El ELN quiere frenar la expansión de un virus llamado Clan del Golfo y ordenó el confinamiento en cinco municipios del Chocó. Los cerebros de esta emergencia humanitaria son cuatro guerrilleros que cumplen reglas emitidas desde Venezuela, según un informe de las Fuerzas Militares conocido por SEMANA.
La situación es dramática: 50.000 personas que viven en las inmediaciones del río San Juan no pueden salir de sus casas por las intimidaciones del grupo ilegal. El obispo Mario de Jesús Álvarez reporta crisis de hambre, salud y educación en Istmina, Medio Baudó, San Juan, Sipí y Nóvita: “Hay miseria, dolor y desplazamiento” dijo el clérigo.
El paro armado es un plan de emergencia que implementa el ELN cuando el Clan del Golfo le respira en la nuca; en los últimos 15 meses, lo ha ejecutado en ocho oportunidades sin importarle el dolor de la gente. Las dos organizaciones están en una lucha a muerte por el control del narcotráfico, el oro y la extorsión.
¿Quiénes están detrás?
Los protagonistas son los integrantes del frente de guerra occidental, un brazo criminal que sería liderado desde Venezuela por Emilce Oviedo Sierra, conocida con el alias de la Abuela, una veterana que disfruta del dinero ilícito en el exterior y tiene voz en la mesa central del grupo delincuencial.
Bajo sus órdenes actuarían cuatro sanguinarios: Hernán Chica Palacios, alias Santiago, con orden de captura por rebelión; alias Jerson, vinculado en una investigación por rebelión, homicidio y desplazamiento; Ofelia Angulo, alias África, y Yuri Calvo, alias la Mona, con una petición de detención vigente.
De acuerdo con un informe de inteligencia militar, ellos son los responsables de este paro armado. La voz de Santiago es la que se escucha en audios que circulan ampliamente en WhatsApp, en los que justifica el confinamiento con una supuesta alianza entre el Clan del Golfo y las tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán.
El general Hernando Garzón, comandante del Comando Cinco de las Fuerzas Militares, desmiente al ELN: “Esa es una narrativa que está desvirtuada. Ellos buscan crear ese sofisma de distracción, no han querido aceptar esa oferta generosa del Gobierno nacional con este proceso de paz. Tristemente, quieren acciones de guerra”.
Las afectaciones
La Gobernación del Chocó documenta afectaciones en diez municipios en materia de comercio, alimentos, transporte y servicios de salud.
Dos bebés y una mujer embarazada perdieron la vida porque no pudieron ser atendidos en centros médicos. Y los estudiantes de 38 colegios no podrán presentar las pruebas Icfes este domingo.
La mandataria departamental, Nubia Carolina Córdoba, reconoce que no tiene las herramientas para salvar a la población que hoy vive momentos de angustia: “Uno no sabe qué hacer, si me monto yo misma en una panga y bajo por la gente, si me monto con la panga y bajo la comida, porque nadie acepta bajarla” mencionó la mandataria.
Las autoridades locales consideran que el fenómeno no es nuevo y explota cada vez que el ELN se siente amenazado. Si bien las autoridades hacen presencia en las zonas y conocen la ubicación exacta de los cabecillas que impulsan el terror, tienen más fuerza las palabras que la guerrilla transmite en las redes sociales.
El paro armado ha intensificado una crisis humanitaria en el Chocó con graves consecuencias para la población civil. Para cubrir los estragos, la guerrilla autorizó un corredor humanitario desde el 16 hasta el 21 de agosto para el suministro de alimentos y la evacuación de las personas en condiciones críticas de salud. Sin embargo, nada de eso es suficiente.