Hace un año, en noviembre de 2021, denuncié desde La Guajira el riesgo de que botaran a la caneca 300.000 millones de pesos de regalías en diversos proyectos inútiles. Todavía no habían arrancado las obras.

Regresé doce meses después, en noviembre pasado, cuando habían comenzado algunas, y era aún más evidente el robo/despilfarro en un departamento donde el 66 % de las necesidades básicas están insatisfechas, según el Dane. Y en todas se presumía que los presupuestos estaban inflados.

. | Foto: Salud Hernández-Mora

No había que ser un genio ni un experto para concluir que construir una piscina semiolímpica en Urumita, donde el agua es un lujo que apenas llega a los hogares, solo pretendía atracar al erario. Además de que no cuentan con campeones ni aficionados a la natación.

Pero solo ahora, y cuando casi toda la plata ya está perdida, interviene la Procuraduría General para advertir lo que SEMANA anticipó.

Salud Hernández denunció la “piñata” corrupta en La Guajira por 300.000 millones de pesos.

En un comunicado hecho público el lunes, concluyen que en los 16 proyectos analizados “hay deficiencias en todos los ámbitos”. Y se explaya con los de Urumita y Dibulla, para ratificar las irregularidades que la revista ya había señalado.

. | Foto: Salud Hernández-Mora

En todo caso, es tarde para recuperar el dinero. Según la Procuraduría, se han efectuado pagos superiores al 93 % del total y, sin embargo, “no se observó la entrega efectiva de los productos”. Incluso si entregaran las obras, de nada servirán porque el ente investigador constata la “incertidumbre sobre la sostenibilidad y operación”.

En entrevista telefónica este martes con John Harvey Pinzón, procurador delegado para Regalías, cargo creado en agosto de 2022, admitió que las acciones disciplinarias que emprendan en La Guajira, “no devuelve el dinero”. Que su labor, respetuoso con el debido proceso, debe recorrer un camino tortuoso. Y que si no hubiesen los controles, las pérdidas de los dineros públicos aún serían mayores.

“Si hacen lo que hacen con todas las ías, ¿qué pasaría si no existieran?”, se preguntó. También anotó que el Ocad se fundó para elevar la exigencia de rigurosidad técnica en todos los aspectos. Y tampoco funcionó.

Según la Procuraduría, se han efectuado pagos superiores al 93% del total y, sin embargo, “no se observó la entrega efectiva de los productos”. Incluso si entregaran las obras, de nada servirán porque el ente investigador constata la “incertidumbre sobre la sostenibilidad y operación”. | Foto: Salud Hernández-Mora

Antes de terminar la conversación, lanzó una advertencia que sonó a SOS: el último presupuesto de regalías en el país (periodo 2021-2022) fue de 17′2 billones. De ellos, La Guajira recibió casi un billón (944 mil millones) para 161 proyectos.

El próximo periodo, que va de 2023 a 2024, la cifra que recibirá la nación subirá hasta los 32 billones. Los corruptos se estarán frotando las manos.

La piscina de Urumita

Relata la Procuraduría, tras una visita de campo al municipio, que existen “presuntas deficiencias en diagnóstico e identificación de la población beneficiaria. Al parecer no se identificaron deportistas o asociaciones de natación en el municipio de Urumita”. Y agregan que, “de acuerdo con lo manifestado por la población, el municipio de Urumita no tiene continuidad de agua potable durante las 24 horas”, extremos que en Semana ya habían quedado constatados.

En La Guajira despilfarraron 300 mil millones de pesos: lo cuenta Salud Hernández-Mora

Tampoco “hay diseño de alcantarillado, acueducto, baterías sanitarias, energía” y un largo etcétera.

Una de las razones para adelantar los proyectos expuestas por Dibulla, la Alcaldía responsable de las obras de Urumita, es que sus habitantes podrían usar la piscina para entrenar. Pero están a tres horas de distancia por malas vías y tampoco en Dibulla hay deportistas de esa especialidad.

. | Foto: Salud Hernández-Mora

En cuanto al Centro de Alto Rendimiento de Dibulla, que pronostiqué como un seguro elefante blanco, la Procuraduría determina, entre otros muchos hallazgos, que no hay claridad sobre la disposición, de manera permanente, de los servicios públicos imprescindibles para su funcionamiento, ni “claridad sobre cómo se prevé el desplazamiento” de los deportistas de La Guajira hacia esos espacios.

Levantado a cuatro kilómetros del pueblo y con disciplinas como el lanzamiento de jabalina, que nadie practica en el departamento, no albergo la menor duda de que no hubo intención distinta a malgastar o robar unos millonarios recursos.

La Procuraduría General anunció que la Gobernación de La Guajira y el Consorcio Deportivo Guajira 2021 se exponen a actuaciones disciplinarias. Es decir, lo normal será que inhabiliten al inhabilitado (por otras causas) exgobernador de La Guajira, Nemesio Roy, cerebro del despilfarro/robo, y a los alcaldes que colaboraron.

¿11.000 millones de pesos para el parque tradicional de San Juan del Cesar?

Sin dientes para impedir que pongan en marcha proyectos ladrones, no hay esperanza. Y por no hacer más larga esta nota, omitimos lo relativo a Barrancas, San Juan del Cesar y Fonseca, entre otros.

Un último apunte. En SEMANA también advertí, sobre el proyecto de Dibulla, que derruirían la UCA de Cuatro Veredas, donde acogían a niños de muy escasos recursos, con la excusa de construir dos aulas multifuncionales para los deportistas. Se lo puse de manifiesto al secretario de Planeación, que hizo caso omiso. Pero no solo la tumbaron y dejaron a los niños al garete, sino que se apropiaron del terreno, que es privado.

Dibulla, Albania y Barrancas: “¿Preparan mega atraco?”.

Sus dueños legítimos -los herederos del matrimonio Redondo- dijeron a SEMANA que quieren denunciar al alcalde, Marlon Amaya, y otros funcionarios municipales, porque habían entregado el lote a la UCA para ayudar a la infancia más abandonada. ¿Será que el ICBF toma cartas en el asunto, que alguien hace algo por esos niños?

Lea la investigación publicada por SEMANA hace un año.

Estando en La Guajira, el departamento de la punta del Caribe colombiano, Salud Hernández-Mora habló sobre diferentes obras que prometieron ser de ayuda para municipios como Urumita, Dibulla, Barrancas, Fonseca, entre otros, las cuales fueron destinadas con un gasto de 300 mil millones de pesos, pero parece que dicha inversión resultó siendo un despilfarro total, pues los resultados dan mucho qué pensar.

La Guajira, una de las zonas del país en donde sus habitantes presentan más carencias, nuevamente se llevó la atención por varias infraestructuras que aún no están ni terminadas, pese a la alta suma de dinero que demandaron para su construcción.

De hecho, no se descarta que muchas de las obras terminen adjuntándose a ser más elefantes blancos para el país.

Hernández-Mora se fue hasta el municipio que es reconocido por sus desiertos. Allí, comentó que hace un año recorrió los pueblos en donde Nemesio Rey, entonces gobernador de la zona norte del Caribe, “decidió despilfarrar 300 mil millones de regalías en proyectos deportivos y urbanos. Anticipé que sería otro foco de corrupción, pero como se trataba de La Guajira, y no involucraba a ningún personaje que importaba en Bogotá, nadie hizo caso”, comentó la periodista en SEMANA.

Para dar prueba de sus palabras de meses atrás, Hernández volvió a la zona y lo que vio dejó muchas interrogantes sin resolver. “Empezaron algunas de esas obras inútiles y vuelvo a advertir que casi ninguna servirá para nada. Será plata botada a la caneca o robada”, añadió.

Así las cosas, Salud Hernández-Mora inició su viaje en Urumita, al sur del departamento costero, allí el proyecto que se planteó hacer es una piscina olímpica en el barrio Villa Amparo, lo que no tiene lógica es que en este espacio no hay agua por varios días. “En otros barrios, el agua solamente llega cada 48 horas”, manifestó.

En ese sentido, a la piscina “van a llenarla, la van a mantener y es un pueblo donde no hay tradición de nadadores, aquí la tradición es musical y no tienen casa de música para los jóvenes”, aseguró Hernández-Mora.

De igual modo, en imágenes quedó el registro que muestra el avance de la piscina, la cual está siendo construida al lado de una cancha abandonada por falta de mantenimiento y un polideportivo sin cubierta. Entonces, varios vecinos de Urumita vieron de manera ilógica este proyecto. “Varios contestaron que será un robo más, pero noté más indiferencia que indignación”.

Después, la segunda parada de la periodista fue en Dibulla, a tres horas de Urumita, con algunas vías en mal estado. En medio de la nada, a cuatro kilómetros del casco urbano, levantan un presunto Centro de Alto Rendimiento.

“Esta es la obra que denuncié, entre otras muchas, hace un año. Aquí van a enterrar más de 40.000 millones. Es un futuro elefante blanco”, relató.

No obstante, a pesar de los argumentos de Hernández-Mora, el secretario de la zona prometió que no será así. “Este Centro Deportivo es para todo el departamento de La Guajira, para toda Colombia, pero principalmente va a actuar en todo lo aledaño al sector. Se van a hacer más de diez escenarios y se van a practicar más de 19 disciplinas deportivas”, aunque el registro fotográfico mostró otra cosa.

De hecho, Salud especificó en SEMANA que entre las dichas disciplinas figura el lanzamiento de jabalina. “¿Quién enseñará un deporte que no practica nadie en La Guajira? ¿Quién va a costear su salario? Tendrán que entrenar en la cancha sintética de fútbol que están construyendo y ¿cómo van a arreglar los agujeros que hacen las jabalinas?”, cuestionó Hernández-Mora.

Por otro lado, y en adición, van a derribar un centro que acoge a 40 niños para levantar dos aulas destinadas a usos múltiples. En cuanto a la ubicación de la mencionada obra de construcción, varios habitantes de Dibulla detallaron que no podrán costear el transporte para visitar el Centro Deportivo.

Pero eso no es todo, los encargados de esta obra aseguraron que los habitantes de Urumita, a tres horas de Dibulla, llegarán hasta el Centro Deportivo, mientras que los de Dibulla se irán hasta el sur del departamento para “disfrutar” de la piscina olímpica.

En el mismo trayecto, Salud Hernández llegó hasta Barrancas, donde se estimó un total de inversión de 21.000 millones para renovación de espacios urbanos y parques lineales. En los registros que se publicaron en SEMANA, se pudo ver que en algunos espacios levantaron andenes para volverlos a hacer. Además, para más de un experto, lo que están construyendo no vale ni la mitad del presupuesto destinado.

En el camino, la periodista arribó a San Juan del César. Allí se planteó arreglar tan solo un parque con la estrepitosa suma de 11.000 millones, pero tras denuncias efectuadas, reformarán cuatro. “De todas formas, es demasiada plata y había necesidades mucho más importantes, pero como ya es inevitable, al menos, lo que esperamos es que no tumben los árboles y metan cemento a la lata”.

Por último, Salud Hernández-Mora cerró con el barrio 11 de febrero de Dibulla, lugar en donde hace 12 meses las aguas negras corrían por sus calles, a pesar de que los habitantes lo denunciaron con la Alcaldía; luego de un año, todo siguió igual.

“No vienen ni a visitarnos, ni siquiera llegan a mirar si es mentira o si es verdad estas aguas”, expresó una mujer que vive en el sector.

“Así es muy difícil que el país avance, que La Guajira salga de su atraso”, concluyó Salud Hernández-Mora.