Íngrid Betancourt, candidata a la Presidencia por el partido Verde Oxígeno, se encuentra en el foco de todas las críticas por su desacertada manera de referirse al abuso sexual contra las mujeres. En un debate, organizado por la Universidad Sergio Arboleda, la colombo-francesa habló sobre la problemática.
“Yo enfocaría la solución en prevención. Muchas veces nos damos cuenta de que, sobre todo en los barrios más populares, las mujeres que se hacen violar, se hacen violar por gente muy cercana a la familia. O se hacen seguir por delincuentes que siguen su ruta, saben por dónde van a pasar y son depredadores que las están persiguiendo. Ellas están totalmente desprotegidas”, aseveró, siendo la única mujer en el debate.
Esto causó revuelo instantáneo en redes sociales, porque, en su frase, la carga de la culpa por la violación la tiene la víctima por “hacerse” violar. Sin embargo, su discurso no concordó con esa connotación, ya que hablaba de una mujer “desprotegida” que necesitaba amparo y apoyo para prevenir este tipo de delitos.
Camilo Romero, precandidato del Pacto Histórico, sacó a relucir la frase que generó polémica en su siguiente intervención. La rechazó, pero no fue el único en comentar sobre la misma.
“Las mujeres no se hacen perseguir ni se hacen violar, que fue lo que escuchamos aquí”, aseveró el exgobernador de Nariño.
Fue ahí donde Enrique Gómez, candidato por el Movimiento de Salvación Nacional, lo interrumpió para defender a Íngrid. Según su percepción, se trató de una confusión lingüística con el francés, la segunda lengua de la aspirante del Verde Oxígeno.
“Ella usó un galicismo. ‘Se faire violer’. Es un error de lenguaje, lo sufrí yo. No sea oportunista”, contraatacó el sobrino de Álvaro Gómez Hurtado.
El verbo faire en francés traduce a “hacer”. La frase dicha por Gómez, si se toma palabra por palabra, significa “se hace violar”. En concreto, la traducción es “ser violado”.
“No maltrate a una mujer que habla en francés durante veinte años y usted viene a abusar aquí. No”, agregó.
“Me imagino a don Enrique de presidente o fiscal”, respondió Romero. “Váyaselo imaginando”, concluyó el candidato independiente.
Después del encontrón, Romero continuó. “Simplemente para aseverar, Íngrid, que lo que escuchamos aquí es para nada lo que ocurre y creo que es una revictimización a la mujer. No creo que es lo que quiera decir”, concluyó.
En su siguiente intervención, Íngrid se excusó ante el público por el mal uso de la frase, resaltado por Romero. “Efectivamente, sentí que había una incomodidad en la sala y no entendí lo que estaba pasando”, señaló.
“Cuando estaba expresando esto, obviamente quería decir que las mujeres, cuando están en este espacio, son víctimas de estas agresiones. Esto no quiere decir que ellas busquen ser víctimas, para nada. Lo que pasa es que, obviamente, en un espacio como el que estamos describiendo, en el cual la mujer es excluida, víctima y está desprotegida”, aseveró, recalcando la vulnerabilidad de la mujer en varios espacios.
“Me excuso si me expresé de una manera incorrecta, pero el punto fundamental que yo quiero señalar es la vulnerabilidad de la mujer en una sociedad altamente machista”, agregó, reconociendo su error.
A pesar de la excusa de Íngrid, el debate en redes sociales sigue. Algunos, que aún no escuchan el contexto, se aterran por la connotación. Otros comentarios resaltan que la frase fue lanzada por una candidata desconectada, quien aún incurre en los galicismos para hablar. Los demás señalan que el resto de su respuesta no concuerda con la desafortunada frase, que se podría justificar por los largos años que vivió en Francia la ahora aspirante.