Desde la cárcel de Jamundí, en el Valle del Cauca, Carlos Andrés García Hernández declaró bajo la gravedad de juramento en el juicio que se adelanta contra su hermanastro, Jhonier Leal Hernández, por su presunta responsabilidad en el crimen del reconocido estilista, Mauricio Leal, y su madre, Marleny Hernández, cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados el 22 de noviembre de 2021 en su casa en La Calera, Cundinamarca.
En medio de su declaración recordó cómo fue su relación con Mauricio y Jhonier, asegurando que, pese a que él siempre fue “la oveja negra de la familia”, intentaban compartir fechas especiales. Igualmente, el estilista le comentaba sobre sus proyectos, siempre trataba de tener contacto con él y saber si necesitaba ayuda.
“Yo a mi mamá la llamaba todos los días en las horas de la mañana, esto porque tenía una dolencia en una piernita. Yo la llamé el lunes entre las 10 y 10:30 de la mañana y se me hizo raro que no me contestara”, narró Carlos Andrés al recordar lo ocurrido ese día. Debido a esto, decidió llamar a una de sus tías para saber si tenía información sobre el paradero de Marleny.
“Esa mujer estaba en llanto, gritando, me decía ‘Andrés los mataron, los mataron’”. Recordó: “Me dijo: ‘Mataron a Marleny y a Mauricio’. Cuando me dijo eso a mí casi me da un infarto a mí ahí. Entonces yo llamé a Jhonier y le pregunté qué había pasado”.
Pese a esto, su hermanastro le respondió como si fuera lo más normal del caso: “Con esa frescura, como si no hubiera sido nada de él, me dijo: ‘Sí, Andrés, a mi mamá y a mi hermano los mataron’. Con una frescura, como si no hubiera sido ni la mamá ni el hermano de él sino otras personas”.
En ese momento, Carlos Andrés quedó en shock y empezó a golpearse contra las paredes de la celda. “Yo nunca me imaginé una tragedia de esas, y nunca me imaginé que mi propio hermano le quitara la vida tan vilmente a mi mamá y a mi hermano. Lo hubieran esperado de mí, porque yo soy la oveja negra de la casa, pero yo no le quito la vida a nadie, Dios mío bendito, y mucho menos a la persona que me engendró, que se preocupó por mí, que me crio”.
“Nunca me imaginé que Jhonier Rodolfo Leal Hernández hiciera una cosa de esas, porque entre ellos había mucho amor, yo veía que Jhonier demostraba mucho amor a mi mamá y a Mauricio. En ese momento no cabía en mi cabeza (...) Obviamente en ese momento nadie sabía que él lo había hecho”, manifestó.
En las charlas con sus compañeros de la cárcel, Carlos Andrés intentaba entender la situación mientras se preguntaba quién podía haber hecho algo así. “No me cabía en la cabeza que una persona hiciera eso, yo decía; ‘¿quién pudo cometer esa barbaridad?’ (...) Todavía no lo puedo asimilar porque el dolor lo llevo en el alma y lo voy a tener hasta que Dios me tenga con vida”.
El dolor fue más profundo cuando se enteró por las noticias que Jhonier había sido capturado como el principal sospechoso del doble crimen: “Yo quedé de una sola pieza, en jaque, ni parpadeaba (...) Estaba confundido, loco”.
Carlos Andrés reprochó que en las conversaciones que tuvo con Jhonier siempre se mostró evasivo y siempre buscaba evadir el tema. “No hay justificación, nada justifica que Jhonier le hubiera quitado la vida a mi madre tan vilmente”, aseguró Carlos Andrés mientras rompía en llanto. “Esto no es fácil para mí. Con todo el respeto, pero ni un animalito le es capaz de quitarle la vida a su propio hijo”.