Una grave denuncia hizo la sargento del Ejército, Karina Ramírez, quien como se recordara fue secuestrada en julio de 2023 por las carreteras de Arauca cuando se movilizaba en su vehículo junto a sus dos hijos. La militar fue interceptada por la guerrilla del ELN y mediante amenazas fue obligada a internarse en la selva junto a sus hijos de 8 y 6 años de edad.

La sargento Ramírez denunció que en su secuestro, según el ELN, habían militares implicados.

La suboficial dice que le llamó la atención que el cabecilla del ELN que estaba en el sitio le dijo que tres de los encapuchados que la custodiaban eran compañeros de ella, es decir, militares. La suboficial dijo que el ELN sabía todo sobre su vida, que incluso tenían los resultados de las últimas pruebas de polígono que había hecho, situación que le pareció muy particular porque esa información sólo la tiene el Ejército.

“El mismo comandante me dijo, ellos son sus compañeros, ellos son militares. Dijo, ellos son de su misma fuerza. Me dijo, tranquila que ellos no la van a tratar mal, imposible que los de su misma fuerza la traten mal”, relató Ramírez.

También explicó que el comandante Emiliano, del ELN, que estuvo en el momento de su secuestro le dijo que la estaban esperando porque ya sabían que ella iba para esa zona junto con sus dos hijos. “Él (Emiliano) ya sabía que yo iba por tierra y lo que más me aterra es que tenían desde antes las placas del vehículo, sabían la hora que yo salí, ellos (ELN) me dieron el detalle a detalle en el secuestro”, relató.

La sargento Karina Ramírez aseguró que no contó con respaldo del Gobierno nacional luego de ser secuestrada por el ELN en Arauca en el 2023. | Foto: Guillermo Torres Reina

Según la sargento, su secuestro estaba planeado para ‘lavarle la cara’ al ELN que se encontraba en proceso de paz con el Gobierno nacional y que así se lo hizo saber el comandante Emiliano que lideró su plagio.

“Durante mi secuestro, el comandante (Emiliano) me decía, sargento, tranquila que nosotros sabemos cómo hacemos las cosas y todo está planeado. Inclusive, yo le decía, venga, pero pues planeado qué, yo les decía, yo qué tengo que ver, mis hijos qué tienen que ver con esto”, señaló.

Agregó: “Entonces, me decía él, usted sabe, estamos en un proceso, en unos diálogos de paz, nosotros, pues el Ejército no es que tenga ahorita mucha credibilidad. Y yo le dije, yo qué tengo que ver. Dijo, es que usted es una ficha clave. Y yo le dije, pero pues ficha clave de qué y me dijo, es que con sus hijos vamos a demostrar que nosotros somos humanos”.

Según la suboficial activa del Ejército, el ELN buscaba dar muestras de humanismo en medio del proceso de paz. “El me decía (Emiliano), va a estar cuatro días, cinco, digo, diez días, depende de cómo esté el auge, porque ellos me hablaban así, depende de cómo esté el nivel de auge; yo decía, ¿pero auge de qué? Dijo, sí, dependiendo de cómo esté la situación, me decía, ya están hablando por noticias, ya salió por noticias su foto, ya salió su papá a hablar, o sea, yo me enteraba era por medio del comandante”, relató la militar.

Indicó que el ELN hizo mucho énfasis en el papel que tendrían los hijos de la sargento en el secuestro. “Vamos a demostrarle que nosotros no somos sanguinarios, que nosotros somos un ente humanitario. Yo decía, yo le decía, ¿y qué de humanitario tiene secuestrar dos niños? ¿Qué de humanitario tiene poner pistola a dos niños? ¿Qué de humanitario tiene poner a cargar fusiles a dos niños?, pero esto no tiene nada humanitario”, agregó.

La sargento Karina Ramírez aseguró que no tuvo respaldo del general Luis Ospina, entonces comandante del Ejército cuando ella fue secuestrada por el ELN. | Foto: COLPRENSA ©

La sargento Ramírez asegura que hoy vive toda una pesadilla por cuenta del secuestro y por la falta de respaldo que ha tenido del Ejército, que la ha visto más como victimaria que víctima.

“No me siento bien, me da mucha tristeza porque yo inclusive hasta he tenido tantas situaciones, pues por toda esta situación del secuestro, obviamente los sueños, las pesadillas, el miedo, el ruido de una moto para mí es demasiado duro hasta el punto que me toca agacharme, taparme los oídos y literal empiezo a llorar y me digo, no va a pasar nada, todo está bien...; me da mucha tristeza porque me han tratado tan mal, la verdad”, relató la suboficial.