La contingencia por las lluvias que vivieron decenas de familias de varios corregimientos y veredas de Córdoba, entre ellos Sincelejito (jurisdicción de Ayapel), no ha terminado. Pese a que estuvieron refugiados más de tres meses en un espacio habilitado en la iglesia de este municipio por el desbordamiento del río Cauca, cuando quisieron regresar a sus viviendas encontraron un panorama desolador.

Sus viviendas las hallaron anegadas, en ruinas y muy afectadas por las inundaciones que aún no han cesado. Así lo explicó Óscar Alfonso Doria, uno de los vecinos damnificados, quien detalló a Noticias RCN que el boquete aún no ha sido controlado y sigue inundando el terreno donde se encuentran las viviendas.

Doria relató que en su caso tuvo que salir con su familia por tres meses y ahora que regresó encontró la casa totalmente deteriorada y destruida. “Nos tocó salir para un albergue donde pasamos muchas necesidades, todo lo que teníamos se perdió”, explicó el afectado.

Las afectaciones no solo fueron las unidades habitacionales, también se anegaron varias parcelas de cultivos de yuca, plátano y arroz que sembraban para el sustento. También se afectaron lugares destinados a la cría de gallinas, patos, cerdos, y reses.

Doria solicitó a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo celeridad en los trabajos para tapar el boquete por el río Cauca, para poder reparar las viviendas y arrancar de nuevo con los proyectos agrosustentables de la zona.

De acuerdo con el reporte de las autoridades de gestión de riesgo en Córdoba, solo en el municipio de Ayapel, la inundación ocasionada por las crecidas del río Cauca han dejado más de 4 mil familias damnificadas, cerca de 1.900 hectáreas de arroz arrasadas y más tres mil reses muertas, porque no hay pasto ni alimentos para los animales.

El noticiero de televisión registró que unos 300 agricultores, ganaderos y campesinos se tomaron el fin de semana el punto crítico ‘Cara de Gato’, por donde se desbordó el río Cauca hace meses para verificar los avances de las obras que tienen como fin controlar el boquete que, según denunciaron, cada día que pasa es más profundo.

Los afectados expresaron su preocupación por los atrasos en las reparaciones en la zona, por lo que advirtieron la realización de protestas y bloqueos de vías nacionales a fin de que les den soluciones y puedan volver a sus viviendas.

En octubre de 2021, el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez Mora, lanzó un SOS para ayudar a los 46.000 damnificados que habían dejado las inundaciones en esta región del país, muchos de ellos hacinados en albergues de paso.

El mandatario explicó que la situación más critica se vivió en los municipios de Ayapel, por la ruptura de la boca Cara de Gato, en San Jacinto del Cauca, Bolívar y en el municipio de Lorica, donde se registran filtraciones permanentes del río Sinú, reseñó el diario El Universal, de Cartagena, en su versión digital.

El gobernador alertó que la situación económica para los agricultores de la región también era crítica, ya que contabilizaba por lo menos 9.000 hectáreas de cultivos bajo el agua y eso implicaba que no tenían recursos para subsistir y tampoco para pagar los créditos bancarios solicitados para invertir en las cosechas.

Desde ese momento solicitaron a todos los alcaldes de los 30 municipios que activaran los planes de prevención y atención, ante la amenaza de crecientes súbitas y de deslizamientos de tierras, especialmente a los que están ubicados a las orillas de los ríos Sinú y San Jorge.