Durante casi ocho horas, la excongresista Aida Merlano le detalló a la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia el sofisticado plan que se puso en marcha en el 2017 para comprar votos para las elecciones que se iban celebrar en marzo de 2018. La dirigente conservadora fue clara en decir que ella no iba a ser la única beneficiada de ese plan, que tenía como factor común a dos poderosas casas políticas y económicas del Atlántico: los Char y los Gerlein.
Con esta mezcla de fuerzas, Merlano detalló que se puso en marcha una estrategia dirigida a captar votantes en diferentes municipios del Atlántico. Igualmente, se fijaron las fórmulas de Senado y Cámara que iban a ser beneficiadas con el plan, la forma en que se iba a mover el dinero, los principales financiadores y los apoyos que se iban a dar. No existía discriminación de partido político.
En su relato apareció varias veces el nombre de Arturo Char Chaljub, quien buscaba la reelección al Senado. Pese a que su familia era la más poderosa de la región y él ya tenía unos votos asegurados, según Merlano, se sumó al plan de compra para asegurar su continuidad en el Congreso.
“Arturo interfirió en la campaña de Aida Merlano -detalló la excongresista hablando en primera persona- más allá cuándo él no me hablaba por la grosería de no asistir a la reunión, porque yo no iba a apoyar a Vargas Lleras, esa es la verdad, yo no lo pensaba apoyar, entonces él fue el que le hizo el favor a su hermano, es decir yo hablo, yo abogo, yo me meto en la mitad si me das la Cámara”, dice en el video.
Merlano mencionó que la participación del exalcalde de Barranquilla Álex Char fue clave en todo este entramado y mezcla de apoyos, haciendo una triangulación del modo en que se iban a buscar los votantes en la región del Atlántico, y los apoyos que cada uno iba a recibir. Su sede de campaña, conocida como La Casa Blanca, ubicada en el centro de Barranquilla, fue el centro de operaciones para el movimiento del dinero y la búsqueda de los votantes.
“Entonces ahí fue cuando Arturo intermedia y a su vez me pide que le dé una votación de unos departamentos. Desde la sede política trabajaron y se cuadraron 10.000 votos que fueron para favorecer a Arturo Char en los municipios que tengo determinados como Malambo, unos en Soledad, unos de Piojó, y unos de Sabanalarga, son como cinco municipios que fueron destinados para la votación de él”, aseguró la excongresista.
“Decir que se compraron votos para él en esos municipios porque yo no tenía ninguna intención de gastar ni irme a desgastar en esos municipios, cuando yo tenía muchos compromisos en otras ciudades y otros departamentos, y también en la misma ciudad de Barranquilla”, añadió en su extensa declaración ante la Corte Suprema.
Frente a los cuestionamientos del magistrado Carlos Pedraza, la excongresista intentó detallar al máximo cómo funcionó el complejo plan para la compra de votos: “Alejandro financia la campaña y Arturo Char sirve de puente, él es un intermediario que se aprovechó de la decisión de Alejandro de financiarme y dijo: ‘Yo te hago el favor, pero tú me financias a mí la Cámara’. Entonces Alejandro para que fuese él quien diera la cara ante Julio, que fue mi compañero sentimental durante años”.
Merlano fue más allá y aseguró que durante el allanamiento a su sede de campaña en Barranquilla, ejecutado el mismo día de las elecciones, los agentes borraron, adulteraron y manipularon evidencia que vinculaba directamente a Arturo Char con la compra de votos.
Esta declaración de Merlano fue clave en la decisión que tomó el pasado miércoles la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia de ordenar la captura internacional de Arturo Char en el proceso que se le adelanta por los delitos de concierto para delinquir y corrupción al sufragante, ambos agravados.
En la noche del pasado jueves, Char llegó a Barranquilla en un avión privado y fue detenido por las autoridades. El pasado viernes fue trasladado a Bogotá para ser enviado a la cárcel La Picota, de Bogotá, mientras se define si se llama o no a juicio.