La familia de Luis David Cely Mora tiene un enorme dolor. Tras años de esfuerzo y sacrificio en la carrera de medicina, un enredo administrativo lo tiene fuera de las posibilidades de graduarse el próximo 15 de diciembre en la Fundación Universitaria San Martín, sede Sabaneta.
Su padre, el mayor Alejandro Escaño, habló con SEMANA. Todo comenzó cuando hace unas semanas un estudiante de la universidad fue señalado de haber pagado por un examen de inglés, lo cual puso esas pruebas en el ojo de las directivas del plantel.
A la decanatura llegó un anónimo y las pesquisas comenzaron a andar. Los estudiantes de la Universidad presentan dos pruebas de inglés. Una es la ‘Saber Pro’ y la otra es el ‘Examen MET’ avalado por la Universidad de Míchigan.
La universidad decidió cotejar los dos exámenes y en el caso de siete estudiantes, los resultados eran diferentes, aunque habían pasado las pruebas. A esos estudiantes, entre los cuales estaba Luis David, la decanatura les abrió un proceso disciplinario.
“Hay mucha arbitrariedad y se nos está saliendo de las manos la situación”, le dijo el mayor John Alejandro Escaño Bautista a SEMANA sobre las razones que lo habían llevado a hablar públicamente del caso.
Veinte días antes del grado, y cuando los estudiantes estaban en medio de la rotación de los hospitales, la decana les pidió que presentaran una prueba adicional, pese a que la prueba que es requisito para el grado ya estaba cumplida. Los estudiantes, al ver embolatado su requisito de grado, para ellos de manera injusta, decidieron poner una tutela.
El mayor cree que como consecuencia de esa tutela, la decanatura decide tomar acciones y entonces les abre a todos una investigación disciplinaria de manera rápida, en la cual los llaman a descargos en apenas 10 días. “Con eso quiere frenar el grado de nuestros hijos faltando apenas unos días, porque el grado es el 15 de diciembre”, señala el mayor.
Hace unos días, además, la universidad emitió un comunicado diciendo que los estudiantes que tienen investigación disciplinaria no se pueden graduar. Este miércoles es una ceremonia de bendición y apenas unas horas antes, el martes, les escriben que por favor no se presenten a la ceremonia porque no los dejarán entrar. Por ahora, los estudiantes apenas están en investigación.
“Yo estoy con mi familia en Riohacha, anoche compramos un pasaje carísimo. Mi esposa acaba de viajar a Medellín. Ya toda la familia tiene pasajes, ya tenemos la celebración“, dice el mayor.
Cuenta que Luis David estudió con mucho esfuerzo y que su sueño de ser médico fue muy trabajado. Al comienzo, el joven no pasó en medicina y por eso estudió un semestre de enfermería.
“Después de tanto esfuerzo, tanto sacrificio, se les hace fácil ir en contravía de todo y no graduarlos. Ha sido mucho lo que ellos han trabajado y lo que nosotros hemos gastado. Después de todo ese esfuerzo y de que él ha sido un alumno impecable, no es justo este desenlace. No ha perdido una materia. Siempre ha estado en los mejores puestos de la universidad. Allá lo quieren mucho. Y así como a él, a todos los compañeros. Son siete alumnos”.
La mamá de Luis David viajó a Medellín para encontrarse con las directivas de la universidad, y la familia espera poder resolver esta situación antes del grado.