La ubicación estratégica de la región Caribe, su riqueza natural y diversidad cultural han permitido que prosperen diversas actividades económicas como el turismo, la industria petroquímica, los servicios logísticos y la agroindustria. Así lo resalta Ana María Palau, consejera Presidencial para las Regiones, al explicar que la base económica de la región potencializa el desarrollo y la competitividad del país pues aporta el 14,9 por ciento al PIB nacional.

“Sus costas en el mar Caribe la han convertido en un nodo de conectividad estratégico en la red global de carga marítima, con el 60 por ciento de los puertos marítimos nacionales en ciudades como Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, entre otras”, señala Palau.

El Caribe colombiano también se ha caracterizado por gozar de un gran potencial minero energético. Cerca del 90 por ciento de la producción del carbón se genera en el corredor minero del departamento del Cesar y en cuanto a la industria del gas, los expertos ven con optimismo su protagonismo para aumentar las reservas.

Precisamente hace pocos meses se puso en marcha un ambicioso proyecto liderado por Promigas, que consiste en la ampliación de la infraestructura de transporte de gas natural en esta zona del país. Las obras representan el 30 por ciento de la demanda actual de la región Caribe. Eric Flesch Santoro, presidente de Promigas, explica que este megaproyecto incluyó la construcción de 230 kilómetros de gasoductos, una nueva estación compresora con 7.800 HP, la ampliación de una ya existente a 15.000 HP y el cruce por perforación horizontal dirigida del Canal del Dique, una obra de 3.4 kilómetros (16 pulgadas), el más largo de América Latina y el octavo a nivel mundial. “Estos proyectos crearon más de 4.000 empleos directos e indirectos, maximizando el nuevo potencial de gas natural en Bolívar, Sucre y Córdoba”, detalló Flesch Santoro.

A lo anterior se suman las ideales condiciones climáticas con las que cuenta esta región, que la convierten en un epicentro de desarrollo de energías renovables, especialmente de energía eólica. En la Alta Guajira, por ejemplo, se concentran nueve proyectos de energía eólica. Estas cualidades han contribuido además a que la región Caribe se consolide como un atractivo polo para la inversión.

Empresas como Amarilo le apostaron al desarrollo de proyectos de vivienda a gran escala, con los cuales se ha dinamizado la economía, generando empleo y mejorando la calidad de vida de cientos de familias. Roberto Moreno, presidente de la constructora, advierte que a lo largo de este año tienen planeado construir 13 proyectos, en cuatro ciudades de la región, que representarán alrededor de 5.400 viviendas y más de 3.500 empleos directos e indirectos. “Este año cerca de 3.000 familias cumplirán su sueño de tener vivienda propia en alguno de nuestros proyectos en la región Caribe”, aseguró Moreno.

¿Qué otras oportunidades ofrece el Caribe colombiano para la recuperación económica del país y el desarrollo social? Un grupo de líderes de la región se reunirán durante el 27, 29 y 30 de abril para participar de una serie de encuentros digitales organizados por SEMANA, el PNUD, Findeter, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Promigas, Amarilo y el Grupo Puerto de Cartagena durante las cuales debatirán los aciertos, desafíos y la hoja de ruta que deberá seguir la región para continuar generando progreso y prosperidad a sus habitantes y al resto de Colombia.

Haga parte de estos encuentros a través de las plataformas digitales de SEMANA y Foros Semana.