Esta historia de sangre sucedió en la noche del pasado domingo 10 de marzo en una remota vereda del municipio de Florida, Valle, y tiene tres protagonistas: un concejal, un exconvicto y una mujer maltratada. Ocurrió a las 10:30 de la noche en la vereda Simón Bolívar del corregimiento El Llanito del municipio valluno. A esa hora la joven maltratada (por su condición de víctima llamaremos solo Diana) empezó a gritar desesperadamente desde su humilde casa donde vive desde hace un año con su pareja sentimental Wilson Materón Medina. En los gritos de auxilio la asustada mujer pronunciaba claramente la frase, “Mauro, por favor ayúdeme, me va a matar”. El llamado iba dirigido a su vecino Mauricio Ramos, quien vive a escasos metros de la vivienda de la pareja. “Como ya era muy tarde, obviamente los gritos y el llamado de auxilio eran muy claros y no podía desentenderme de un asunto tan delicado”, explicó a esta revista el joven Ramos. Puede leer: El inesperado desenlace del asesinato de un médico que sacude al Valle Luego - prosiguió Mauricio - “salí de mi casa y me dirigí hacia la puerta de entrada de la vivienda donde residen Diana y su pareja; logré ingresar sin forzar la puerta y rápidamente observé que su novio la tenía agarrada del cuello con una mano, y con la otra la amenazaba con un cuchillo como intentando enterrárselo en la parte lateral de su cabeza, muy cerca a la oreja”, recordó. Cuando Mauricio ingresó a la casa de manera sorpresiva para atender el llamado de auxilio de su vecina, ésta lo miró fijamente y en tono de queja le dijo: “Mauro, mirá como me tiene este hombre”. En ese instante el iracundo agresor se enteró que ya no estaban solos y sin mediar palabra reaccionó “soltándola a ella, pero se lanzó hacia mí como tratando de enterrarme el cuchillo; hubo un forcejeo y en medio de esa confusión logré tomar otro cuchillo que había en la casa y lo ataqué en el pecho, en defensa propia”, recordó. Dijo además que, si bien las heridas que alcanzó a causarle con el arma blanca no fueron certeras, “él murió cuando era trasladado hacia un centro hospitalario”. También recuerda que el hombre estaba bajo los efectos del alcohol y que “esta no era la primera vez que le pegaba a su pareja. Ya existía un historial de maltratos, la mayoría en medio de borracheras”, aseguró. Le puede interesar: En libertad, mujer señalada de mandar a matar a su marido en el Valle El resultado de esa noche fatal en el que quiso auxiliar a su vecina de las golpizas de un marido alicorado, fue un muerto, una mujer con heridas de cuchillo en su cabeza y un concejal a punto de ser acusado de asesinato. Ese es el escenario jurídico al que podría enfrentarse el joven Ramos, ya que la Fiscalía anunció a través de un boletín oficial, que el concejal sería acusado de homicidio. No obstante, fuentes oficiales cercanas al caso no descartan que en el análisis del expediente el fiscal decida contemplar causales de ausencia de responsabilidad contempladas en el artículo 32 del Código Penal, que hablan entre otras cosas de la legítima defensa y la defensa de un derecho propio o ajeno. Frente a esa incertidumbre jurídica el propio concejal se presentó ante las autoridades el pasado lunes 11 de marzo, para responder por su actuación frente a lo ocurrido en la noche del domingo, “pero hasta el momento la Fiscalía aún no ha decidido el delito que me formulará”. Dijo que se presentó porque es su deber como ciudadano y porque a través de una de las hijas de Diana, se enteró que ella intentaría asumir la culpa de todo lo que pasó, “pero estoy tranquilo y convencido que en este caso la justicia se inclinará por la verdad y la verdad es que actué en legítima defensa, atendiendo un llamado de auxilio de una mujer que era atacada por su marido”. Le sugerimos: El inesperado desenlace del asesinato de un médico que sacude al Valle Pero ahí no terminan los problemas del concejal. Resulta que la víctima fatal de esta historia, osea el presunto esposo maltratador, es un exconvicto que hace un año salió de purgar una pena en la cárcel y tiene antecedentes judiciales por concierto para delinquir agravado, con fines de narcotráfico, inasistencia alimentaria y violencia intrafamiliar. “Lo que me preocupa ahora es que la familia de él (exconvicto) quiera hacer justicia por sus propias manos”. Mauricio Ramos es un joven concejal que llegó a ese cargo con 217 votos en las elecciones de 2015, avalado por el Polo Democrático. Tiene 38 años, vive en unión libre y es padre de dos hijos. Toda su vida la ha dedicado a la actividad sindical que desarrolló como cortero en los extensos cultivos de caña de azúcar de la región. Mientras tanto, en el pequeño municipio de Florida, Valle, todos sus habitantes están consternados con el giro judicial que pueda dar esta trágica historia de violencia intrafamiliar.