SEMANA reveló en exclusiva que Rodrigo Granda regresaba a Colombia este miércoles en la madrugada después de firmar “de manera voluntaria” un documento en el que renunciaba al ingreso a México. Toda la tormenta se generó por su detención al llegar a ese país en el que participaría en un foro sobre el proceso de paz colombiano que se adelantó con la extinta Farc.
Al ser consultado sobre el caso de Cecilia Cubas, Granda dijo que se trataba de un “montaje” y aseguró que no fue requerido por la Interpol a su llegada a México. Aunque el tema aún no está claro, lo cierto es que el llamado ‘excanciller de las Farc’ tiene cuentas pendientes con la justicia de Paraguay.
Todo se remonta a 2004 cuando Cecilia Cubas fue secuestrada. Cinco meses después fue encontrada en una fosa con signos de tortura que se produjo antes de su asesinato. Por esa razón, Granda está acusado de asesorar a la banda que secuestró y asesinó a la hija del expresidente de ese país, Raúl Cubas, y la justicia lo busca por cargos como homicidio y secuestro.
En su momento, el juez Pedro Martínez ordenó una orden de captura internacional contra Granda y por ello, se habla de una pena pendiente de 35 años de cárcel por la comisión de los presuntos delitos.
En noviembre de 2012, la justicia paraguaya reiteró el pedido de captura de Rodrigo Granda. La solicitud se envío a Lyon (Francia) donde está la sede de la oficina central de Interpol. Mientras esto ocurría, el Gobierno de Juan Manuel Santos anunciaba una mesa de diálogo con las Farc en La Habana (Cuba).
En el expediente de Granda se ratificó que fue el asesor de quienes ejecutaron el secuestro y posterior asesinato de la hija del expresidente paraguayo. Las autoridades de ese país encontraron evidencias de la participación intelectual de Granda, en un computador de uno de los integrantes de la banda que participó en el plagio de Cubas.
Aunque han pasado 16 años de ese crimen, el caso todavía genera conmoción en Paraguay por la gravedad del caso y porque la joven empresaria era hija de un expresidente de ese país.
Granda volvió a Colombia pero se desconoce cómo solucionó su lío jurídico con las autoridades paraguayas o por qué las de México no decidieron enviarlo a ese país donde es requerido por la justicia. Aunque ya esté en el país, sus cuentas judiciales siguen pendientes y los beneficios del proceso de paz solamente lo cobijan en territorio colombiano.