La víspera de Año Nuevo se ve opacada en Bogotá por un hecho de sangre que cobró la vida de un menor de edad, quien se constituye en la nueva víctima de los sicarios en el país.

Se trata del caso registrado al norte de la ciudad, más exactamente, por la Avenida Boyacá con calle 116. Sobre ese punto de la capital, sujetos motorizados interceptaron a un padre y a su hijo, a los que atacaron sin ningún tipo de contemplación, falleciendo por la gravedad de las lesiones por arma de fuego, el pequeño de siete años.

En medio de su dolor por la partida violenta de su ser querido, Jhon Freddy Rojas Peñas, se pronunció en declaraciones con Noticias Caracol, sobre este lamentable incidente que enluta a todos en su hogar y que empaña, sin duda alguna, la celebración de Fin de Año.

De acuerdo con lo manifestado por este padre de familia, quien aún no encuentra explicación frente a lo sucedido, cuando ambos se encontraba al interior de una camioneta Jeep Wrangler Sport; la cual, fue interceptada por motorizados, que, sin vacilar, comenzaron a disparar de manera indiscriminada.

Relata que venía conduciendo el vehículo, y que en su interior se encontraban su compañera sentimental y el pequeño. “(...) mi bebé (el niño de siete años) venía atrás, él siempre se hacía ahí para estar conversando con nosotros, íbamos superfelices”, dijo.

Manifestó que, de repente, sintieron unos golpes, sonidos que inicialmente él confundió con algún daño mecánico. Sin embargo, como no fueron ni uno y ni dos, sino, siete disparos en total, comprendió que se trataba de algo diferente, y que por instinto de protección, “lo único que hice fue tratar de agacharnos”, contó.

Cuando, finalmente, cesaron los disparos, expresó que se dio cuenta de que su hijo había resultado herido. “Salimos, nos bajamos del carro, gritamos y cuando nos dimos cuenta de que él tenía un disparo en la cabeza, le atravesó los dos hemisferios del cerebro”, indicó Rojas Peñas, quien afirmó que, rápidamente, se trasladó con este a la Clínica Shaio. Allí, el pequeño recibió toda la atención médica necesaria, a la espera de una evolución favorable en su estado de salud. Sin embargo, en la madrugada de este sábado 31 de diciembre, falleció.

En medio de esta dolorosa pérdida, este padre pidió justicia por su hijo; al tiempo que manifestó desconocer los móviles que rodean el ataque, debido a que previo al hecho, él y sus familiares que lo acompañan en el carro, habían realizado el retiro de un dinero, a la altura de la Calle 80. “Mi patico no se merecía esto”, expresó.

Con respecto a este hecho de sangre, las autoridades siguen en la búsqueda de información para esclarecer lo ocurrido; así lo señaló el coronel Wilford Méndez, comandante Operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, al expresar que se avanza en la recolección de material desde cámaras de video, testimonios, y otros elementos que “nos permitan dar de forma rápida con los individuos que generaron la agresión”.

Según datos suministrados por la Policía Nacional de Colombia, hasta el 20 de diciembre, se han registrado en el país 7.772 casos relacionados con sicariatos; representando una tasa inferior en un 2,77% frente al panorama del 2021. Sin embargo, según sus estadísticas, cada día fueron asesinadas 22 personas en promedio por esta modalidad. Aunque el índice haya disminuido, ha representado un problema en algunas ciudades.

En las cifras de ciudades, en Bogotá han ocurrido 353 casos de sicariato, sin embargo, la situación más compleja se registra en la ciudad de Cali, donde la cifra de muertes violentas se ubica en 1.280 casos en lo corrido del 2022.