Colombia se encuentra en una encrucijada, entre la reapertura económica y la crisis sanitaria más grande que ha vivido el país desde que comenzó la pandemia.
El lunes 21 de junio, el país reportó oficialmente 648 fallecimientos, que realmente fueron más de 750, a falta del reporte de los de Valle del Cauca y Cundinamarca. Con ese récord, se sobrepasaron los 100 mil muertos a lo largo de la pandemia.
Eso no es todo. La semana pasada fue la más mortífera desde que llegó el SARS-CoV-2 al país, pues murieron 4.142 personas, 592 por día en promedio.
Además, las unidades de cuidados intensivos se mantuvieron en niveles estables y preocupantes, pues la ocupación a nivel nacional es de más del 85 por ciento, con entidades territoriales como Bogotá, Antioquia, Caldas, Cauca, Meta y otras, que tienen las uci por encima del 90 por ciento.
A pesar del panorama, el país lleva desde el pasado 8 de junio en un proceso de reapertura económica gradual, basado en la situación epidemiológica de cada territorio.
Aún así, el ejemplo de la capital del país permite ver lo que está sucediendo en toda Colombia: mientras atraviesa por su momento más difícil, casi todas las restricciones se acabaron, en un intento por empujar a los sectores económicos más golpeados por las restricciones anteriores.
Todo esto ocurre después de más de 40 días de manifestaciones que generaron problemas económicos de todo tipo, desde bloqueos que afectaron a las industrias, hasta destrucción de locales comerciales y bajas en las ventas.
Ahora, ante la situación actual a nivel nacional, una de las principales inquietudes es si se podría volver a las medidas restrictivas como aislamientos preventivos obligatorios, restricciones de movilidad, pico y cédula, entre otros.
Para el ministro de Salud, Fernando Ruiz, no se puede descartar por completo volver a las medidas restrictivas. Sin embargo, cree que “en este momento el efecto está causado, las personas que fueron afectadas ya están en uci y estamos viendo signos de manera lenta de reducción de demanda de camas en ciudades principales, lo cual es un indicador temprano que se experimenta una reducción, una baja larga teniendo en cuenta que las muertes se dan tres o cuatro semanas después”.
Por lo anterior, para Ruiz no tiene sentido cerrar el país porque “el efecto en las uci está causado”, pues dice que las aglomeraciones y movilizaciones fueron el detonante de la situación actual; siete días después se detectaron, progresivamente, los casos; 14 días más tarde vinieron las primeras hospitalizaciones y entradas a unidades de cuidados intensivos.
“Lo que sucedió en el momento en que se generaron estas aglomeraciones y movilizaciones es que no se pudieron tomar medidas epidemiológicas, porque era un tema masivo, así que en este momento no se podrían tomar medidas porque ya el efecto está causado”, ratificó Ruiz.
A pesar de las declaraciones y la postura del ministro, quien prevé que el pico descienda a partir de la primera semana de julio, no todos piensan lo mismo.
En entrevista con SEMANA, el doctor en epidemiología Jaime Ordóñez sostuvo que el pico descenderá muy lentamente a finales de ese mes, presentando 500 muertes diarias, aproximadamente.
El país continúa caminando despacio hacia la reapertura total, mientras que los expertos llaman a mantener las medidas de autocuidado e incluso, a no salir de casa a menos de que sea totalmente necesario.
Paradójicamente, las puertas de cines, restaurantes y bares están abiertas, y quienes asisten están llamados a no hacerlo si se encuentran en un municipio en condiciones difíciles, como muchos en este momento en Colombia.