El país no se repone del brutal atentado en el que siete policías fueron asesinados en el corregimiento de San Luis, en el departamento del Huila, en hechos ocurridos el pasado viernes 2 de agosto.
Entre los fallecidos está el intendente Wilson Jahir Cuéllar Losada, un uniformado que desde muy joven, a sus 22 años, decidió entrar a hacer curso de formación y en diciembre próximo se pensionaría en esa institución.
Hay muchas historias que familias, amigos y conocidos recuerdan de las víctimas. Sobre Cuéllar Losada se indicó que tenía dos hijos de 18 y 4 años, además de Antonella, una bebé que nació el 11 de julio y que ahora quedó huérfana.
La familia del uniformado también espera a uno de sus hermanos que llega desde Chile para darle cristiana sepultura.
Vale destacar que la Fiscalía General de la Nación entregó este domingo 4 de septiembre un reporte sobre cómo avanzan las labores de investigación tras el atentado con explosivos registrado el pasado viernes.
El ente investigador señaló que, en primer lugar, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) realizaron el sábado el retiro de los cuerpos de las víctimas y los trasladaron a la sede del Instituto Nacional de Medicina Legal para su custodia y preservación.
“Se está adelantando el informe y las correspondientes actas de inspección técnica a cadáver soportadas en los elementos materiales probatorios encontrados en la escena”, agregó.
Adicionalmente, la Fiscalía indicó que en el lugar de los hechos se está “realizando la documentación fotográfica y planimétrica, además de la recolección y embalaje de los elementos materiales probatorios encontrados”.
La entidad manifestó que Medicina Legal, una vez reciba las actas de inspección técnicas a cada cadáver, iniciará un “abordaje forense integral, mediante la aplicación del Protocolo de Minnesota para muertes ilícitas”, cumpliendo así con los estándares internacionales aplicables a estos casos.
Finalmente, aseguró que en estas labores cuenta con la participación de expertos en patología y en medicina forense, además de los técnicos y asistentes forenses de Medicina Legal. “Una vez culminen con estas actividades, se procederá a la entrega de los cuerpos a sus familiares”, sostuvo.
¿Cómo se salvó?
Las autoridades adelantan las pesquisas para establecer cómo se salvó de manera milagrosa, el patrullero Esquivel mientras que sus compañeros terminaron masacrados. En un video que conoció SEMANA, los uniformados que lo rescataron lo llevaron a una unidad de la institución y lo llamaron por su nombre, instándolo a que se bajara de la camioneta. “Por acá, Gustavo”, le dijo una persona que lo recibió. Luego, el joven aparentemente se desmayó dentro del vehículo, mientras otra persona decía: “Está asustado, está asustado, él está asustado”. En seguida, otras personas lo sacaron del vehículo.
Las autoridades investigan cuáles fueron los móviles de lo ocurrido para que él se salvara, así como las razones por las cuales aparece vestido de civil en las imágenes referidas. Conocer qué hizo él desde el momento en que se dieron los hechos hasta ahora. Por ahora se ha hablado de que el impacto sobre la camioneta de la Policía lo pudo arrojar lejos y por eso se salvó, siendo hallado posteriormente por las autoridades, pero no pasan de ser hipótesis. Las autoridades recopilan evidencia y buscan en el mismo patrullero, además de las pesquisas de las autoridades, más información. El cómo se salvó también es motivo de indagación.
Jesús María Esquivel, padre del patrullero Gustavo Alberto Esquivel, habló de su hijo, único sobreviviente de la masacre de policías en Huila. De acuerdo con su relato, el uniformado siempre manifestó su deseo de ser policía y por eso lo considera un milagro de Dios, tras sobrevivir a semejante tragedia. “Ellos ya habían tenido un altercado con los civiles y los habían amenazado”, dijo Jesús María Esquivel cuando refirió que su hijo le dio cuenta de altercados, en el pasado, con la población civil. “Mi segundo hijo, un hijo muy educado, muy sencillo, la gloria de Dios que lo vuelvo a ver”, agregó. “Él siempre quiso ser un policía, me decía que estaba bien, que le tocaba muy duro estar en los entrenamientos”, agregó.
Respecto a la declaración en la que dijo que su hijo, así como sus compañeros asesinados ya habían sido amenazados, Jesús María Esquivel señaló que su hijo en varias oportunidades le dijo que tenía miedo porque la zona donde operaban no era segura. “Que era peligrosa y no sabían qué podía pasar. Habían tenido un altercado con los civiles y los habían amenazado. No tengo mucho más conocimiento porque no me pudo decir”, agregó.