Los narcotraficantes no tienen límites al momento de intentar exportar droga. Sin embargo, un caso reciente dejó en evidencia el grado de crueldad al que las organizaciones criminales están dispuestas a llegar. Un pequeño cachorro de dos meses iba a ser utilizado como mula para pasar un alijo de heroína. El pasado 15 de febrero la policía Antinarcóticos instaló un puesto de control rutinario sobre una de las vías, cerca de la frontera entre Colombia y Ecuador. Los uniformados notaron un hombre que iba en una motocicleta y que intentaba esquivar los conos del retén. Esto obviamente llamó la atención de los uniformados quienes se percataron también que esta persona llevaba una bolsa amarrada en la moto. Le recomendamos: Incautación: 1,2 toneladas de cocaína halladas en un contenedor en Cartagena El motociclista aceleró y sobre pasó el retén, comenzando una persecución. La patrulla antinarcóticos lo siguió por varios kilómetros y lo interceptaron en el sector de San Puyes, muy cerca de la frontera. Al interrogar al conductor, manifestó que evitó el puesto de control porque no traía consigo los documentos de la motocicleta. Mientras hablaban con él, los policías notaron que algo se movía dentro de la bolsa que estaba amarrada a la moto. Al pedirle que la abriera se sorprendieron al ver que en el interior había un pequeño cachorro de dos meses de edad en precarias condiciones. Junto al perrito, en la bolsa, los policías también encontraron una sustancia polvorienta. Se trataba de casi 700 gramos de heroína, que en el mercado internacional de drogas está valorada en 500 mil dólares.

Los uniformados sacaron al cachorro de la bolsa, mientras realizaban el procedimiento de arresto del motociclista. Establecieron que el objetivo era adherir la droga al cuerpo del pequeño perro para tratar de pasar la frontera sin despertar mayores sospechas. Una vez lograran su cometido se desharían del indefenso animal. Puede interesarle: Lucha contra las drogas, ¿Más de lo mismo?

Con el hombre tras las rejas, los policías llevaron al cachorro al veterinario donde tuvo que ser sometido a un profundo proceso de baño ya que todo su cuerpo estaba impregnado con heroína. El cachorro-mula que se salvó de morir está a la espera para ser adoptado.