “Colombia es el único país donde cuestionan si la extradición de un narcotraficante está bien o no”.

Además, añadió que los crímenes que cometió Otoniel son tan graves que merecen que pague su condena en la cárcel.

“Los narcos, asesinos y violadores de niñas deben ir a la cárcel como Otoniel y si es en EE. UU. mejor aún”, concluyó.

Su comentario suscitó varias respuestas tanto a favor como en contra. “No, Lucas, nosotros no cuestionamos si está bien o no, cuestionamos es que se lo hayan llevado antes de haber hecho sus declaraciones acá. Si tiene que pagar por delitos allá, que los pague. Pero la verdad de todas las madres”, le contestó el usuario identificado como @Cyclopede25.

“No soy petrista y no soy de izquierda, y tampoco estoy de acuerdo con que extraditen a EE. UU. a los delincuentes. Más de 40 años luchando frontalmente contra el narcotráfico y lo mejor que se nos ocurre es mandarlos para allá en vez de crear castigos similares acá”, es otro comentario de la publicación.

Tras superar las tramoyas jurídicas de la defensa de Otoniel, el Gobierno obtuvo luz verde para completar el proceso de extradición. El operativo de trasladado se dio con un robusto esquema: más de 400 hombres de distintas fuerzas, cuatro tanquetas de la Policía y el Ejército, hombres armados encima de puentes peatonales vigilando y helicópteros sobrevolando, formaron parte del dispositivo.

La calle 26 se paralizó durante varios minutos, un dispositivo de seguridad de estas magnitudes no se había visto en la historia reciente de la ciudad. Asombrados quedaron quienes lograron ver la fila de motos de la Policía, tanquetas blindadas y hombres armados que fueron ubicados estratégicamente: la idea era evitar cualquier contratiempo.

Esposado de pies y manos, con un casco militar sobre su cabeza y custodiado por hombres de fuerzas especiales, Otoniel descendió de la tanqueta militar en la que era movilizado. Mientras se cumplían los procesos de reseña y, cámaras de la Policía captaron el momento en que Úsuga lanzó un madrazo antes de subirse al avión de la DEA.

Ahora Otoniel se encuentra en un calabozo de las autoridades de Estados Unidos. Allí deberá responder por delitos relacionados con narcotráfico, pues son varios cargos de los cuales deberá defenderse.