La llegada del abogado del régimen a la defensa de los policías involucrados en el caso del polígrafo ha sido polémica y muy cuestionada. El penalista asumió el caso de los miembros de esa institución que participaron en la prueba de polígrafo realizada a Marelbys Meza en un sótano frente al Palacio de Nariño. Para muchos, el abogado está incurso en un claro conflicto de intereses dada su cercanía y simpatía con el gobierno de Gustavo Petro.
El abogado también ha insistido en la tesis de que la muerte del coronel Dávila obedeció a un suicidio, a pesar de que aún no se conoce el dictamen de Medicina Legal de ese fallecimiento. Incluso, fue más allá y culpó a la llamada de Sylvia Charry, una periodista de Cambio, de haber sido el “detonante” de la decisión del coronel de quitarse la vida.
“Cuando ocurre la llamada de la periodista Sylvia Charry, él se comunica con uno de los investigadores y le advierte que lo acaba de llamar una periodista. En ese momento, yo no sabía que era Sylvia Charry. (Dijo) que lo acababa de llamar una periodista y que la periodista estaba siendo insistente y lo estaba presionando. Y que su nombre iba a salir al día siguiente en un informe. Para mí, ese fue el detonante de su situación personal”, dijo en una entrevista a Blu Radio. Esto generó el rechazo de muchos periodistas que señalaron al abogado de poner en riesgo la vida de la joven.
SEMANA conoció que el abogado “del régimen” alcanzó a recibir 50 millones de pesos del coronel por llevar su caso. La entrega de ese dinero la hizo en efectivo.
En efecto, en un trino, del abogado “del régimen” había escrito: “El día de ayer me reuní con el coronel Dávila, quien me buscó para manifestarme que de la Fiscalía lo estaban amenazando. Le advirtieron que no se detenían ‘hasta que corriera sangre’. Hoy se quitó la vida con su arma de dotación. Lo de la Fiscalía es una persecución infame”.
Por cuenta de esas declaraciones, el jurista “del régimen” fue uno de los llamados a dar su versión de los hechos en la Fiscalía. Frente a la citación, el abogado “del régimen” reaccionó de inmediato: “¿Ustedes creen que me van a intimidar poniendo mi nombre de primeras en un comunicado gaseoso? Si me van a abrir una investigación, adelante. No tengo nada que declarar. Soy abogado defensor. Denunciaré a Barbosa y los funcionarios que intimidaron al coronel Dávila”, aseguró.
Todas las dudas que aún quedan del caso del coronel Dávila, la niñera Marelbys Meza y el proceso 15.000
Lo que nació como un caso de abuso de autoridad, cuando de forma arbitraria hombres de seguridad adscritos a la Presidencia de la República, trasladaron, acusaron de robo y le hicieron una prueba de polígrafo a Marelbys Meza, la exniñera de la exjefe de gabinete Laura Sarabia, ha venido creciendo hasta convertirse en un escándalo de marca mayor.
Regresaron las ‘chuzadas’ telefónicas ilegales, y lo más grave ocurrió el viernes, con el presunto suicidio del coronel Óscar Dávila, justamente uno los policías con mayor responsabilidad en la seguridad de la Casa de Nariño.
La muerte del coronel Dávila deja muchos interrogantes que justamente pudo haber aclarado en una cita a interrogatorio o entrevista con el fiscal general Francisco Barbosa, que el mismo Dávila solicitó, pero que nunca se dio. Su muerte fulminante dejó las mismas dudas que ahora las autoridades deben resolver.
¿Quién dio la orden de realizar el polígrafo a Marelbys Meza? ¿Quién ordenó las ‘chuzadas’? ¿Fue él quien, aprovechando haber sido parte de las Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (Cicor), pidió que la chuzaran haciéndola pasar como cercana a un cabecilla del Clan del Golfo? ¿Por qué la Policía sacó a vacaciones al policía escolta que lo acompañaba el día del suicidio? ¿Qué ocurre en el piso 13 de la Dian, en la oficina de anticipaciones, que estaba bajo su mando?
Son muchas las dudas que dejó la muerte del coronel Dávila. SEMANA las resume y ahora será la Fiscalía la que tendrá la tarea de aclararlas y determinar si es cierto que se trató de un suicidio, como lo señalan todas las versiones hasta el momento. Y la pregunta clave: si así fue, ¿qué lo llevó a tomar la fatal decisión?
¿Quién dio la orden?
Son pocas las dudas que quedan sobre quién realizó el polígrafo a Marelbys Meza: es claro que fue la oficina de anticipaciones a cargo de Óscar Dávila. Lo que no alcanzó a dejar claro el coronel es si fue una decisión que él tomó al considerar que un robo doméstico era un asunto de seguridad nacional o si estaba siguiendo una orden.
Si estaba siguiendo una orden, es necesario determinar si esta fue dada directamente por la exjefe de gabinete Laura Sarabia, o por su superior, el todopoderoso coronel Carlos Feria Buitrago, jefe de seguridad de la Casa Militar y su jefe inmediato.
¿Cómo fueron ordenadas las ‘chuzadas’?
Días después de conocido el escándalo de abuso de poder, el fiscal Francisco Barbosa dio a conocer una información mucho más grave sobre este caso. En la búsqueda del dinero de Sarabia fueron chuzados los teléfonos de las empleadas de la exjefe de gabinete Marelbys Meza y Fabiola. A la primera le pusieron el alias de La Niñera y a la segunda de La Madrina.
El coronel Dávila, antes de sumarse al equipo de seguridad de la Presidencia, formaba parte de las Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (Cicor), justamente del componente n.° 6, con sede en Medellín, que es la que persigue al Clan del Golfo en Urabá.
Pues bien, las llamadas ‘chuzadas’ se hicieron con la justificación que las mujeres eran muy cercanas a Wilmer Antonio Giraldo, alias Siopas, uno de los cabecillas de la organización criminal y heredero del otrora todopoderoso narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.
En este caso el coronel no alcanzó a explicar si él tenía que ver de forma directa con esa orden de interceptación ilegal, si estaba siguiendo órdenes superiores y por qué se dieron estos hechos.
La sala de anticipaciones
En medio de todo este escándalo salió a relucir una misteriosa oficina, ubicada en el piso 13 del edificio de la Dian, a unos metros de la Casa de Nariño. La denominada sala de anticipaciones, de la cual el presidente Petro se ha distanciado al afirmar que existe desde el gobierno de Juan Manuel Santos, pero que deja sobre la mesa la posibilidad de que tenga carta abierta para labores de inteligencia y hasta de espionaje sin que el país tuviera conocimiento.
Según pudo conocer SEMANA, desde esa sala “los equipos, donados por otro país, de manera constante e ininterrumpida, hacen interceptaciones a las comunicaciones de todos los ciudadanos que estén en las inmediaciones de la Casa de Nariño y en los desplazamientos. Un equipo móvil acompaña la avanzada presidencial, interceptando y escuchando comunicaciones a cada paso que da el mandatario”.
La reunión con el fiscal
Existe otro detalle de gran importancia. En la investigación que realiza la Fiscalía sobre los hechos y las incertidumbres que rodean estos casos en la Casa de Nariño, la información conocida por el coronel Dávila resultaba crucial.
El propio coronel había enviado una carta al fiscal general, con fecha del 2 de junio de este año, en la cual manifestaba su disposición para participar en una entrevista o interrogatorio en el cual revelaría todo lo que sabía. Lamentablemente, debido a su fallecimiento, esa cita nunca se dio.
El hombre de seguridad de vacaciones
Hay dos hechos que rodean al patrullero Osman Javier Galeano Arango, escolta del coronel Dávila. La primera es cómo un hombre entrenado deja su arma y se va a comprar una botella de agua, cuando es claro que esa sería una irregularidad. Con esa arma, presuntamente, se habría matado Dávila.
Pero hay otro detalle particular del cual no ha habido respuesta, aunque SEMANA lo ha preguntado reiteradamente. ¿Por qué el patrullero Galeano, la última persona en estar con el coronel Dávila con vida, fue sacado a vacaciones?
Son muchas las explicaciones que el país quiere conocer, pero rápidamente fue enviado de vacaciones y su versión sigue estando en la sombra.
Seguridad nacional o un asunto doméstico
Otro punto en el que hay posiciones radicalmente contrarias y que fue lo que justificó este gigantesco escándalo fue el presunto robo de un dinero del maletín de Laura Sarabia.
La primera duda es cuánto fue el dinero que se le perdió a la exjefa de gabinete. Mientras que en la Presidencia aseguran que se trató de 7.000 dólares de viáticos; la exniñera Marelbys Meza asegura que los hombres que le realizaron la prueba de polígrafo le preguntaban por 150 millones de pesos.
El otro factor con respecto al robo es si en realidad se trató de un asunto de seguridad nacional. Desde la Presidencia de la República enviaron un comunicado, citando un decreto, con el argumentaban que un hecho de ese tenor sí era un asunto de seguridad nacional.
No obstante, desde la otra orilla, el fiscal Barbosa ha sido vehemente al advertir que, por las preguntas que le hacían a Marelbys al realizar la prueba, no cabe duda de que se trataba de un simple robo.
¿Cuánto era el dinero?
Es una de las primeras preguntas en este escándalo y aún no ha tenido respuesta. Cuando se dio a conocer la noticia del robo a Laura Sarabia el primer monto del que se habló fue de 4.500 dólares.
Luego, con la versión de Marelbys a SEMANA, la cifra creció hasta los 150 millones de pesos, que era el monto que le reclamaban los hombres adscritos a seguridad de la Presidencia mientras le realizaban las preguntas del polígrafo. Finalmente, como ya se mencionó, la Casa de Nariño, en un escueto comunicado, habló de 7.000 dólares.
La Fiscalía
En medio del tire y afloje con el gobierno del presidente Gustavo Petro, será la Fiscalía General de la Nación la que trate de desenredar la madeja y aclarar las dudas frente a todo lo que rodea el presunto suicidio del coronel Dávila, pero, sobre todo, los motivos que le habrían llevado a tomar esa trascendental decisión.
Para eso ya empezó a citar al círculo cercano (quienes estuvieron alrededor de lo ocurrido, todos los hombres de seguridad de la Presidencia y hasta al superior de Dávila) el también coronel Carlos Alberto Feria Buitrago
También fue citada la exjefe de gabinete de la Presidencia de la República, Laura Sarabia Torres. Fue llamada a entrevista por el fiscal que investiga la pérdida de un dinero en su lugar de residencia. El procedimiento está fijado para este jueves 22 de junio.
En otro frente investigativo fueron citados a interrogatorio el capitán Elkin Augusto Gómez, comandante jefe de Oficina de Polígrafo; el intendente Jhon Alexander Sacristán Bohórquez, poligrafista, y, de nuevo, el coronel Carlos Alberto Feria. Las diligencias están previstas para el próximo 21 de junio.
De otra parte, Harold Rondón, conductor de la Unidad Nacional de Protección (UNP), asignado a la exjefe de gabinete de la Presidencia de la República; Andrés Fernando Parra, esposo de la señora Laura Sarabia; y la subintendente Luisa Calle, que es parte del esquema de seguridad de la exjefe de gabinete.
Por la interceptación ilegal a las líneas de la exniñera y una extrabajadora de servicios domésticos de la exjefe de gabinete de la Presidencia, la Fiscalía indaga la posible configuración de los delitos de fraude procesal, falsedad en documentos públicos y violación ilícita de comunicaciones.